CUATRO VIDAS OCULTAS.

CAPÍTULO II. PENSAMIENTOS.

MICHAEL.

Estaba recogiendo el garaje que estaba lleno de cajas con cosas que no desempacamos, así cuando mamá llegara pudiera estacionar el auto ahí y no lo dejara afuera, la zona se veía tranquila, pero hace dos semanas que nos mudamos y desde ese entonces lo ha dejado afuera.

Estaba por terminar, había acabado con todas las cosas pesadas, dejé las ligeras al final, quise llevar todas de una vez y al cruzar la puerta se cayó una caja que estaba hasta arriba, dejé las cosas y regresé por ella, estaba todo regado, comencé a meter todos los papeles que se habían caído y entre ellos vi unas fotografías; una de mi mamá y yo abrazados, tenía como 7 años, otra donde estoy con un trofeo y me está levantando la mano, otra cuando me cargaba de bebé y una en mi fiesta de cumpleaños de nueve años, a decir verdad, no tenía muchas fotos mías, que yo recuerde son las únicas que tengo.

Me llegó la nostalgia cuando las vi, me senté en el sillón y las sostuve mientras las miraba detenidamente, de pronto sentí como mi mejilla ardía cada que avanzaba la lágrima que estaba por caer. Había recordado muchas cosas, entre ellas, no haber sido tan buen hijo en el pasado y darle problemas, ella siempre ha sido una buena madre.

Estaba seguro que no fue sólo por su trabajo que nos mudamos, era para que yo me olvidara de todo y comenzaramos una nueva vida.

Hace tiempo comencé a comportarme, tenía que seguir haciéndolo, tenía que cambiar y seguir siendo mejor día con día.

Por primera vez me sentí bien e íntegro en minutos, Omar y Estefania son agradables, me siento tranquilo estando con ellos y eso es difícil, siempre al conocer a alguien me da impresión de que algo malo tienen, la desconfianza también me afectó a mi, desde pequeño he sido así, pero esta vez me sentí en confianza.

Con Miranda quería hablar, pero no sé porqué me alejé, siento que fue un impulso de mi diciendo que no me involucre con ninguna chica, incluso al salir sólo decidí pasar derecho. Eso explica mi comentario hacia Omar cuando le dije que no estaba interesado en nadie ni lo estaría, pienso que quizá eso provocó que Estefania se pusiera seria, lo dije de manera un poco exaltada, por cierto, tengo su número, quizá le llame para preguntarle si esta bien o porqué su seriedad.

OMAR.

Ay, por fin llegué, no hay tarea, no hay nadie, podré jugar videojuegos, bajar al gimnasio, practicar fútbol, hacer lo que yo quiera sin que me diga mi mamá: Haz tarea, ponte a estudiar, haz esto, haz el otro, ya le dije que lo mío es hacer deporte, otras cosas, no la escuela, aunque si es importante para aprender, pero no indispensable para mi, no me falta nada, llevo buenas calificaciones aunque me de pereza ir a la escuela, pero eso es porque no tengo motivación, mamá me obliga prácticamente a ir y me prohibe muchos deportes, lo bueno es que papá me apoya y me deja practicar en secreto, cuando pido algo jamás me lo niega, me lo concede sin tanto esfuerzo, siempre me ha dado todo lo que le pido.

Quisiera seguir de viaje con mis padres y no haberme regresado para venir a la escuela, pero eso tendré que arreglarlo después con mamá.

Voy a jugar videojuegos, pero antes comeré algo, le llamaré a Mike, a ver si quiere venir a jugar y conocer, me cae bien, aunque se ve muy serio y estudioso, su manera de ser me agrada pero me causa intriga, un tipo con el físico que él tiene jamás se hubiera alejado de una chica linda, al menos yo no lo hago, siempre me aprovecho de mi apariencia física para conseguir lo que quiero de las chicas, aunque Miranda se ha resistido, será porque no la frecuento tan seguido, en fin.

Estefania estaba rara hoy, muy alegre, más de lo normal, pero al terminar el descanso se puso seria, hasta se fue sin despedirse, qué raro, aunque por otro lado algo cambió en ella, qué extraño que ella le hable a un chico y más si nunca lo había visto, se portó amable y no distante, hoy la desconocí totalmente. Alrato o mañana que me cuente Mike que tenía, porque también fui impertinente y creo si se molestó por eso, si le llamo me mata, querrá meter la mano por el teléfono y golpearme.