Felicidad

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Kora se quedó un rato en silencio.

- Me has decepcionado. -dijo voz.

- ¿Por qué? 

- Pensé que era una de esas historias que te rompían el corazón.

- Lo peor esta por llegar.

Voz desapareció y Kora quedó absorta en sus pensamientos. Llevaba ya un mes recluida pero se le había hecho más largo, como si en lugar de un mes, fuera un año. Pero ahora se sentía segura. Había conocido la maldad del secuestrador y ya no tenia miedo.

Al amanecer, Voz le despertó. Exigía lo suyo y por su suerte, la secuestrada estaba de buen humor.

- ¿Cómo estás hoy? - Quiso saber Voz

- Contenta, ya no duele tanto, soltar las cosas ayuda a que se vayan.

- Entonces podrás responderme una pregunta, así que dime,  Si todo era tan perfecto, ¿Qué podía fallar?

- Eso me habría gustado saber a mí, no se cuál fue mi error. Supongo que el hecho de confiar en ella.

- Siempre le estás echando la culpa y parece que no eres capaz de asumir tus equivocaciones.

- No, la culpa no fue suya.

- Entonces, ¿De quién?

- Carlos.

Esta vez Kora prosiguió sin que se lo pidieran, aún sabiendo lo doloroso que podía resultar.

El SecuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora