Capítulo 3 NY, NY

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Me levanto, como todos los dias de la semana, a las seis y media  de la mañana.
Me ducho, me seco y aliso el pelo, me pongo el uniforme, cojo la mochila y bajo a desayunar. Esa es mi rutina diaria. Hoy porfin voy a casa, Nueva York, te hecho de menos. Diría que a mis padres también, pero este fin de semana, tampoco van a estar en casa, asi que mi hermana y yo, tendremos la casa para nosotras solas. Ella seguramente traera algun tio, y yo seguramente apareceré a las tres de la madrugada borracha, es lo que hacemos siempre cuando ellos no estan. Mientras planeaba mentalmente mi fin de semana y a la vez desayunaba, una mano se posó sobre mi hombro, haciendome olvidar lo que estaba pensando. Adivinad, Tyler.

-Hombre, buenos dias Tyler - Dije irónica.

-Buenos dias muñeca - Me dijó el.

-Sabes que odio que me llames asi - Le reproché

-Lo se, por eso lo hago - Me dijó divertido.

-Bueno, ¿a que se debe tu maravillosa presencia? - Le pregunté antes de darle un sorbo a mi té de frutas del bosque.

-¿Este finde te vas a casa? - Me preguntó

Asentí en respuesta y me dijó:

-Genial, porque yo también, y como tenemos el trabajo pendiente, podemos hacerlo.

-Bien Tyler, si te hace tantísima ilusión, lo haré por ti - Le volví a decir irónicamente.

-Esta bien muñeca, nos vemos ahora en clase - Me dijó antes de guiñarme el ojo y volver a su mesa.

De verdad, este chico me vuelve loca, pero no en el sentido de que me gusta, en el sentido de que me pone histérica que me llame muñeca y que se crea superior a todos. Pero la verdad, resulta ser un buen chico, desde el otro día, cuando lo de Trevor, no hemos dejado de hablar, incluso nos hemos ganado unas cuantas visitas a dirección por no estar prestando atención en clase. Y así fué, como nos fuimos al patio la primera hora, porqué el maestro de física estaba enfermo, y nos pillaron, y ahora estamos en dirección.

-Señor Smith y señora Becker, ustedes dos saben demasiado bien que si falta un maestro deben quedarse en el aula y que una persona vaya a buscar al profesor libre de ese momento, una vez más, y les pondré un castigo - Nos dice el director

Nosotros dos asentimos y salimos del despacho, y entonces Tyler me dijó:

-¿Nos saltamos la última clase y vamos a la azotea?

- Claro - Le respondí riendo.

El dia pasó rápido, las clases del viernes eran muy ligeras, tan solo matemáticas, física y historia eran un poco pesadas, aunque hoy sólo hice la clase de matemáticas, pues el maestro de física no estaba y en la hora de historia estaba en la azotea con Tyler.

-¿Asi que te perdiste en Central Park con 7 años? - Le dijé riendome.

- Si, soy tonto desde ya bien pequeño, créeme - Me dijó el.

-Lo creo, tranquilo - Le dijé divertida.

-Bueno Alice, ¿asi que eres anti fresitas? - Me preguntó el.

-Exactamente - Dijé yo.

-La verdad, físicamente eres como ellas, rubia, con buen cuerpo, atractiva, lo único por lo que se nota que no lo eres es porque no llevas tacones ni todas tus prendas de color rosa - Me dijó el gracioso.

Un momento, ¿Tyler me ha llamado guapa? ¿De verdad? ¡Woaw! El chico más sexy de todo el instituto me ha llamado guapa. ¡O Dios! ¡Callate subconsciente! Ya se me esta empezando a pegar la tonteria de las fresas.

Un Infierno Llamado BerkleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora