Me despierto en una carretera, no hay casas, edificios, tiendas o algo parecido, todo lo que me rodea es una extensa llanura de asfalto bordeada de un espeso bosque. ¿Cómo fue que llegué aquí? Es lo primero que pasa por mi mente.
Elevo mi mirada y me encuentro con un cielo invadido de nubes grises, al parecer lloverá. Decido caminar y ver que encuentro más adelante, no me gustaría quedar empapada por la lluvia.
Creo que mi noción del tiempo se encuentra averiada por que no puedo asegurar cuanto tiempo llevo caminando pero se que ha sido una considerable distancia ya que mis pies comienzan a doler y aún así, después de haber recorrido un gran tramo de la carretera no puedo ver más que árboles, la solitaria carretera y más árboles. Enfocó un poquito mi vista, creo que veo algo. Hay alguien más adelante, me apresuró a llegar a esa persona que se encuentra en medio de este lugar igual que yo, puedo ver que es una mujer, esta de espalda, tiene un hermoso vestido blanco que le llega a los tobillos y una larga cabellera rubia que le sobrepasa la mitad de la espalda.
-¿Hola?- digo algo dudosa. La mujer no contestas, tampoco se mueve.
-Disculpe.... ¿Sabe que es este lugar?- me atrevo a hablar nuevamente aunque no logró ningún efecto en la mujer que está frente a mi.
La verdad es que me comienza a dar miedo esta situación, aunque no es para menos, me despierto en medio de la nada, sola, luego me encuentro a alguien y me ignora por completo como si no existirá. Creo que es mejor que de media vuelta y siga mi camino, aquí es donde entiendo por qué los padres te dicen que no hables con extraños.
Cuando estoy por dar media vuelta mis pies toman un camino totalmente diferente, quiero volver, quiero parar de caminar, pero mi cuerpo no hace nada de lo que mi cerebro le ordena, y sin darme cuenta ya estoy justamente detrás de aquella mujer, mi mano derecha se levanta en contra de mi voluntad y toca el hombro de mi acompañante, esta se gira y me quedo helada ante lo que veo. Es ella. No puedo creer que sea ella, hace tanto tiempo que no la veo. Mis ojos se comienzan a llenar de lágrimas que segundos después están corriendo por mis mejillas cual cascada.
- Mamá- mi voz sale en un casi inaudible susurro y no sé si es por el gran nudo que se formó de repente en mi garganta, o por qué tengo miedo de que si tal vez hablo muy fuerte ella desaparezca.
Ella está frente a mí, con sus hermosos ojos azules mirándome como si fuera una de las mejores cosas que le pasó en la vida. Toca mis mejillas con sus suaves y tibias manos y limpia mis lágrimas con sus pulgares, yo sólo me quedo hay y cierro los ojos disfrutando de su contacto, la paz que invade mi cuerpo al chocar su piel con la mía es indescriptible. De un momento a otro retira sus manos de mi rostro y el sentimiento de paz me abandona abruptamente, abro los ojos de golpe y veo que está mirando algo a mi espalda, volteo y logro observar que lo que antes era bosque comienza a ser absorbido por una oscuridad que avanza con tal rapidez que puede ser comparada un auto de carreras.
Regreso mi vista a mi madre que ya no se encuentra junto a mí, ahora está mucho más lejos.
-¡¡¡Mamá!!!- grito con todas mis fuerzas.
Corro. Pero no porque esté huyendo de la oscuridad, no. Corro porque quiero alcanzarla, corro porque ansío conmigo ese toque tan sólo unos segundos más, corro con todas mis fuerzas pero ella desaparece.
-¡¡¡Mami!!!- y cuando no logró verla de nuevo es cuando siento que lo que quedaba de mi destrozado corazón comienza a evaporarse.
Frente a mí la misma oscuridad hace acto de presencia, huiría, si me quedara algo de fuerzas, pero las he agotado todas, la penumbra finalmente me alcanza, todo lo que está a mí alrededor desaparece, y yo caigo.
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El Secreto En Sus Ojos.
Novela JuvenilEl destino o solo fueron simples coincidencias... Esto lo ira descubriendo a pequeños pasos, una chica que no tiene por que quejarse de su vida, es feliz junto a las personas que ama, pero ella no contaba con que llegará el y la hiciera sentir cosas...