Capitulo 11

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Estacione mi auto en la zona de trabajadores del hospital. Apague el motor, recogí mi bolso que estaba en el asiento del copiloto y salí del carro.

Al entrar al hospital el aire frío de aire acondicionado y el olor a antiséptico me recibieron con los brazos abiertos. Respire profundo botando el aire por mi boca. Sonreí. Me encanta este olor. Emprendí mi camino por los pasillos hacia los vestuarios para el personal. Mientras caminaba, iba saludando a todos los que conocía, por lo general siempre me tocaba en el mismo turno así que era normal encontrar caras conocidas. Al llegar a los vestuarios me despoje de mi ropa para colocarme mi traje antifluidos azul marino o como nosotros lo llamamos "Pijama". Me puse también mi bata blanca y tome mi estetoscopio colocándolo sobre mi cuello, ate mi cabello en una cola de caballo un poco desprolija mientras me miraba en el espejo.

-Será un gran día- repetí mi lema, no para darme confianza, más bien lo hice para ver si se me quita esta extraña presión que siento en el pecho, como si supiera que algo importante va a pasar. No se si es bueno o malo, no se si es un presentimiento o ... No lo se, solo espero que no haya reprobado nada, por que entonces si moriría.

Guarde mis cosas en uno de los pequeños lockers que se encontraba en los vestidores, el que estaba identificado como MD. Crowel.

Cuando me disponía a salir de los vestidores venían entrando varias compañeras y mi mejor amiga, que no lucía nada bien. Me dijo que la esperara así que me senté en la banca frente a ella, viendo como se desvestía sin ningún pudor frente a nosotras. Esa es una de las razones por las que llego temprano, no me siento cómoda cambiándome frente a otras personas.

Un momento ví como Piper se levantó y tambaleó un poco, fruncí el ceño y me acerque para verla mejor.

-Ey, ¿estás bien?- pregunté un poco preocupada por el semblante desfavorecedor que tenía.

-Si, solo es un poco de gripa, pero estoy bien.

-¿Segura?

-Sí mamá- respondió la rubia con un deje desanimado en su tono mientras rodaba los ojos.- Más bien vamos yendo, la directora Cruz debe de estar lista.

Asentí un poco insegura y nos dirigimos hacia la recepción donde nos repartieron las áreas que nos tocaban, los siguientes días por las próximas cuatro semanas.

-Amanda Parks, Piper Holland y Simon Adams se van a urgencias- informó la directora de la facultad de medicina mientras leía la tabla que traía en la mano. Así siguió, diciendo nombres sin importarle los pequeños susurros de inconformidad que soltaban algunos de mis compañeros.

-Steve Mcwel, Tomas Green y Skyfall Crowel se van a trauma- nos miro por unos segundos y luego aplaudió tomando nos a todos por sorpresa y haciendo que diera un pequeño salto en mi sitio- Vamos a trabajar señores, no tenemos todo el día- y con esas palabras inicio mi jornada laboral... Sin paga.

****

Mi turno comenzó a las 7 de la mañana. Pensé mientras me servía un poco del horroroso café que hacían aquí. La verdad es que por más horroroso que sea no podemos cambiarlo, así que es mejor un café mal hecho, que nada de esta delicia de los dioses. Mire mi reloj de muñeca viendo que eran las 6:30pm. Había pasado todo el día acomodando hombros, colocando cabestrillos, preparando yeso, colocándolo y viendo radiografías. Volví a ver mi reloj, mi turno acaba a las 7:00pm. Suspire y segundos después un bostezo salió de mi boca, no debí quedarme jugando con Caleb hasta tarde. Ya pasó una semana desde la llegada de el y Peter, el pequeño se adapta bien al ambiente, bueno y es que como no hacerlo, si es el consentido de la casa, desde que llegó junto con su padre, en casa no paramos de sonreír, es inevitable. Mi hermano retomó su trabajo en la empresa junto a papá, Caleb comenzó ayer la escuela, mamá sigue de vacaciones y yo... Trabajo... Sin paga.

El Secreto En Sus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora