Capítulo 6

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Pov Ainara:

Había perdido la noción del tiempo, no sabía cuantos días o años llevaba allí sufriendo el mayor dolor de mi vida.

Hasta que este empezó a disminuir, primero por la punta de los dedos , luego por los brazos y las piernas y en estos momentos solo sentía un dolor terrible en el corazón, que me latía a toda velocidad como si hubiese estado corriendo durante horas.

Sentía cada latido como miles de agujas, los latidos volvieron a acelerar hasta que sentí el último, y mi corazón se paro.

Abrí los ojos lentamente y al hacerlo pude ver todas las minúsculas partículas de polvo flotando, aquello era impresionante, mire a mi alrededor me encontraba tumbada en una cómoda cama, todos los colores parecían diferentes a como los veía antes. Aquello era realmente fascinante.

Fui a respirar pero mis pulmones no lo necesitaban, a decir verdad aquello fue una sensación un poco extraña, pero supongo que debía de acostumbrarme. Los aromas eran diferentes y también los sonidos, oía a los niños gritar en un parque cercano, olía a hierba de algún jardín.

Cuando me di cuenta de que una figura permanecía sentada en una de las sillas de la habitación, quieta como una estatua, lo que me llevo a pensar en cuanto tiempo llevaría allí parada.

- Por fin has despertado, la inmortalidad te sienta muy bien.- era Demetri Vulturi, su tono de voz era divertido, lo cual contrastaba con su rostro serio.

Fui a hablar pero mi garganta me escocía como si no hubiese bebido aguan en siglos, me lleve las manos a ella.

- A claro tienes sed, debí de imaginármelo, ven.

Tras decir eso, Demetri se levanto de la silla con un rápido movimiento, y cuando fui a seguírle lo hice a una velocidad que no creía posible cuando era humana la cual todavía no controlaba y estuve a punto de chocar contra Demetri, el cual me dirigió una mirada fría de advertencia, el mensaje estaba claro, "chócate conmigo y te arranco la cabeza".

Llegamos a la sala de tronos y antes de entrar se giro para mirarme, me dedico una leve sonrisa y abrió la puerta ¿acaso este chico era bipolar?

- Demetri querido ¿ya ha despertado?.- pregunto Aro con un tono de voz entre emocionado y ansioso.

Demetri asintió y se apartó para irse a su lugar junto a la puerta dejándome sola en medio del gran salón con un montón de vampiros mirándome.

- ¿Tienes sed querida? -Me pregunto Aro, cuyos ojos brillaban como los de un niño con su nuevo juguete.-

Yo asentí con ganas y en ese momento cruzo por la puerta la bella Heidi que traía a un par de humanos detrás de ella, ambos parecían totalmente absortos mirando a la vampiresa y ni siquiera se dieron cuenta de que estaban dirigiéndose a la boca del lobo, o en este caso a los colmillos de un vampiro. Los dos eran chicos de mi edad y en ese momento caí en la cuenta de que ellos iban a ser mi primera comida, no estaba segura de que pudiese hacerlo.

Aro se levanto de su trono con una sonrisa y se acercó a uno de los humanos, el cual parecía haber salido del trance causado por Heidi ya que se echo a temblar y a balbucear palabras incomprensible.

- Acércate.- me ordeno, pero yo no me moví, pude ver como Cayo se inclinaba hacia delante en su trono con una sonrisa maliciosa, estaba segura de que él deseaba que desobedeciese la orden de Aro, así cabía la posibilidad de que acabasen matándome.

- Ven.- me volvió a repetir Aro y en ese instante, sentí la mirada de todos los vampiros sobre mi, por lo visto nadie solía desobedecer las ordenes de su amo.

- No puedo hacerlo.- le respondí con una mueca de dolor por culpa de mi reseca garganta, la cercanía del humano no ayudaba en absoluto, entonces él se acercó a mi posando sus ojos sobre los míos.

- Si que puedes, ahora eres un vampiro, es sencillo, sé que lo deseas déjate llevar por tus instintos.- pero al ver que no me movía una mueca de enfado cruzo su rostro, se acercó al muchacho, agarrándole con tanta fuerza por el brazo que le hizo soltar un alarido e intento escapar mientras las lagrimas caían por sus mejillas. El otro humano había optado por tirarse al suelo y taparse la cabeza con sus manos mientras suplicaba que le dejasen ir.

Lo acerco hasta donde estaba yo y le torció la cabeza de tal modo que su cuello quedase a la altura de mi cara. El olor que desprendía era fantástico e hizo que mi garganta me produjese un ardor mayor pero logre controlarlo.

Aro al ver que no me movía, hizo un pequeño corte en el cuello del chico y en cuanto la sangre broto puede escuchar los siseos que provenían del resto de la guardia vampírica. Vi al enorme Felix inclinarse hacia delante enseñando los colmillos, el olor a sangre era demasiado intenso, y sabia que ya no podría controlarlo mas. Agarre al muchacho con tanta fuerza que le rompí el brazo pero no me importo necesitaba comer y lo iba a hacer.

Acerque mis labios a su cuello y empecé a succionar el sabor de la sangre inundo todo mi ser, el liquido caliente calmaba en cierta medida el ardor de mi garganta haciéndome mas fuerte.

Cuando acabe con él levante la vista y la fije en el otro muchacho que al verme intento salir corriendo, pero no se lo permití salte sobre el con la agilidad de una pantera y clave mis colmillos en su cuello al principio él se resistió pero yo era mas fuerte y no podía hacer nada, me lo acabe en pocos segundos.

Pese a haber acabado con ambos muchachos la sed seguía allí, pero ahora era mas soportable el ardor de mi garganta.

Al darme la vuelta Aro sonreía satisfecho y Cayo molesto, el resto parecía haber vuelto a su estado natural, parecían esculpidos en mármol, era imposible saber lo que pensaban o sentían.

Demetri llévala a que se cambie de ropa. -dijo aro señalando mis ropas, las cuales se encontraban llenas de sangre, me sentía como un monstruo. El aludido se limito a asentir.

- Tenemos que hablar.- me susurro al oído seguido de un empujón para que empezase a caminar, ¿pero que narices le pasa a este chico?

Salió por la puerta y yo le seguí en silencio pensando en que era lo que había hecho para enfadar tanto a Demetri.


Triangulo amoroso dos Vulturis y una humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora