Vida con Izaya (Izaya Orihara y tú)

CAPÍTULO 1- EL ENCUENTRO

ANTES DE COMENZAR A LEER...

¡Hola a todos! Espero que disfruteis mucho de mi historia. Voy a esforzarme para que quede lo mejor posible y pueda adaptarse a cada persona, también voy a intentar respetar al máximo la trama y personajes fijos del anime/manga. Esta historia narrará el dia a dia de estos dos personajes desde el punto en el que se conocen, y podreis descubrir como su relación evoluciona a medida que los hechos hacen que se abran el uno al otro. También debeis saber que la protagonista de esta historia eres tu, pero he decidido poner un nombre fijo que va a ser Rina. Podria estar un poco aburrida al principio pero dadle una oportuidad onegaaai! Nada más, espero que os guste mucho y sea entretenida. ¡Besos y a leer!

Rina es una chica muy inteligente, serena y formal; conocida por su éxito en el mundo de la literatura. A sus 21 años de edad sacó a la venta su primera novela: "Como conseguí volar", la cual tuvo un gran éxito en países asiáticos y europeos. Justo después terminar con las firmas de libros, su vida volvió a ese estado de paz que tanto le gusta. Tomó el tren hasta su barrio natal. 

Bajó el escalón del tren y respiró el aire de Ikebukuro. Cargó con sus maletas y tomó el primer taxi que pasó por la estación. Desde la ventanilla observaba la ciudad identificando cada calle y local en sus recuerdos. Al cabo de unos minutos el taxista detuvo el vehículo y Rina salió del auto mientras le ofrecía el dinero.
Al ver lo que había en frente suyo la cartera le cayó al suelo. Las ventanas de su casa estaban rotas y había grafitis en la fachada. Agitada, entró y vio como los elementos decorativos y las fotos de familia estaban en el suelo. Se habían llevado todos los aparatos, incluso la nevera.

Se dejó caer sobre el suelo y permaneció sentada ahí mientras asimilaba lo que había ocurrido. Supuso que, ya que la casa estaba deshabitada y era de madera vieja, una banda había entrado en la casa en los últimos siete años que estuvo fuera y habían robado lo que pudieron. Se puso en pie y comprobó como el agua funcionaba. Sin embargo, no había electricidad y la noche estaba al caer. Sintió una gran furia e incluso ganas de llorar, aun así, supo mantener la calma y no derrumbarse. Se consideraba una experta en eso.

Decidió que lo mejor sería salir a buscar respuestas  y preguntar en alguna agencia inmobiliaria o punto de información. Salió de casa y para su sorpresa había un chico de pelo negro y ropa oscura sonriente apoyado en la pared de la entrada.

-Takasu Rina, ¿eh?- dijo el chico en tono pícaro. La muchacha asintió.

RINA: Buenas tardes. ¿Puedo ayudarte?

IZAYA: Eso mismo digo yo

Al oír eso, Rina le identificó como a un chico muy confiado.

RINA: Perdona. ¿Tu eres...?

IZAYA: Orihara Izaya, informador. Si buscas respuestas sobre lo que le pasó a tu casa puedo dártelas con gusto.

La escritora sospechaba sobre el echo de que el muchacho estaba allí justo cuando ella había llegado, pero decidió seguir conversando:

RINA: Encantada. Esta es la casa de mi infancia, luego nos mudamos a otro barrio por trabajo. Es una vivienda pequeña y vieja, sin seguro, pero no pensaba que podría sufrir algo así.

IZAYA: Me gustaría hablar de ello en mi oficina.

Rina seguia dudando sobre si debía fiarse de ese tal Orihara Izaya, pero algo en su mirada le inspiraba confianza.

RINA: Está bien.

Anduvieron un buen rato. Durante el camino Izaya le explicó a Rina que algunos grupos estuvieron peleando y usaban casas deshabitadas y viejas como la suya para reunirse. Tambien le conto que esa casa ya no tenia propietario y no valdria la pena reclamar nada.

Llegaron a la oficina, a Rina le pareció un sitio de lo mas acogedor. Tomaron asiento.

RINA: Muchas gracias, Orihara-san.
IZAYA: ¿Que piensas hacer?
RINA: No tengo ninguna amistad aqui y nececisto trabajar en la nueva novela, supongo que volvere al barrio del que vengo.

Izaya miro a Rina a los ojos sonriente.

IZAYA: Vive conmigo.
RINA: ¿Perdona?

Creyo no haberlo oído bien.

IZAYA: Mi antigua socia se ha marchado, era una mujer bastante borde. No es que me guste estar solo. Sera un placer compartir piso con una escritora de éxito tan bella. Y tranquila, te garantizo que puedes estar por lo tuyo que yo estare por lo mío.

Le sorprendía su forma de hablar, pero no le molestaba para nada. De nuevo Rina sintió eso, esa confianza que desprendía su mirada. No se lo pensó demasiado, algo le decía que nada iba a ir mal. Estaba acostumbrada a tratar con gente extraña.

RINA: ¿Y que te debería?
IZAYA: No eres mi cliente, no voy a cobrarte.
RINA: Entiende que debo agradecértelo de alguna forma.
IZAYA: Pues... Hazme adelantos de tu nueva novela... De todos modos me basta con que estes aquí.

Eso último le pareció un poco romántico. Rina asintió. No le parecía tan extremo. Simplemente era un hombre que le prestaba su piso, no pensaba relacionarse cercanamente con el ni nada por el estilo.
Suspiró y se levantó para agradecerle.

RINA: Muchísimas gracias, Orihara-san.
IZAYA: De nada, Rina-chan.
RINA: Rina...¿-chan?
IZAYA: ¿Para que tanto respeto? *sonríe* Llámame Izaya. Date una vuelta por el piso de arriba, la habitación libre es toda tuya.
RINA: ¡Gracias de nuevo!

Al dejar las maletas en la habitación, cogió el portatil, se sentó en un escritorio libre y comenzó a escribir como si no lo hubiera hecho en años.