Capítulo 9

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Narra Adrien.

Estaba confundido, pero no quería demostrarlo. Tenía que investigar cómo ocurrió todo esto, y si esa Ladybug que se mostraba ante mí era real. Tenía miedo de volverla a perder sin siquiera tenerla realmente; estaba comportándome con desconfianza, pero su "muerte" me dolió demasiado.

Lo peor era que incluso sospechando que ella no fuera de verdad, no podía evitar sonreír. Estos días probablemente no me han servido para nada, no aprendo, no soy capaz de procesar que ella no me quiere. El problema era que yo a ella sí, y lo seguiría haciendo aunque debiera aferrar mis sentimientos a una ilusión.

Por instinto me había dirigido a la biblioteca de la ciudad, ya que sería un lugar silencioso, deshabitado por las noches, y además de fácil acceso, ya que soy Chat Noir.

—Bueno, creo que el lugar tiene una entrada por la azotea...— dije con incomodidad —Así que sólo debemos subir ahí y entrar.

No recibí respuesta alguna, por lo que asustado me vi obligado a voltear. Tuve miedo de no verla allí, pero con lo que realmente me encontré causó una impresión de mucho más impacto. Me había seguido, a pesar de todo continuó conmigo...

—Perdón por no responder— la oí decir —Quise hablar, pero las palabras no salieron.

Lo poco que se me permitía ver de su rostro por culpa de la máscara, estaba totalmente rojo. Daba la impresión de que sus mejillas ardían, aunque yo no podría darle una explicación lógica a eso en este momento.

—¿Q-Qué pasa?— pregunté nervioso y extrañado —Estás comportándote de forma extraña. Cambiaste de actitud.

Intenté mantenerme alerta en caso de que sucediera algo extraño. Quité de mí el nerviosismo y le di paso a la seriedad, parándome rígidamente.

No sé cómo, pero sus brazos de repente se encontraron rodeándome. No tenía fuerza, estaba temblando entre la confusión y las ganas de llorar.

—Lo siento, yo... No tengo idea de lo que pasa— dijo ella escondiéndose entre mi pecho —Intento mantenerme fuerte, pero este tiempo fui demasiado dura conmigo misma y mis emociones. Siento que es inútil haberte buscado tanto, llorar por ti y ahora portarme así de indiferente.

—Tienes razón— contesté aún dudando de cada acción —Sé lo que sientes, miedo, desconfianza y un montón de sentimientos negativos. No creo poder hablarte con plena sinceridad hasta saber con exactitud que está pasando.

Mis brazos junto con mi corazón rogaban por corresponder al abrazo, pero mi mente repetía una y otra vez "esto es imposible", por lo que la aparté y volteándome seguí con mi plan de entrar a la biblioteca.

Ella no quiso entrar y me pareció muy evidente el por qué. Temblaba al intentar tomar un libro o un simple papel de periódico, estando en la incertidumbre de qué hacer y qué no hacer.

—Lo siento, lo siento...— susurré mientras buscaba con desesperación papeles que me dieran una pista —Todo ha sido duro, perdí a My Lady, huí de casa, dejé la preparatoria...

Mi boca tenía planeado hablar y hablar en un intento de desahogo, pero una entre tantas noticias hizo que me detuviera. Sin duda la portada era muy llamativa, llena de colores. Al leer el título podía darme cuenta de que lo que se trataba, "el circo pobre del fracaso". La imagen bajo el titular mostraba a dos hombres, ambos con máscaras, aunque mi instinto aseguraba que uno de ellos no era nadie más que el propio André, el causante de todo esto.

Este circo pobre ha sido reconocido a través de todo el país por las increíbles habilidades de sus dos únicos integrantes— leí en la siguiente página —Pero a pesar de su éxito, el circo terminó yéndose a la quiebra una vez que varios de sus fanáticos descubrieron los trucos tras sus respectivos actos.

Todo comenzó a encajar lentamente. Sobretodo con lo que decía en el siguiente párrafo.

—Uno de ellos, era un supuesto genio de la telequinesia y el otro fingía ser... Un ilusionista.

Tu pérdida |MLB|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora