Vida con Izaya (Izaya Orihara y tú)

CAPÍTULO 5- ¿TE QUIERO?

Izaya sonreía, se alejó un momento de ella y se sacó la camiseta justo en frente suyo.

Rina no quería ponerse demasiado nerviosa, pero al ver aquello descubrió una nueva debilidad para ella. Su torso era precioso, era perfecto. Sin darse cuenta permaneció medio minuto con la mirada fija en esa parte del cuerpo de Izaya. El chico sonreía.

IZAYA: Soy una obra de arte, ¿eh? *la coge de la mano y se la coloca sobre su estómago*

RINA: *se sonroja* No te creas tanto...

IZAYA: *ríe y se acerca a ella* ¿Cuanto tiempo ha pasado?

RINA: Casi un mes...

IZAYA: Eres consciente, ¿verdad?

RINA: Lo soy.

IZAYA: No deberías apresurarte, querida.

RINA: ¿Te estas burlando de mí?

IZAYA: Me encantas.

RINA: ¿Por que dices esto ahora?

IZAYA: Lo que ocurre es que te veo lanzada.

RINA: Eres tú quien ha empezado. Me has dicho que quieres estar junto a mí y me has besado.

IZAYA: Pero no esperaba esa respuesta de tu parte.

RINA: ¿Y entonces que esperabas?

IZAYA: Que dijeras algo como: "Es tarde ya, vamos a dormir"

RINA: ¿Entonces todo ha sido un experimento tuyo para saber mi reacción?

IZAYA: No. Estaba dispuesto a recibir una bofetada a cambio de robarte un beso y sin embargo has seguido sin parar... Simplemente me sorprendí y me preguntaba por qué lo has hecho.

RINA: Ya entiendo...

IZAYA: Siento haberte dejado mal en este...

RINA: ¿Y si te quiero?

Izaya sintió un escalofrió y Rina se tapó la boca inmediatamente con la mano. ¿Por que había dicho eso? ¡No tenía ningún sentido! Se sentía muy idiota. ¿Cómo una chica como ella podía estar diciendo esas cosas? Izaya la volvía loca. El chico se sorprendió, mucho, pero se sintió mejor que nunca.

IZAYA: Si me quieres, adelante *sonríe y abre los brazos* soy todo tuyo.

Rina le miraba, deseando abrazarle. Era muy difícil resistirse, pero, por alguna razón lo consiguió.

RINA: Lo siento, ha sido una locura. Me voy a la cama, creo que necesito un descanso.

Izaya sonrío y cerró los ojos.

IZAYA: ¡Buenas noches! *resopla, coge su camiseta y se la vuelve a poner*

Rina se puso inmediatamente el pijama y se metió en la cama, le resultó muy difícil dormirse pero finalmente pudo. Izaya también fue a la cama.

IZAYA: *habla para sí mismo* Una locura... ¿eh?

A la mañana siguiente Rina se levantó primero, se preparó un café con leche y se sentó en el escritorio para escribir la novela. Al oir las teclas, Izaya no tardó ni dos segundos en bajar por las escaleras.