Me removí en mi cama incomoda, como por quinta vez, tratando por todos los medios de que la pequeña franja de luz que se colaba por mi ventana no me diera directo en la cara, pero falle en mi tarea, así que me dispuse a levantarme. Abrí las cortinas del balcón de mi habitación. En mañanas como esta me arrepentía muchísimo de haberle rogado a mi hermano de que me cambiara mi antigua habitación por esta, pero cuando veía la vista que me brindaba a cada hora del día, valía la pena. Me dirigí a mi baño me desvestí y entre en la ducha. Ya fuera de esta me dispuse a cepillar mis dientes mientras veía mis notorias ojeras bajo mis ojos. Salí del baño y pude notar que lo que antes había sido una linda mañana había sido reemplazado por un clima totalmente diferente, el cielo ya no se encontraba despejado, en cambio habían nubes grises tapando por completo el sol. Sonreí... Adoraba los días lluviosos. Hoy no tenía que ir al hospital y mucho menos a la universidad así que me coloque un jersey color hueso bastante abrigado y unos shorts de jean que eras cubiertos por el jersey. No me peine, solo recogí mi cabello en una coleta muy desordenada mientras salía de mi habitación con destino a la cocina.
Me encontré con mi madre desayunando con cara de pocos amigos y mi padre viéndola de reojo de la misma manera, fruncí el ceño mientras me acercaba.
-Buenos días padres- hablé mientras me servía una taza de café y miraba de mi madre a mi padre y viceversa.
Algo muy parecido a un gruñido salido de la garganta de ambos.
-¿Que tienen planeado para hoy? Se que es su aniversario número veintiocho- no me rendí y seguí hablando tratando de sacar algo de conversación.
-¡Ja!- gritó papá señalándome y haciendo que diera un pequeño salto por tan agresiva acción. Mire a mamá que cerraba sus ojos fuerte, mientras se tapaba la boca con su taza de café.
- ¡Ya te dije que no lo olvide!- grito también mi madre.
-Deberías sentir vergüenza que tu hija se acuerde de nuestro aniversario y tú no- papá se veía un poco dolido al respecto, me sorprende que mamá lo haya olvidado, en realidad es muy buena con las fechas.
Vi como mamá abrió la boca para decir algo, pero no pudo hacerlo ya que en ese momento entro Peter a la cocina con Caleb en sus brazos este último estaba frotando sus ojos con su pequeña mano, queriendo deshacerse del sueño.
- Queridos padres, feliz aniversario- abrí los ojos haciéndole señas a Peter para que se callara pero de nada sirvió porque papá se levantó de su silla y tiró la taza que sostenía en sus manos al fregadero logrando que varios trozos de vidrio lo cortaran.
Al igual que mamá, nos acercamos a él con la idea de ver si su herida era muy profunda.
- Estoy bien- dijo él mientras se deshacía de nuestro agarre y salía a paso apresurado de la cocina.
Amanda suspiró fuerte, mientras se pasaba ambas manos por el rostro, caminó hasta la isla de la cocina, abrió una gaveta, de esta saco una pequeña caja plana y salió gritando el nombre de papá.
La verdad es que no entendía nada de lo que estaba pasando. Obviamente mamá no olvidó su aniversario por que de ser así... En realidad no hay ni la más remota posibilidad de que mamá lo haya olvidado, esa mujer es una maniática controladora. La amo... Pero también soy sincera.
-¿Que acaba de pasar?- Pregunta Peter mientras le sirve un poco de cereal a Caleb. Yo solo alzo mis hombros en señal de que no tengo ni la más mínima idea.
- Bueno...- comienzo a hablar intentando cambiar de tema- Como ya sabes hermanito, hoy es viernes, así que retomaremos la tradición de los Crowel.
-¿Que tradición?- pregunta Caleb mientras se lleva una cuchara con leche y cereal a su boca.
Mi hermano y yo nos vemos a los ojos mientras que una sonrisa traviesa se desliza por nuestros rostros.
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El Secreto En Sus Ojos.
Teen FictionEl destino o solo fueron simples coincidencias... Esto lo ira descubriendo a pequeños pasos, una chica que no tiene por que quejarse de su vida, es feliz junto a las personas que ama, pero ella no contaba con que llegará el y la hiciera sentir cosas...