Después de un suspiro, quizás de alivio, me quede contemplando la vista a través de la ventana. Había conseguido un bonito departamento en el sexto piso a un precio considerable para la zona, me costaría pagarlo, pero la vista era bellísima, podía apreciar una pequeña parte de Nueva York, nada había parecido cambiar.
- ¡Ayuda! -Grito mi antigua amiga, siendo algo dramática -Maya, ¿Podrías ayudarme?
Reí, viendo que podía verme negué con la cabeza - ¡Por supuesto... ! -Deje la frase al aire, Riley sabía que iba a amar aquel departamento, pero de igual manera me hubiera gustado ser su vecina, dos pisos más abajo había un departamento disponible - ¡No!
Me miro cansada y como pudo intento dejar las cajas en el suelo, fallando rotundamente dejándolas caer sin cuidado alguno, la mire alzando una ceja.
-Bien... -Dijo extendiendo la e, salto ambas cajas quedando al frente empezó a mover los brazos - ¡Eran las ultimas cajas! -Miro hacia atrás, me volvió a ver con pena - ¡Bienvenida!
Antes de que pudiera decirle algo corrió hacia mí, salto para así unirnos en un abrazo.
-Te extrañe y... -No dejo que terminara cuando sentí sus intenciones, quería seguir desviando la atención haciéndonos caer, deje que lo hiciera -Esas cajas no tenían nada que pudiera romperse.
Ella sonrió y sus mejillas adquirieron un tono rosáceo, muy bajito dijo -Lo siento -Iba a decirle un comentario sarcástico, pero vi su mirada -Maya...
-No, Riley, no quiero hablar... -La interrumpí, aun no quería tener la plática.
Un golpecito en la puerta nos interrumpió, Riley no había cerrado.
Cuando dirigí mi mirada a la puerta, sentí como si me faltara el aire, voltee a mirar a mi amiga, ella rehúyo de mi mirada. ¿A caso ella sabía que él estaría aquí?
Iba a protestar, pero su voz se hizo presente - ¿Riley? -Dijo con una tonada de duda, como si no pudiera creerlo - ¿Maya?
Al escuchar mi nombre salir de su boca sentí nuevas sensaciones, el aire ya no me faltaba. Su voz había cambiado se escuchaba más rasposa, más madura, aunque apenas había podido escuchar su llamado, sonaba tan incrédulo.
-Hola Lucas -Hablo Riley, seguía a mi lado por lo cual pude sentir como se puso rígida, su voz salió como un susurro nervioso - ¿Cómo has... ?
No termino de hablar cuando nuevamente su cuerpo reacciono, esta vez opto por una pose a la defensiva y su mirada reflejaba fastidio. Por lo que sabía su relación no funciono, pero pensaba que había terminado bien, siendo amigos. Ahora veo que no conozco la historia.
-Hola Riley -Hablo una voz más aguda, gire la mirada buscando a la dueña y fue cuando me percate de la presencia de una muy linda rubia, Lucas no estaba solo.
Vi la mirada de la desconocida, era feroz e intimidante, una sonrisa para nada genuina se dibujó en su rostro.
-Hola Lesly -Devolvió el saludo Riley, al voltear a mirar note una sonrisa igual de hipócrita, mi amiga se levantó con elegancia del suelo y su cuerpo intento asemejar seguridad.
El habiente se volvió tenso, ambas chicas se miraban como si tuvieran mucho por decir, pero sabían que había limites, aunque juzgando las expresiones corporales Riley parecía intimidada.
-Maya -Finalmente el ambiente silencioso y tenso fue abruptamente roto por la voz de Lucas. Al mirarlo pude notar su mirada, había algo más que incredulidad en ella. ¿A caso le costaba asimilar mi regreso?
-Hola -Respondí y aunque creí que mi voz sonaría diferente se escuchó muy bien, como si la confianza no me fallará.
La rubia a su lado, Lesly, dirigió su vista a él, su mirada se llenó de curiosidad, después dirigió su mirada hacia mí, sus gestos dieron a notar desagrado. Y como previamente había hecho con Riley le dio una sonrisa blanca forzada.
-Hola, ¿Eres nueva en el edificio? -Pregunto con voz irritante.
Lucas quien parecía ajeno a la conversación hasta el momento se removió incomodo.
-Sí, soy nueva en el edificio -Respondí y como si sintiera que debía de explicarme proseguí -Viví un tiempo a las afueras de la ciudad.
- ¡Oh! Entonces ¿Has venido a estudiar la Universidad? -Por un momento pude creer que su interés era genuino, pero su mirada analítica la delataba.
No dejaría que me intimidara -Así es, después de todo es bueno regresar a los lugares que conoces.
Lesly me dedico una mirada, sentí como me escrutaba, al final sonrió de lado -Es un placer conocerte -Dijo, después en un movimiento sutil tomo del brazo a Lucas -Vámonos Lucas.
Y aunque le dio un pequeño tirón, Lucas no se movió, su mirada estaba en mí. Y sin invitación paso a mi departamento, camino sin despegar su vista de la mía, quedo a unos pasos de mí, extendió sus manos en mi dirección, con un poco de inseguridad alcance sus palmas y con un tirón me levanto.
-Es un gusto volver a verte -Su mirada me decía que estaba siendo sincero, sin aviso alguno me abrazo -Estoy muy feliz -Dijo a escasos centímetros de mi oído, sentí como me apretaba más a él y con cuidado me alejo, sus ojos parecían dudar sobre lo que haría a continuación, sutilmente asentí, sus ojitos se iluminaron, una vez más se acercó y dejando un casto beso en mi frente se alejó.
Sentí como mis mejillas se sonrojaban.
Con una sonrisa, me soltó para acercarse a Riley, se acercó a darle un beso en la mejilla y si no fuera por la cercanía no hubiese podido ver el suave movimiento de sus labios gracias, nuestra amiga asintió y le brindo una sonrisa tímida.
-Adiós Riley -Se despidió, mientras caminaba esquivando las cajas de mudanza y al estar nuevamente a lado de Lesly volvió a hablar -Bienvenida al edificio Maya... Al parecer seremos vecinos.
Y antes de que pudiera reaccionar, tomo la perilla para cerrar mi departamento. Riley se removió, pero apenas fui consiente de su movimiento, me sentía inquieta.
- ¿Maya? -Me llamo Riley - ¿Estas bien?
Hola.
Es un gusto volver a escribir esta historia, así es, si les este capitulo orgullosamente te puedo decir que estás leyendo la corrección.
*Por favor si notan un error háganmelo saber para corregirlo inmediatamente, gracias, solo los capítulos que tengan fecha de edición.
17/11/2022
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Ella regresó |Lucaya
Fiksi PenggemarÉl tomo una decisión, no era la que ella esperaba y eso la destrozo, él escogió a la que creía que debía de ser feliz, pero era la incorrecta se dio cuenta de su error cuando ella se marchó sin decir adiós y sin señalar culpables, a él sólo le quedo...