CAPITULO 2- CONOZCÁMONOS MEJOR

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Pasaron dos semanas desde su encuentro. Rina y Izaya se llevaban bien, tal y como dijo él: iban cada uno por su lado. Cuando hablaban lo hacían sobre actualidad y a veces Izaya se acercaba a Rina y esta le hablaba sobre la novela. Izaya salía a menudo y Rina habitualmente salía solo por necesidad.
Para Rina su relación con Izaya era ideal, correcta. Tal y como la deseaba.

Era casi de noche, ambos estaban el la oficina.
IZAYA: Te invito a cenar. ¿Quieres?
De nuevo consiguió sorprenderla.
RINA: Mm está bien, pero ya pago yo.

Él no dijo nada, se levantó y se dirigió a la puerta, y ella detrás suyo.

Izaya la guió por caminos muy raros que Rina no había visto nunca y anduvieron más o menos media hora.

Llegaron al lugar, un restaurante muy acogedor que olía muy bien.
Se sentaron en una mesa al fondo.

No habían dicho ni una sola palabra, pero no era incómodo. De alguna forma el silencio entre los dos se sentía bien.
Llegaron las cartas y se acercó una camarera muy estrecha de ropa.

CAMARERA: ¿Que perdirá la pareja?

Izaya solto una risilla. Los dos hicieron su pedido.  Rina miro a su acompañante a los ojos, le estaba comenzando a gustar mucho esa situación. Él y ella cenando solos sin sentirse incomoda ni presionada.

IZAYA: He comenzado a leer "Como conseguí volar"
RINA: ¡Eso es genial! ¿Que te parece?
IZAYA: Eres una persona muy cerrada en tí misma, ¿no? ¿Por qué tus personajes no se relacionan?
RINA: Creo que en cada uno de nosotros hay suficiente material para escribir un libro.
IZAYA: *sonrie* Ya veo...

Llegaron los platos. Rina comenzó a comer lo más lento y cuidadosamente que podía, intentando disimular su gran defecto.
IZAYA: No tienes por qué esforzarte.

La escritora siempre había sido muy muy torpre y los fideos acababan siempre fuera del plato. Miró hacia otro lado.
RINA: Sería desagradable si no lo hicera.
Izaya engullió un trozo de tomate.
IZAYA: ¡Para nada!

Rina vio encantada la bonita sonrisa que Izaya le estaba dedicando; fue en ese momento en el que se dio cuenta de lo atractivo que era. Decidió responder con una leve sonrisa.
IZAYA: *la apunta con un palillo* Oya oya~ ¡Sonreíste!

Rina siguió comiendo escondiendo la felicidad que sentía por dentro.
Más tarde, la muchacha se las arregló para pagar su parte y ambos salieron del restaurante.

Juntos fueron hacia un parque con una gran fuente. Rina no sabía muy bien que hacian allí pero parecía que el chico estaba cómodo.

IZAYA: *resopla* Será mejor que te apartes.

Rina no sabía de que hablaba pero percibió cierta tensión y obedeció. Entonces le pareció ver algo como una farola caer del cielo. De lejos se oía una voz lejana que parecía decir: "¡¡¡Izayaaaaaaa!!!"

La farola cayó justo al lado del muchacho y este salió corriendo en lado contario. Justo detrás le seguia un hombre rubio con gafas de sol y traje de camarero.
¿Que acababa de pasar? ¿Quien era ese hombre? Tardó unos segundos en asimilar que estaba sola y no sabía bien como volver a casa de Izaya. Pero se las arreglaría.

Despues de andar un rato, paso por un restaurante. Había un hombre de color y muy grande repartiendo folletos. Le pareció buena opción preguntar.

RINA: ¡Buenas noches! Busco la oficina de Orihara Izaya.

SIMON: Hmm... Ahora no atiende a clientes.

RINA: Es que vivo allí y nunca he estado por estas calles.

A Simon le sorprendieron esas palabras. Aun así le dio la indicación exacta.

SIMON: Ve con cuidado.

RINA: Lo sé.

Rina sabía muy bien como era Izaya y los problemas que podía causar, pero no la preocupaba.

RINA: Muchas gracias, vendré un dia para agradecerte.

SIMON: ¡Russia Sushi! ¡Te esperamos! *le ofrece un folleto y se despidió alegre con la mano*

La escritora siguió las indicaciones del hombre y llegó al edificio. Introdujo las llaves que Izaya le había confiado y entró, pero no había nadie.
Se sentó en el sofa y leyó un libro del estante durante un rato, pero seguía tardando.

Una sensación de preocupación comenzaba a invadirla así que se asomó a la ventana y examinó todas las calles sin ver indicios de Izaya. De repente, se oyó una voz bajita y muy cerca de su oído.

IZAYA: Vaya... Cuanto te preocupas por mí...

Rina se dió la vuelta de golpe. Las mejillas le estaban ardiendo y deseó con todas sus fuerzas no sonrojarse. ¡Que ridículo! La había visto apoyando las manos en el cristal concentrada en encontrarle... Nodeó con la cabeza y volvió a su lectura. Izaya la miraba como ansioso por algo. Se sento junto a ella y toco el libro indicando que lo cerrara. Así lo hizo ella.

RINA: ¿Que quieres?

IZAYA: Conocerte mejor.

RINA: Eso ya lo hará el tiempo...

IZAYA: *sonríe* Eres muy lista. Eh, ¿por qué no jugamos a prueba o verdad? Me aburro.

RINA: ¿Eh? Bueno... Me asusta lo que puedas preguntar.

IZAYA: ¡No te preocupes Rina-chan! *se incorpora mirando hacia ella* Vamos, dejo que empieces.

RINA: Está bien... *resopla* ¿Prueba o verdad?

IZAYA: Veamos... *cruza los brazos y adopta una expresión pensativa* ¡Verdad!

Rina pensó que era el momento ideal para resolver algunas dudas.

RINA: Lo tengo.

Vida con Izaya (Izaya Orihara y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora