El Secuestro

Tormenta

Estaba emocionada, llevaba tiempo deseando llamarla "Novia". No es que cambiara mucho la cosa y puede que para muchos sea solo un titulo, pero me gustaba como sonaba esa palabra. 

Al principio todo iba bien, de hecho, seguía todo igual. El día 14 de setiembre cumplíamos un mes de relación oficial, y ella me hizo un juego en el cual, yo tenía que buscar lugares especiales para nosotras a partir de una tarjeta. En esos lugares había una frase que definía nuestra relación, de hecho hay una que me marcó especialmente: "Ella es el mejor amor que he tenido nunca", extraída de una de nuestras canciones titulada Fly on the wings of love (vuela en las alas del amor). El juego acababa en su cama, rodeada de velas. Velas que se apagaron al encender una llama mayor, la de nuestra pasión. 

Todo parecía perfecto, pero una fuerte tormenta se acercaba. Carlos y Alex empezaron a hacerme bromas pesadas, hasta el punto de sospechar de su amor. No podía creerlo, pues las faltas de respeto eran casi diarias. El día que decidí "revelarme", ella se enfadó mucho conmigo, y no se daba cuenta de que era todo idea de Carlos, que por otra parte le comía la cabeza cada noche con la idea de que yo no podía marchar con ellos, a pesar de estar dispuesta. Todo el amor y cariño pasó a ser peleas y odio. Realmente me sentía odiada por mi novia, cuando siempre lo daba todo por ella, mi tiempo, mis sueños, mi vida. 

La situación duró un mes más y termino cuando se hizo insostenible para mí. No aguantaba más y decidí fumarme un porro a pesar de haberle prometido a Alex que no lo volvería a hacer, pero era eso o la muerte. Ella se enteró por una foto que vio, y decidió dejarme. Intenté recuperarla por todos los medios, pero ella no quería saber nada de mí. En ese instante oí el ruido más espantoso que existe: el de mi corazón rompiéndose.