¡Casados!

Trece

Sakura y Sasuke bostezaron casi al mismo tiempo llamando la atención de todos los demás. Naruto dejó que su porción de arroz cayera de sus palillos hasta su plato.

-¿Aun tienen sueño, tteba...?

-Cállate, Naruto, nosotros estamos despiertos desde más temprano. –se defendió la Haruno mientras le daba un pequeño sorbo a su té. Sasuke quiso asentir pero incluso eso le provocaba pereza, simplemente abrió solo un poco sus ojos cansados para mirar a donde apuntar los palillos.

-Espero les guste el desayuno, mi esposa no suele cocinar bien.

-¡Tú que sabes, viejo amargado!

-Tú también estás vieja. –se defendió el hombre mientras estiraba la mano para alcanzar una rebanada de pan.

Naruto parpadeó escuchando la pequeña pelea... ¿Sasuke y él se veían asi cuando discutían? Qué extraño era también pensar en ellos dos como una unidad, pero le gustaba. Le gustaba ver al moreno y pensar que las cosas ya estaban mejor. Si, habría problemas, muchos problemas, la simple mirada de su sensei lo corroboraba. Ellos dos habían elegido el camino difícil pero estando juntos... quizá tendrían una oportunidad.

-Por cierto, ttebayo... -su mano se acercó con total confianza hasta bajar el cuello de la camisa de Sasuke. -¿No te había dejado un marca aquí?

-¡Naruto, estúpido, no digas eso! –su reacción fue ocultar su cuello de nuevo a pesar de que efectivamente ya no había una marca.

-Pero recuerdo que te mordí y...

-¡Ya me la quité!-le interrumpió. - Y no quiero que lo vuelvas a hacer ¿escuchaste? –murmuró.

-¿Cómo te la quitaste? –preguntó sorprendido.

-¡Yo le ayudé! –se apuntó Sakura. –Por eso tenemos sueño. Sasuke me despertó desde la madrugada para ayudarle a desaparecerla. Para la próxima, elige un mejor lugar... -le indicó con gesto molesto.

-¿Un mejor lugar? ¿Hacerlo en la cama no está bien, ttebayo?

-Me muero... -susurró Sasuke en medio de los dos.

-Hablo del cuello de Sasuke. No le gusta. Créeme, yo...

-¿Cómo vas a saber tu mas que yo sobre eso?

Todo quedó en silencio luego de esa pregunta. Los ojos de Sakura se abrieron por la sorpresa y parpadearon confundidos. Incluso el par de viejitos se miraron cómplices apostando en silencio.

-Pe... perdón...

-¿Cómo vas a saber tu mas que yo sobre eso? –repitió con una extraña seriedad en sus facciones. Sasuke, muerto de la vergüenza, simplemente dejó caer su rostro hasta ocultarlo entre sus brazos sobre la mesa.

-Sasuke y yo somos amigos ahora y una chica sabe, gracias a su sexto sentido, lo que...

-Yo soy su amigo desde hace más tiempo que tu y por supuesto, su esposo.

-¿Qué demonios? –se preguntó Sasuke sin valor para levantar la cara pero escuchando cada palabra.

-Naruto, te estás comportando muy raro.

-¿Si? –su voz chillona regresó. –No me di cuenta... jeje...

-Anda, ese eres tú. –Sasuke asintió mentalmente listo para levantar la cara. –Como decía, a Sasuke le gustaría que la próxima vez tuvieras el tacto para...

-Sasuke puede decirme las cosas él mismo, Sakura, después de todo, es entre él y yo.

Mejor quedarse en esa posición. Sus manos palparon la mesa hasta encontrar sus palillos y bajando el plato hasta sus piernas comió asi, con la frente pegada a la mesa. Al diablo los modales, debía cuidar lo poco de orgullo que le quedaba.