Catorce

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A este capítulo le quiero llamar: El comienzo.

Me puse a leerla toda, toda la historia y no he hecho mi tarea para hacer este capítulo. Es muy importante para mí.

Gracias a los miles de comentarios, votos y charlas por el buzón, quiero creer que ha sido una buena elección de tema. Esta es una mis historias favoritas, fue un reto y aunque NO soy tan buena como mis ídolos escritoras de Fanfic's, creo que lo superé.

Claro, todo fue gracias a ustedes.

No me he comportado como la escritora que inició aquí en este lugar llamado Wattpad. De hecho, hay muchos capítulos en los que no agradecí sus comentarios y eso es imperdonable, uno debe ser muy agradecido y siempre emocionarse. Créanme que me resulta emocionante cada vez que presiono "publicar", me muerdo las uñas esperando sus lecturas.

En fin.

El comienzo. 

El sol no lograba traspasar esas cortinas corridas de un extremo a otro. Todo olía a tierra mojada y una extraña sustancia que solían esparcir por todo el suelo. Apenas si podían percibirse sus rostros pero era mejor así, nadie en la aldea debía enterarse de sus tratos.

-Y entonces, has confiado tus últimas esperanzas en mí.

-Pues... si...

-Debes estar muy, pero que muy necesitado.

-Bueno, es un Uchiha. Los Uchiha no son fáciles de manejar. Por lo menos, no éste.

-Sí, lo sé, lo sé.

-¡¿Me vas a ayudar o no, ttebayo?! –golpeó la mesita de madera haciendo saltar levemente la macetita que contenía a unos tulipanes amarillos.

-¡Uy! Desde que te juntas con él te has vuelto muy pesado. –se acomodó su mechón de cabello rubio para seguirlo viendo. –A ver, debes decirme cómo sucedieron exactamente las cosas.

-¡Pero si Sakura ya te lo dijo, ttebayo!

-¡Sí! Pero el chisme completo lo tienes tú.

-¡Bien, bien! –no había de otra.

-Hicieron el amor, ¿luego qué pasó?

-Pues... a la mañana siguiente, mientras desayunábamos, noté que Sasuke ya no tenía la marca que le había hecho al anochecer, asi que le pregunte cómo se...

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Lo suyo era el espionaje nocturno. De ahí que su traje fuese de tonos fríos. Sin embargo, el día no tenía porque ser una dificultad. Cual sombra, parecía moverse junto con el viento, saltando de edificio en edificio, buscaba detenerse únicamente entre los lugares más recónditos de las estructuras. Reduciendo el uso de chakra a lo más mínimo, se fue acercando con extrema precaución hasta a las oficinas del consejo de ancianos.

Dentro, el aire se tornaba más fresco, adhiriéndose al techo con ayuda de su chakra, Sasuke llegó hasta la oficina de Danzo. No podía acercarse mucho o se delataría, además, ese anciano le daba mala espina. Concentrándose un poco más, intento escuchar por sobre la puerta.

-Esto no es juego, Danzo. Son niños que se están educando como ninjas.

-¿Te parece que sean niños? Son un Uchiha y la maldita bestia que destrozó nuestra aldea.

¡Casados!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora