Capitulo 9

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Me remuevo un poco en mi cama al sentir la presencia de alguien más a mi lado. Depositan un beso en mi mejilla, luego en mi frente y así sigue por todo mi rostro hasta toparse con mi oído.

-Despierta dormilona- susurra. Su voz hace que una sonrisa aparezca en mi rostro, abro mi ojo izquierdo y la veo, cierro de nuevo mi ojo. Ella ríe alto y de un jalón me arrebata la sabana con la que me cubría.

-Vamos, arriba- anima. Yo me coloco boca abajo mientras gruño, ella vuelve a reír- te quiero abajo en 30 minutos- dice, pero antes de marcharse me da una nalgada en el trasero.

-¡Mamá!- me levanto de golpe por su acción. Está de pie en el marco de la puerta, suelta una carcajada, me lanza un beso y se va.

Me pongo de pie y camino hacia el baño. Cuando entro, cierro la puerta y me miro al espejo. Sonrió.

-Hoy va a ser un gran día- me digo a mi misma. Me desvisto y abro la regadera. Entró en ella y el agua fría choca contra mi nuca, me estremezco ante el contacto de esta con mi piel pero luego me relajo. Me encanta el agua fría.

Diez minutos más tarde estoy frente a mi armario, con una toalla envuelta en mi cuerpo y otra en mi cabeza.

Miro por la ventana, está haciendo un poco de sol así que opto por colocarme una falda acampanada negra con manchas blancas y una blusa de tiritas blanca con mis converse blancas. Me miro al espejo y me veo muy reveladora así que me coloco un jersey sobre la camisa blanca, azul marino.

Me paso las manos por el cabello porque tengo flojera de peinarme.

"Como siempre" pienso, lo que hace que suelte una pequeña risita.

Me maquilló un poco, tomo mi bolso, junto con mi celular, audífonos y mi libro de anatomía. Bajo las escaleras de dos en dos y entro a la cocina.

Pero lo que veo me da a desear nunca haberlo hecho. Mamá está sentada sobre las piernas de papá besándolo apasionadamente mientras el, la sostiene del trasero.

-¡OH POR DIOS!-grito mientras suelto todo lo que tenía en mis manos para poder cubrirme los ojos- ¡SE SUPONE QUE TIENEN UNA HABITACIÓN PARA ESOO!.

Escucho como mis padres se ríen.

-Ya puedes abrir los ojos, es seguro- dice papá.

-Ehhh no gracias, no me arriesgare- bajo la mirada a mis pies donde yacen todas mis cosas, las recojo y me dirijo rápidamente a la puerta.

-¿No vas a desayunar?- grita mamá cuando estoy a punto de abrir la puerta de entrada, aunque en mi caso es de salida.

-Su calentón mañanero me quito el apetito- le respondo, colocando una cara de asco, aunque sé que ellos no pueden verme.

-¿Y cómo crees que naciste tú?- esta vez es papá, a mi mente llega una imagen nada agradable.

-¡QUE ASCO!-escuchó la carcajada de Malcom antes de salir de la casa. Corro hacia mi auto con la idea de escapar lo más rápido que pueda de mis padres y su sexo mañanero.

Sacudo mi cabeza repetidas veces para quitar esa imagen de mi mente. Coloco un poco de música para distraerme. Está sonando Team de Iggy Azalea y sin perder el tiempo comienzo a cantar a todo volumen, haciendo el viaje mucho más animado, aprovecho que llego a algunos semáforos estando en rojo y bailo también, sé que es posible que alguien me haya visto, pero no me puede importar mucho menos de lo que ya lo hace.

Cuando me doy cuenta ya estoy entrando al campus. Estaciono mi auto, lo apago y me dispongo a salir de él, pero por el parabrisas delantero, veo a una pareja muy amorosa que se están besando y toqueteando haciendo que me acuerde de la escena que me tocó presenciar en mi casa con mis padres. Hago una mueca de asco... Tal vez nunca lo pueda olvidar. Tal vez deba hablar con esa chica que estudia psicología... Su nombre es algo así como ágata, marta... Carla...

El Secreto En Sus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora