Muchas chicas, sobretodo en países subdesarrollados, pasan por lo que he pasado. Donde no hay educación. Donde lo que vale es la "cultura" sufren lo que he sufrido yo. Si ya de por si duele entregar a tu hija a otro hombre. ¿No duele entregársela a alguien que no la quiere, que abusar de ella? Y si además ¿es menor de edad? ¿ y si ella sólo quería jugar con sus amigas? ¿ y si ella necesitaba que la cuidará h protegiera pero tu hiciste lo contrario?
Si, volví a mi pueblo. Pero antes de eso tu e que luchar mucho. Tuve que pasarme meses en un hospital. Aprendiendo a hablar de nuevo, a hacer ejercicio para que mi cuerpo responda a mis ordenes de nuevo. A controlar mis ganas de terminar con mi vida. ¿A quien tenía? A nadie. Sólo a Allah.
Estuve meses luchando; pero Noah estaba conmigo. Siempre estaba ahí para leerme. A enseñarme. Aunque al principio mis ganas de vivir eran pocas empezaron a augmentar. Sólo verle sonreír y prometer me que todo saldría bien. En como su mirada escondía miedo. Miedo a perderme. Pero ¿sabei que? Yo también tenía miedo a perderle.
-¿Qué ha pasado?-Le pregunte una tarde en el hospital.
-Te dije que confiaras en mi.-Me dijo el siempre manteniendo la sonrisa.-Ya había avisado a la policía. Sólo necesitaban pruebas. Y esa noche al estar encerrada hice que vinieran. Cuando llegamos tu ya estabas en el suelo inconsciente.
-¿Y ahora que será de mi?-Noah tenia la morada triste.
-Vivirás tu vida, como mereces.- añadió el.
-¿Donde y con quien? No tengo a nadie.-Noah empezó a llorar.
-Dios proveerá. Ten fe, por favor.-Pero yo insistía. Había estado toda mi vida dejando mi destino en manos de otras personas. Callada. Era mi derecho saber.-Te deportarán. Vuelves a tu pueblo.Esa conversación terminó ahí. Estuve unos meses más tarde recuperando me. Y llegó el día en que mi avión ya salía. Volvería a mi pueblo. Noah me acompañó.
-¿Llevas todo,no?-Me decía él. Mirando las maletas.
-Vaya donde vaya, te esperaré.- Le dije finalmente. Nos despedimos y empecé mi nueva vida.Llegue a marruecos de noche, un taxi se ocupó de llevarme hasta mi pueblo. Llegue de buena mañana. Los del pueblo ya sabían que volvería. Me esperaban en la puerta del pueblo.
Todas mis amigas habían crecido, algunas se habían "casado" a la gran ciudad. El pueblo era más miserable de lo que recordaba. Me encamine hacia "mi casa". Me parecía más pequeña de lo que la recordaba.
-Tu madre murió de pena. Unos meses después de irte. Tu padre murió hace unos meses.-Se encargó alguien de informarme.
-No me queda nadie entonces ¿No?-No podía creerme que después de todo lo que ha ia vivido iba a tener ese final.-Me tienes a mi.-oí una voz. Si, Noah.
Ese día había terminado mi historia donde la empecé. Noah me acompaño a la tumba de mi madre donde deje el vestido. "Te lo perdono todo, descansa en paz" le dije a ese puñado de tierra. "Y a ti también, aunque nunca hiciste de padre." le dije a la tumba de mi padre.
¿os preguntaréis si soy feliz? Lo soy en parte. Pero lo que he vivido no se olvida. Con Noah he aprendido a ser feliz, a querer y que me quieran. He aprendido a que en el islam tengo mis derechos. Sigo llevando burka, pero no por Noah. Por mi.
Allah no nos ha concedido hijos. Esa era una de las grandes consecuencias que dejó en mi "hombre grande" pero tenemos hijos. No son nuestros, pero les protegemos y les queremos como si lo fuera. 4 preciosos hijos. Que no correrán la misma suerte que yo.Cada noche al dormir sueño con hombre grande y sus manos. Pero ahí está Noah, para poner sus brazos a mi alrededor y calmar mis llantos.
¿Mi consejo? No te calles. Mereces mucho más. No dejes que tu "hombre grande" diga lo que está bien o mal. Pregunta, lee, aprende ¡Se libre! No te calles si no tienes lo que merece. A todo esto, sed felices.