Capítulo 11

2.2K 219 45
                                    

Narra Adrien.

Hawk Moth... Nuestro más grande enemigo, por fin se aparecía en persona. Tenía ganas de atacarlo sin compasión alguna, por haber causado esto y atormentar el tranquilo París que conocíamos años antes. Pero cuando intenté moverme, alguien me estaba sujetando del brazo.

Al mirar alrededor, habían aproximadamente cien hombres que parecían habernos rodeado de la nada. Y al fijar mi vista nuevamente en Hawk Moth, éste traía una gran sonrisa pintada en el rostro, lleno de gozo.

Pero evidentemente, ni yo ni Ladybug nos quedaríamos quietos.

—¡Chat Noir!— oí la voz de mi compañera llamándome —Los que nos rodean no son más que ilusiones. ¡Debemos encontrar a los verdaderos rápido!

Poniéndonos en acción, ella con su reluciente yo-yo y yo con mi plateado bastón, logramos eliminar varias ilusiones, mientras que en un desesperado intento de escapar los verdaderos akumatizados comenzaron a subir por la torre Eiffel. Y evidentemente los seguimos, ya que nuestro mayor objetivo era vencerlos. 

Desatándose así una batalla en la altura, donde ambos enemigos no se dejaban vencer, no esperábamos que Hawk Moth también entrara en el juego. Fue cosa de segundos, algo rápido. El maestro de la telequinesia tomó control sobre mi cuerpo, me hizo botar mi bastón y el ilusionista, haciéndonos creer que nos hallábamos sobre la torre Eiffel, nos demostró que eso era una mentira.

Apenas logramos darnos cuenta de que estábamos cayendo, maldiciendo a la gravedad. En un intento desesperado Ladybug lanzó su yo-yo hasta la verdadera torre, extendiendo su mano hasta a mí, que me hallaba desarmado. Ahí, dependiendo de un cordel, Hawk Moth se colocó frente a lo único que nos aferrábamos.

—O me entregan los Miraculous sin más preámbulos— habló nuestro enemigo con una voz ronca —O los dejo caer a ambos.

Permanecimos en silencio a medida que el cordel parecía querer romperse. Ninguno de los dos íbamos a ceder, no le regalaríamos nuestro triunfo, pero tampoco sabíamos qué hacer.

—My Lady... Déjame caer— dije, pero sentí como su mano me sujetó con más fuerza —Si yo no estoy, tendrás una oportunidad de permanecer aquí arriba y vencer.

—Chat Noir, no digas esas cosas ahora— la escuché hablar totalmente decidida —No te soltaré, eres mi compañero. Ya te perdí una vez y no quiero que eso vuelva a suceder..., fue demasiado doloroso.

—Vamos, estaré bien— reiteré, intentando zafarme de su agarre —Después de todo los gatos siempre caen de pie.

Esas fueron las últimas palabras que le dirigí antes de poder soltarme por completo. Lo que no esperaba era que ella insistiera en sujetarme, y entre un grito, en vez de tomar mi mano por accidente tomara mi anillo. Ahora realmente veía mis esperanzas perdidas, cayendo desde lo más alto siendo solo un chico normal.

—¿¡Adrien...!?— pude escuchar entre la oscuridad —¡¡Adrien!!

Cerré los ojos. Creía que lo último que oiría sería la voz de mi amada Ladybug, pero al estar cerca del suelo, algo amortiguó mi caída, aunque apenas me fijé en ello. Luego de sentir mi anillo caer, mi mirada estaba clavada en lo que sucedía con la peliazul, pues no tuvo el tiempo para escapar y ya no era sólo Hawk Moth quién la acorralaba, sino otros más. Entre todos la amarraron y le taparon la boca, alcanzando a ver como André la cargaba para llevársela.

—Oh no, no ¿q-qué hice?— me pregunté, notando como todas las luces de la ciudad comenzaban a apagarse y al mismo tiempo una lluvia comenzaba a marcar presencia.

Pero a mi alrededor la lluvia se detuvo, algo me estaba cubriendo.

—¿Estás bien?— escuché a mi lado, girando la cabeza y topándome frente a frente con Nino sujetando un paraguas —Esa caída debió ser duda incluso para Chat Noir.

—¿Eh?— musité confundido, dándome cuenta de que a su lado también estaba Alya un poco más seria —¿Cómo es que...?

Vi una sonrisa burlona formarse en su rostro, mientras que daba un pequeño golpe en mi hombro.

—Vamos, amigo. ¿Creías que podías desaparecerte así como así y nadie haría nada?— habló, aunque pronto su semblante adquirió cierta seriedad —Nadie se quedó quieto.

—Nino, podemos hablar después—interrumpió Alya, manteniéndose preocupada —Todos acabamos de ver como se han llevado a mi mejor amiga, ¿no? 

Levantándome del suelo de una vez, asentí tristemente. Los tres tuvimos durante un rato la mirada perdida. La noche se estaba tornando fría, pero eso no nos hizo movernos de allí.

—La rescataremos— solté determinadamente, intentando no decaer por el sentimiento de culpa —He errado muchas de mis acciones, una tras otra. Pero ya basta de vacilar, no tengo tiempo para eso.

Sujetando mi anillo entre mis manos, recibí la mirada de aprobación por parte de mis amigos.

—Sea quien sea Hawk Moth, lo derrotaré— declaré.

Tu pérdida |MLB|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora