Capítulo 6

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Narra Marinette.

Un paisaje bellísimo se pintaba a mi alredor. Tenía la mirada puesta en el piso, topándome con un montón de flores amarillas que se esparcían en todo el lugar soltando un polen con el que me daba un picor en la nariz y eso me producía ganas de estornudar.

Alcé la mirada con la intención de descubrir qué más había en ese lugar similar a un paraíso. Lo que vi en ese instante me dejó impactada, sin aliento. Volvía a ver después de algún tiempo aquél traje negro junto a esa cabellera rubia meneándose por culpa del viento.

—¡Chat Noir!— fue imposible no gritar de la emosión.

Con un molesto efecto de cámara lenta su rostro volteó a verme, llevando como siempre esa enorme y pícara sonrisa que hizo mi cuerpo completo temblar.

—My Lady.

Bastaron esas dos palabras para formar un nudo en mi garganta. Deseé con desesperación lanzarme a sus brazos y apretarlo fuertemente, pero al minuto de intentarlo él se movió y me caí directo al suelo. Ahora, esperaba como mínimo su mano extendiéndose hacia a mí para ayudarme y en lugar de eso vi su rostro más serio que nunca.

—Despierta, My Lady.

***

Un gran grito retumbó en cada esquina de la habitación. Un sueño, eso no había sido más que una lastimosa fantasía creada por mi mente vista en la necesidad de sentir a Chat Noir cerca de mí.

Di un largo que suspiro. Necesitaba calmarme ya mismo o quién sabe qué cosa podría pasarme; estaba sudando frío y mis manos temblaban, lo que no significaba una buena señal.

Volví a la realidad minutos después y recordé que tenía que conseguir información como fuera y de quien fuera, por lo que me levanté mientras aún temblaba y reuní cualquier diario que hubiera en la casa para darles una mirada. Lamentablemente ninguno lograba llamar mi atención, hasta que un título saltó ante mis ojos.

—"¿Hasta cuándo seremos atacados?"— leí en la portada de un periódico.

Al abrirlo claramente se trataba de los pobres akumatizados que atacaban la ciudad, pues vi de inmediato rostros como los de Lady Wifi, Timebreaker, Bubbler, y al lado de las imágenes se hayaba la opinión de una periodista:

"Ya sabemos desde tiempo atrás que París está condenado a recibir visitas de extrañas criaturas. ¿Quién la envía?, no lo sabemos, pero sí tenemos conocimiento de quiénes nos salvan de ellas".

Cambié la página antes de que hablaran de mí y Chat Noir.

"Pero últimamente han habido casos donde nadie ha acudido a ayudarnos. Desde que los dos denominados 'akumas' causaron la muerte de..."

—Espera...— dije volviendo a leer —¿¡Dos akuma!? ¡Sólo era uno!

Confundida y nerviosa, debía seguir leyendo. No era capaz de procesar ni aceptar eso.

"... causaron la muerte de Chat Noir, han sido reconocidos por la gente como 'El maestro de la teliquinesia y su compañero'. El primero, tal como dice su nombre, es un experto controlando objetos o incluso personas con su mente y es quien actúa al momente de atacar a alguien. El segundo no ha sido reconocido particularmente por nada, sólo se le ve allí parado acompañando al anteriormente nombrado, aunque algunos aseguran que no haberlo visto durante los ataques".

—No entiendo nada...— susurré para mí misma —Tikki, sé que estás mirando, ¿qué me puedes decir de esto? Yo no he oído nada de nuevos ataques, sabes que hubiera asistido al lugar sin importar mi estado de ánimo sabiendo que hay civiles en peligro.

—También estoy confundida Marinette— oí su respuesta un poco temblorosa —Mi sensor de akumas ha estado alterándose como loco, pero creí que era un error. Ahora, con esto, no sé qué pensar.

Sin obtener respuestas que resolvieran un poco el revoltijo que se había formado en su cabeza, observé un pequeño cuadro de color rojo marcado en una página del periódico como si fuese mi salvación.

"Al parecer estos enemigos siguen un patrón para saber dónde atacar. Calculando el tiempo que se demoran entre cada ataque y la posición de los lugares en los que han estado, esta noche correspondería que fueran bajo la torre Eiffel. Por favor, no se acerque".

Tu pérdida |MLB|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora