Cada día descubría algo. Era un mundo diferente. Y un día mi marido llegó con una noticia; iba a empezar a estudiar. Yo, a un colegio. Iba a dejar de ser tonta. "sí, piel morena, me obligan a llevarte." Me dijo esa noche. "No te creas nada, estos son europeos. Nosotros somos musulmanes".
Ahí estaba yo preparada para mi primer día de colegio. "ponte esto" Me dijo hombre grande dándome una vestimenta que no había visto nunca. "Es un burka. Solo yo debo verte" Cogí esa tela, y la miré. Era verdad, hombre grande me sacaba solo cuando no había mucha gente, y si salíamos era porque debíamos a hacer algo importante.
Mi primer día en el colegio me di cuenta de que era un colegio religioso. Había muchas chicas vestidas como yo "Entonces es verdad que esto" Pensaba para mi. Mientras veía a muchas de ellas menos tapadas. "pobres, son tan mayores y no están casadas." Pensaba para mi. Si no van tapadas es que no tienen a nadie que las proteja. Esa era la idea que tenía del matrimonio. "Teno suerte con hombre grande"
Mi primer día me di cuenta de que hombre grande tenía razón, era tonta. Todas sabían leer, escribir. Menos yo. Así que solo me senté a ver como las demás estudiaban, yo ya no podía llegar tan lejos. Estuve tres horas, y vi como todas empezaron a salir. A comer. Yo no había traído nada, así que me quedé sentada en un rincón, esperar a que hombre grande apareciera.
-¿Eres Anbar?-Un chico estaba de pie delante de mi, y me puse nerviosa.
-No.-Le dije. Yo era piel morena.
-Perdona, me presento. Soy Noah.-No levanté la vista. Sabía que si apareciera Hombre grande me lo haría pagar.-Siento molestarte. Soy converso. Y quería hacerte unas preguntas..
-Perdón, le debo fidelidad a mi marido-Le dije mientras me levantaba, intentando no caerme con el burka.
No sabía donde ir, pero justamente volvió a sonar una alarma y todas las chicas volvieron para adentro. Y yo las seguí. Dejé a Noah detrás. Ni siquiera miré. Sabía que me traería problemas, y ya llevaba una temporada con mi cuerpo curado. Y no quería más marcas.
Ese día nada más salir del colegio, me encontré a Hombre grande con Noah. Mi corazón se paró en seco. Y me acerqué a ellos, en tensión, por si hombre grande levantaba la mano hacia mi, poder tensar los músculos y que me duela lo mínimo.
-Sí, mi prima es del pueblo. Ya sabes, no saben leer.-Oí decir a hombre grande.
-La cambiaré de clase entonces.-Oí decir a Noah. Hombre grande me hizo un gesto para que me esperara más lejos