Shin Dong Woo llevaba ya seis semanas trabajando en el rancho para turistas Doble H, cerca de Tombstone, pero el árido paisaje del sureste de Arizona le seguía pareciendo tan poco acogedor como el de Marte.
Acababa de regresar hacía un par de días de Jacobsville, donde había ido para asistir a la boda de su hermana Arin con JungKook. Era desde luego un enlace bien extraño y repente Arin, sobre todo teniendo en cuenta que durante los últimos seis años, JungKook se había negado incluso a dirigirle la palabra a Arin después de que ella hubiera roto su compromiso, pero, en cualquier caso, no era asunto suyo. Por el modo en que Arin miraba a Kook resultaba obvio que aún lo amaba, y estaba seguro de que él tampoco había dejado de quererla, así que tenía confianza en que fueran felices y se reconciliaran definitivamente.
Seunghee y Baro también habían ido a la boda, naturalmente, y a Cnu le había aliviado ver que la atracción por la joven había pasado. Se había sentido algo deprimido cuando ella admitió que estaba enamorada de Baro, pero de algún modo siempre lo había intuido, así que el golpe no fue tan grande como podía haberlo sido, y lo había encajado con bastante dignidad.
Sin embargo, aquello lo había hecho reflexionar respecto a sus relaciones con el género femenino. Se preguntaba si alguna vez llegaría a saber lo que era el amor, lo que era sentir algo más que pura atracción física. Claro que cuando uno menos se lo esperaba, aparecía la mujer que ponía el mundo del hombre patas arriba aún contra su voluntad, y, en el caso de Cnu, el nombre de esa mujer era Tn: tan vulnerable, tan solícita....
En ese momento vio en lejanía acercarse a un Sandeulete. Cnu entornó los ojos tratando de distinguir de quien se trataba. Mentían quienes decían que el calor seco era más que el húmedo: el sudor le caía a raudales por el moreno rostro, y tenía empapada la camisa. Se quitó el sombrero un momento para secarse la frente, con el dorso del brazo, y se quedó mirando la vasta extensión, con las montañas en el horizonte.
Había salido en busca de unos terneros extraviados, y estaba cabalgando desde hacía rato entre la silla y las chumberas, donde la vegetación de chapotes no era tan espesa. Nada crecía en torno a los chapotes y por cómo olían, sobre todo cuando llovía, no era de extrañar.
La persona que se acercaba era Tn. Debía querer algo de él, porque en las últimas semanas solía evitarlo si podía. Era una pena que su relación se hubiera vuelto de pronto tan tirante. Al principio, nada más conocerla, le había parecido que se llevarían muy bien, pero, por la misma razón que no comprendía, ella había empezado mostrarse distante.
Por fin, se dijo, tal vez fuera lo mejor. Después de todo con lo que ganaba apenas sí le daba para vivir, y la riqueza de su familia se había esfumado. No tenía nada que ofrecer a una mujer. En cualquier caso, se sentía mal porque le daba la impresión de que la había herido sin querer. Tn nunca hablaba de su pasado, pero Cnu intuía que debía haberle ocurrido algo que la había vuelto muy desconfiada y cuidadosa en lo que se refería a los hombres. Era obvio, porque de un modo deliberado disimulaba los pocos atractivos que tenía, como si estuviera decidida a no captar la atención de los hombres.
Al principio, Cnu había sentido simpatía hacia ella, porque la veía como a una chiquilla adorable, ansiosa por asegurarse de que estuviera cómodo, llevándole una almohada de plumas y otras cosas de la casa para que se sintiera como en su hogar.
Había flirteado un poco con ella, encantado con su dulce timidez, pero pronto la gobernanta le había hecho ver que no era una niña, sino una joven de veinticuatro años que podía acabar malinterpretando sus bromas y coqueteos. Desde ese momento, Tn y él se habían tratado prácticamente como si fueran extraños el uno para el otro. De hecho, ella siempre evitaba su compañía, excepto en el baile de cuadrillas que celebraban cada quince días para los huéspedes.
ESTÁS LEYENDO
"Creyendo en el amor"
FanfictionNunca creí volver a creer en el amor, después de lo que me hizo Gongchan , pero llego CNU y todo lo que viví con el.... Es incomparable.....