Untitled Part 7

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  Al día siguiente fui a clases. Después de eso pase a ver a Noah. Empezó a preguntarme cosas cada vez más personales, hasta que le explique todo.
-No entiendo. ¿Qué hacés en Bélgica? Tu deberías estar en tu casa con tus padres. No casada.
-Ellos me casaron a los catorce. Todo el pueblo decía que tenía suerte.-Noah escuchaba alucinando. No se creía mis palabras.
-¿Te das cuenta de lo que me estás explicando? -Le dije que si. Que era "normal".-¡Normal!
Noah empezó a andar de un lado para otro. Con las manos en la cabeza, resplandor. No sabia que pasaba. Era culpa mía,seguro. Hombre grande se ponía así siempre, y siempre era culpa mía.
-¿Por qué llevas ese burka?¿el te lo ha ordenado?-Le dije que si.-¿Rezas?
-Mi marido reza por mi.-Le dije yo.
-No hablas en serio. ¿no?-Si, hablaba en serio. No sabia porque llevaba esa tela, solo se que lo que mi marido decía yo debía hacerlo.-Te enseñaré a leer. Vas a aprender. Pero en secreto ¿Estamos?

Ahí empezó mi relación con Noah. Cada día pasaba horas con el mientras me enseñaba a leer, aprendí a leer, y me empezó a pasar libros. Los leía a escondidas. Eran todos sobre el islam. De porque hay que creer, quien es dios, como rezar. Todo lo hacía a escondidas de mi marido. Guardaba todo en una caja detrás del armario. Porque sabía que el no iba a mirar ahí. Yo le lavaba, planchada y le daba la ropa.

Cada vez fui cogiendo más conciencia sobre mi situación. Veía que no era normal. Las chicas de quince años no estaban casadas. Tenían metas. Tenían una familia que las apoyaba. Y no las cedían a hombres que les doblaban la edad. "Te ayudaré a salir de esta, pero debes esforzarte mucho, Anbar" me repetía siempre Noah.

Llegaron mis dieciséis años. Ese día hombre grande estaba feliz, por una razón que desconocía. Yo también estaba feliz. Noah, me hbiba prometido que al hacer dieciséis años iba a hacer mi "shahada". Eso quería decir ser musulmana de verdad. "Cuando hagas dieciséis años podre sacarte de esa casa,Anbar." siempre recordaba esas palabras. Eran lo que me mantenían viva. Las que me daba fuerza para seguir fingiendo. Pero hombre grande tenia otros planes.
-Hoy, nos volvemos al pueblo, piel morena.-Me dijo antes de irse.-Saca ese vestido. El blaco¿te acuerdas?

Como os podréis imaginar mi mundo se me vino encima. No iba a ver más a Noah. No iba a cambiar mi situación. Es más. Volvía al pueblo. Volvería a ver a mis padres. A mis amigas. Per ya no quería restregar les mi situación. No quería presumir de nada. Sólo quería escapar de manos de hombre grande. Y lo iba a hacer. Si no fuera por la cerradura. Me había encerrado. Ahí se acababa mi mundo.  

Me llamo piel morenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora