Sehun sería el tipo de novio que se arrepentiría y dejaría el trabajo y todo para llegar al consultorio y estar con Luhan y su hijo o hija.
Estaba sentado frente a un gran mesa junto a mi socio y mejor amigo JongIn. Estábamos esperando a los demás accionistas para resolver el problema de demanda de nuestro producto.
Estaba desesperado, triste, enojado, hoy, justo la puta junta tenía que ser hoy, este día iba a ser especial, hoy veríamos a nuestro hijo pero lamentablemente no podría.
Quería gritar de impotencia, no sé en qué momento empecé a golpear mi cabeza contra la mesa.
—¡Joder Sehun! —gritó Kai— ¡Luhan y tu hijo están esperándote!
—Quiero ir pero me tengo que quedar en esta junta de mierda —necesitaba estar con Luhan pero si no estaba en la junta me podrían despedir.
— ¡Van a ver a tu hijo por primera vez, a la mierda la junta! —se levanto y me obligó a pararme— ¡Tú tienes que estar presente, esto es importante para los dos!
Joder, JongIn tenía razón, verían a mi hijo, decepcione a Luhan, esto es importante para los dos. Como mierda le dije que no iría. A la mierda el trabajo.
— T-Tienes razón... — tome mi saco y mis llaves— ¡Mierda, tengo que correr!
Baje por el ascensor rápidamente. Tenía que llegar, no podía perderme este momento.
Subí a mi auto y conduje a la mayor velocidad; tres cuadras antes de llegar al consultorio me encontré varado en un gran taco.
— ¡Por la mierda avancen! —hice sonar la bocina incontables veces— Necesito llegar...
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Importándome muy poco salí del auto y empecé a correr, tenía que llegar, voy a llegar.
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Me dolían los pies, empuje a mucha gente en el camino pero por fin, a una calle, frente a mi vista estaba el consultorio, tan cerca y tan lejano. Incrementando fuerza a mi maratón personal, llegue. ¡Joder llegue!
