CAPÍTULO 3- SUCESO REPENTINO

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RINA: Me vas a resumir tu relación con el hombre que te perseguía y... *tosió un poco* Y la chica que estuvo contigo.

IZAYA: Heiwajima Shizuo, es un hombre que padece de "hermanitis" y que tiene una fuerza descomunal. Desea aplastarme porque me odia. *hace una mueca* Y es tan molesto...

Rina estaba sin palabras. ¿Qué clase de relación era esa? Lo dejó pasar por el momento.

RINA: ¿Y ella?

IZAYA: *apoya la cabeza sobre su mano y sonríe pícaramente* Parece que alguien se ha enamorado de mí.

La chica sintió que en su pecho había saltado algo. Le miró a los ojos y se mostró lo más serena posible.

RINA: ¿Por qué dices eso?

IZAYA: *ríe* Bromeaba. Namie era una chica que fracasó en su negocio y estuvo ayudandome en algunas cosas y cobrando un sueldo aceptable. Era incluso más borde que tú.

Rina resopló. En realidad sintió algo de satisfacción, pero lo ignoró y siguió con el juego.

IZAYA: Mi turno. ¿Prueba o verdad?

RINA: Verdad.

IZAYA: ¿Por qué no tienes amigos?

RINA: Me basta con tener buena relación con la gente... No me gustan esos grupos de amigas que cotillean sobre lo buenos que estan los chicos que pasan y no necesito contar mi vida. Todo lo expreso escribiendo.

IZAYA: ¿Entonces, no quieres a nadie?

RINA: ¡Claro! Amo a mi familia porque me lo han dado todo y aprecio mucho a mis lectores por su apoyo. Y...

La chica se detuvo, le costó preguntar lo siguiente.

RINA: Sé que quieres a todos los humanos ¿pero hay alguno en especial?

IZAYA: *suspira* Supongo que hay personas especiales.

RINA: Ya veo... En fin, ¿prueba o verdad?

IZAYA: ¡Prueba!

RINA: Eh... Invítame al Russia Sushi el sábado.

IZAYA: *ríe a carcajadas* ¿Que clase de prueba es esa?

RINA: ¿Lo harás o no?

IZAYA: ¡Cómo no!

RINA: Bien, pues es tu turno.

IZAYA: ¿Prueba o verdad?

RINA: Prueba.
IZAYA: Eh... Haz una mueca graciosa.

RINA: Ni hablar, es vergonzoso.

Rina era capaz de muchas cosas, pero su dignidad era crucial. Izaya le daba golpecillos en la pierna, sonriendo de esa forma.

IZAYA: Vamos...

Rina suspiró y estiró el párpado inferior con el dedo y sacó un poco la lengua con desgana. Entonces, Izaya se acerco a mínimos centímetros de su cara, rió y imitó el gesto de manera encantadora. Eso hizo que Rina se desarmara, y por primera vez en mucho tiempo, se ruborizara. Las mejillas adoptaron un tono rojo y la chica solo pudo esconderse con las manos sobre la cara.

RINA: Dejémoslo por hoy. ¿Sí?

IZAYA: Oh vamos, dejame disfrutar de tu faceta kawaii.

RINA: *se levanta* Es tarde, buenas noches Izaya. Gracias por la cena, fue muy divertido.

Izaya permaneció un rato sentado sin quitarse la sonrisa de la cara. Se sentía victorioso al haberle sacado los colores a alguien como ella. Aún así, esa chica seguía siendo un misterio para él.

Pasó una semana. Izaya estaba en la oficina consultando chats mientras Rina bajaba por las escaleras vestida para salir.

IZAYA: ¿Te vas?

RINA: Tengo una entrevista con una cadena de radio. Me esperan abajo.

IZAYA: Solo por curiosidad, ¿que cadena es?

RINA: AhiRadio

IZAYA: ¿AhiRadio? No la conozco. Ve con cuidado.

RINA: Ni yo. ¡Adiós! Volveré por la tarde. *abre la puerta y se va*

Izaya observó la pantalla pensativo. Lo primero que hizo fue comprometerse a esperarla hasta que llegara, lo segundo fue consultar en internet la web de la cadena.

Era bastante básica y curiosamente no había datos sobre la fundación o localización. Entró en los perfiles de los trabajadores y apuntó un par de nombres. "Más vale prevenir que curar", pensó.

La escritora llegó a las oficinas. Durante la mañana un hombre bajo y moreno le había hecho la entrevista. Le pareció muy mediocre e improvisada. El lugar estaba muy dejado y el ambiente era muy poco profesional. Ella y el entrevistador se reunieron en un comedor para comer y hablar. Había cinco hombres, y uno demasiado cerca suyo. Todo eso la hacía sentir muy incómoda.

RINA: No me toques.

ENTREVISTADOR: Vaya... *acaricia su mano* ¡Ups!

RINA: Hazlo de nuevo y te saco un ojo con el tenedor.

Todos los presentes se sorprendieron. Realmente su expresión daba mucho miedo y se mantenía serena y confiada. De hecho, agarraba el tenedor con fuerza.

El entrevistador rió y acarició todo su brazo. Rina, sin sobresaltarse, condució fugazmente el tenedor para hacer diana justo en el sitio que había mencionado. El hombre cayó al suelo maldiciéndola y retorciéndose.

Rina se levantó para marcharse, pero dos hombres las cogieron por la espalda e introdujeron una pastilla en su boca. Comenzó a verlo todo borroso y dejo de resistir.

La muchacha abrió los ojos. Estaba en un coche negro. Llevaba la camisa desatada y tenía marcas rojas por el pecho. Tocó entre sus piernas, no parecía que hubiesen llegado tan lejos. Aún así podrían haber hecho cualquier otra cosa.

No sentía nada, porque estaba más mareada que nunca y prácticamente no podía ver. El coche arrancó y la dejó en la puerta del edificio de Izaya. Ella entró sin apenas poder andar, sintiendo un horrible calor.
Izaya no tenía palabras cuando la vió.
IZAYA: ¿Que te han hecho?

Rina no respondió, solo se estiró en el sofá y se quitó la camiseta y la falda. El chico se acercó y vio las marcas en el pecho. Tocó la zona suavemente con el dedo y ella se estremeció.

RINA: *balbucea* N-no...

IZAYA: Me lo temía.

RINA: Izaya...

IZAYA: Dime.

RINA: Ducha...

IZAYA: Ahora descansa, duerme aquí.

Sin decir más, la tapó con una sábana y se sentó en el sillón. Odiaba arrepentirse, pero si hubiese hecho caso a sus propias sospechas pordría haberlo evitado.

Esa noche el informador durmió a ratos cortos, pero la mayoría del tiempo estuvo mirando a Rina dormir y pensando... Sobretodo pensando.

De madrugada, los primeros rayos de sol despertaron al chico y iluminaban la silueta de Rina, que se había destapado completamente. Izaya se agachó a su lado y en tono muy bajito le dedicó unas palabras muy especiales.

Vida con Izaya (Izaya Orihara y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora