~•• En verdad me gustaría que me dejaran sus comentarios <3 gracias por leer.
Capitulo 3
Daesung, se encontraba frente a la mansión cuando ya había transcurrido media hora de las dos que Dami dedicaba a recibir visitas. Desmontó antes de que pudiese cambiar de opinión y entregó las riendas de su montura a uno de los lacayos que había fuera; después, subió los escalones de dos en dos hasta llegar a la puerta principal. Contuvo las ganas que tenía de colocarse bien el pañuelo de cuello, que se había atado con un sencillo nudo. Estaba tan nervioso que se había pasado horas intentando decidir qué chaleco conjuntaba mejor con la chaqueta azul oscuro que llevaba y todo porque ella le había dicho en una ocasión que el azul oscuro le favorecía.
En cuestión de segundos, lo hicieron pasar al salón en el que había media docena más de visitas. Dami estaba sentada en una butaca, en el centro de su corte, y se la veía tan frágil y bella como siempre.
-Joven Daesung -lo saludó, tendiéndole ambas manos sin levantarse.
Daesung atravesó la alfombra oriental con paso firme y besó el dorso de aquellas delicadas manos.
-Señorita Dami. Mi día resplandece sólo por haberlo empezado con su presencia.
Y palidecería cuando se fuese, igual que si saliera del sol para adentrarse en las sombras. Daesung estaba convencido de que Dami estaba hecha para él, de hecho, lo creía con tanta certeza que ni una sola vez se había planteado la posibilidad de casarse con otra. De joven, pensaba que sería perfecto que los dos hermanos se casasen con los hermanos Kwon y viviesen juntos y felices. Sin embargo, Kang tenía grandes planes para sus hijos y, dado que Daesung era tan sólo el hijo segundo, su posición social no era lo bastante elevada como para que el padre de Dami lo tuviese en cuenta.
Nunca había tenido la más mínima posibilidad de casarse con ella.
Y, para empeorar las cosas, Dami, al igual que su hermano, ni siquiera pudo disfrutar de una Temporada como es debido. La comprometieron casi al mismo tiempo que se presentaba en sociedad.
-Pensaba que se había olvidado de mí -dijo ella-. Hacía una eternidad que no me visitaba.
-Jamás podría olvidarme de usted.
Aunque había noches en que deseaba que tal hazaña fuese posible.
Dami miró por encima del hombro de Daesung y un lacayo se apresuró a colocar una butaca adamascada junto a su señora. El resto de los invitados respondieron al breve saludo que les hizo Daesung con amplias sonrisas.
Él tomó asiento y, con la mirada, devoró ávidamente el rostro de Dami. Ésta llevaba la melena rubia recogida tal como dictaba la moda, con unos rizos sueltos en la frente y otros colgándole por encima de las orejas, e iba ataviada con un precioso vestido rosa y con un camafeo sujeto alrededor del cuello por una amplia cinta negra.
-He venido a decirle que JiYong está en buenas manos. Choi Seung Hyun aceptó cuidar de el durante su viaje. Él ha vivido en Jamaica los últimos años y sabe moverse entre la buena sociedad del lugar.
-¿El señor Choi, dice? -Dami frunció el cejo-. No estoy segura de que a mi hermano le cayese demasiado bien.
-Me temo que el sentimiento puede ser mutuo. En las pocas ocasiones en que los vi juntos, era obvio que los dos se incomodaban. Sin embargo, ahora ambos son personas adultas y JiYong necesita ayuda en un ámbito en que SeungHyun es un experto. Además, el quiere vender la plantación y la propiedad de él linda con «Calipso», así que lo más probable es que eso lo ayude a concluir sus asuntos con rapidez, de modo que pueda volver pronto con usted.