CUATRO VIDAS OCULTAS.

CAPÍTULO V. REVELACIONES PARTE I.

"El hombre está obsesionado con la eternidad, así que nos preguntamos, ¿nuestras acciones sobrevivirán a los siglos? ¿después de muertos al oír nuestros nombres la gente se preguntará quiénes fuimos, si peleábamos con valor, si amábamos con pasión?"
             ODISEO. LA ILÍADA, HOMERO.

Edad Antigua, Antigua Grecia, Corinto, siglo V a.C.

Padre Zeus, te ofrezco mis humildes plegarias como el servidor que soy, permiteme combatir con tu protección, tu fuerza, tu valor, sabiduría y todas las habilidades que me pudieses conceder, dejame ofrecerte la victoria con el sudor de mi frente, mi sangre y el filo de mi espada.

—Mi Señor, es hora, el enemigo se aproxima.
La Aurora de rosaseos dedos hoy amaneció de buenas, Zeus y los dioses nos bendicen.

—Así es, Zeus nos concederá la victoria.
¿Ya has formado a los guerreros como te lo he encomendado?, los más fuertes y hábiles al frente de las filas, 200 arqueros a la derecha, 200 arqueros a la izquierda y todo el ejército al centro. Desde hoy pelearás a mi lado, pon a uno de los mejores hombres a tu lado y uno del mío.

—¡Sí, mi Señor, los guerreros están listos!
Quiero decirle que me honra combatir a su lado, lo estaré cubriendo muy bien, mi palabra es mi vida.

—El honor es mío, eres mi brazo derecho. Estaré listo en dos minutos, lo veo al frente de las filas, mande traer a nuestro mensajero, no demore, capitán.

—Si, mi Señor. En seguida viene su mensajero.

—¡Mensajero, adelante!

—¡Mi Señor!, ¿qué mensaje me encomienda?

—Lleva esta carta a Atenas, a toda velocidad, entregásela a mi hijo que se encuentra en el Monte Parnaso, en el templo de Apolo, el sabrá qué hacer al leerla.

—¡Si, mi señor, estoy listo para partir!. Que Zeus y los dioses lo protejan. Así sea.

—Y que Atenea, la ojos de lechuza, lo guíe por el camino correcto para que mi mensaje llegue lo antes posible. Así sea.

—¡Señor presente, guerreros firmes y listos para la batalla!

—¡Poned atención a lo que os diré mis amigos, mis hermanos de tierra y espada!
¡Este día es glorioso, como todos los que nos permiten vivir los Dioses, porque luchamos por Grecia, por la libertad y en aras de lo que nos es justo!, ¡mirad hacia el cielo porque ahí se encuentra el Olimpo!. ¡Hoy todos los dioses sin importar sus diferencias, nos bendicen!.
¡Apolo, Dios del Sol, que nos brinda luz en su máximo esplendor, ha de llevar sus flechas y nuestras lanzas al corazón del enemigo para liberadle y enviarlo al tártaro!, ¡Atenea, hija de Zeus, Diosa de la Sabiduría, la de ojos de lechuza, que nos brinda habilidad e inteligencia al pelear, ha de hacer que empuñemos nuestra espada con valor y tomemos nuestro escudo con gran fuerza para manternos protegidos!, ¡y Zeus!, ¡Dios del rayo y de los cielos, Dios de Dioses, que nos confiere la vida, su fuerza, valor, templanza y todo lo que poseemos!, ¡nos observan!.
¡Honrad a los Dioses!, ¡honrad y defender a su nación que los vio crecer y los forjó para ser los grandes guerreros que son hoy!, ¡honrad a su familia y a sí mismos!, ¡luchen por Grecia, por su libertad y por todo lo que aman!.
¡Si mueren, llegarán sonriendo al río estije porque murieron en batalla!, ¡morir en combate es la cúspide de la gloria, porque es mejor morir luchando, que vivir con tiranos!
¡Somos impenetrables!, ¡hagamos que el enemigo tiemble al ver nuestra fuerza, unión y solidez!, ¡no dejen prisioneros!.
"¡Sólo los dioses pueden vencer a los griegos!"
¡Si los dioses están con nosotros, no hay quien esté en nuestra contra!
¡Griegos, preparense para pelear, cuando yo dé la orden! 
(...)