Un gran potencial, un gran poder-

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Capitulo 2O

Narra Nick.
Ella estaba enojada, lo vi en sus ojos, no me perdonaría nunca el hecho de no decirle lo que sabía, por que era un trato el contarnos todo, absolutamente todo.
- Lo siento- musité, ella se acercaba como si quisiera matarme.
- Eso no me sirve, casi muero Nicholas- gritó Melissa. Todos nos miraban extraño.
- Creí que así sería más fácil…- musité por fin.
- Fácil? Te parece fácil ahora? Ella quiere matarme, que se supone que voy a hacer, no podré dormir tranquila y es tu culpa- dijo tomando a Rita del brazo para desaparecer en un instante la perseguí hasta la entrada. Cuando abrí la gran puerta vi como hacía aparecer la camioneta de Rita y entraba en ella para volver a casa.
De seguro eso había sido una ruptura y aún no lo asimilaba bien, no sabía que rayos había pasado. Me sentía confundido, sabía que había experimentado el sentimiento antes. Pero no sabía con quien.
- Todo estará bien- dijo Joe palpando mi hombro mientras veíamos el carro partir.
- No… esta vez si que me equivoqué.- musité enojado conmigo mismo.
- Nick, tranquilo, se necesitan el uno al otro para solucionarlo, ella reaccionará pronto, ahora está asustada- musitó Kevin.
- Es una chica terca Kevin, la conozco muy bien- dije

Cuando volví a casa noté que estaba vacía, no había rastros de Frankie o de Tía Molly. Comencé a asustarme, ella llamaría si tuviera que salir a esas horas, me parecía muy raro. No sabía a quien recurrir, entré a mi habitación y lo siguiente que vi fue a mi hermano y a mi tía atados en el aire, flotando e inconcientes, a su lado la cruda figura de Melanie. Tragué saliva, estaba congelado, no sabía que hacer o si decir algo. ¿y si me mataba?
- Hola Nicky- dijo ella acercándose, coqueteando con la mirada mientras daba vueltas alrededor.
- Que haces aquí?- pregunté intentando disimular mi nerviosismo y mis ganas de vomitar del miedo. Necesitaba a Melissa, la necesitaba con urgencia.
- Vine a dar un paseo…- susurró.
- Que le haces a mi familia?- pregunté, parecía un idiota, un completo idiota.
- Estoy jugando, tranquilo, nada pasará si me traes a es estúpida de Melissa, solo vendrá si tú la llamas… hazlo ahora!- ordenó.
- Rompimos- dije cortante.
- No me importa, llámala del mío, así contestará- gritó lanzando su teléfono en mis manos. Marqué el número, no sé ni por que lo hice, solo exponía otra vida al hacerlo, pero algo me decía que ella podría salvarme de esta.

*Llamada*
-Diga- contestó ella. Estaba alterada aún.
-Melissa- dije ahogado.
- Que?- dijo tajante.
- Necesito que vengas a mi casa- musité. Melanie me estaba haciendo señas para decirle que viniera sin que sospechara que ella estaba ahí.
- No ahora-
- Ahora, te necesito… necesito verte- dije, ¿Cómo podía ser tan idiota? Solo estaba atrayéndola a la trampa de la bruja.
- bien… ya voy- aún estaba furiosa.

Corté y le lancé el teléfono devuelta a Melanie.
- Quieres el collar?- pregunté algo más atrevido.
- Tu que crees?-
- Que pasó en tu casa, hace un rato?- pregunté
- No te importa niño bonito, ya cállate o mataré a tu hermanito y luego a tu tía- gritó amenazante.
- No los toques- grité de vuelta, ¿Qué rayos estaba haciendo? Yo no tenía ni poderes, ni nada con que defenderme… me sentía frágil, indefenso.
- Tu no me dices que hacer, yo doy las ordenes, puedo mover un dedo y matarte a ti también así que mejor guardas silencio hasta que llegue la chica- ordenó.

Narra Melissa.

- No puedo creer que me haga ir hasta su casa…- regañé en el auto, iba sola pero me era costumbre hablar sola cuando me molestaba mucho.
¿Qué necesitaba este idiota ahora? ¿Arreglarnos? Estúpido. Pensé. No sé quien se creía pero le dejaría las cosas bien claras al muy inepto.

Mientras conducía, se me reventó una llanta. Maldije el estúpido auto viejo de Rita. Era horrendo y pésimo para el camino. Me bajé a revisar, aún no llegaba al pueblo, y era un largo camino si iba a pie. ¿Pero que rayos? Tenía magia podía llegar a su casa en un abrir y cerrar de ojos, tan rápido como el pestañeo. Primero tenía que regresar el auto, no lo dejaría a mitad de camino. Me concentré, aún no controlaba bien los hechizos.

Cuando el auto desapareció y quedé sola en medio del camino, me transporté a la calle, frente a la ventana de Nick. Caí de rodillas, ¿no podía caer decentemente alguna vez?

Miré por la ventana, me impactó la escena. Nick, Frank y su tía estaban flotando atados con sogas en las manos y pies. Me agaché y me tapé la boca. Era obra de esa vieja bruja de Melanie. Estúpida y cruel anciana. Entré en pánico, no sabía que hacer, era demasiado torpe como para enfrentarla, no quería morir… pero algo muy dentro de mi me dijo: “Es tu novio, te ibas a casar con el en el pasado, vale la pena intentarlo”
¿Pero era realmente así? ¿Valía realmente la pena? ¿Pondría en riesgo mi vida para salvar la vida de mi “amor verdadero”? tenía que intentarlo, o si no ¿Cómo saber si era realmente tan poderosa como Melanie decía? Era hora. me levanté. Tomé aire. Y me concentré con todas mis fuerzas, para sacar a Frank, a Nick y a su tía de aquella habitación. Miré escondida por la ventana. Y desaparecieron. Pero no había rastro de Melanie por el cuarto.
- Boo- dijo alguien a mis espaldas. Grité y di un salto para darme vuelta.
- AAAAAAAAAH- era Melanie
- Pobre niña tonta-rió- creo que Nick y tú hacen buena pareja, cual es más idiota?-
- Tú… tú eres la idiota- gruñí. Me tenía cansada, era un fastidio acabaría con ella, en ese instante.
- Como te atreves?
- Me atrevo y ya- grité.
- Tu no puedes contra mi… no tienes la experiencia-
- Pero tengo la fuerza de mi lado, y tengo algo que tu perdiste- me detuve- y es amor- la vi ponerse roja de furia y acercarse a mi con una mano en alto, los ojos se le pusieron igual de rojos como la cara. Y solo pensé el primer encantamiento que se me vino a la mente.
Caí con fuerza sobre el suelo de tierra, me rasgué la rodilla. Frente a mi cayó ella. Sangraba mucho.

- Estúpida- se detuvo- donde estamos?- preguntó.
- no sé…- grité. Era una especie de valle. Ya había estado ahí antes.
- voy a matarte me tienes harta!- gritó corrió hacia mi y en una milésima de segundo me hice a un lado para esquivar el ataque que envió con su mano. Era una bruja enfurecida. Le envié un hechizo de petrificación, pero era muy ágil, los esquivó todos, me detuve detrás de un árbol con la respiración entre cortada, estaba en aprietos, verdaderos aprietos.
-Sal de ahí, quiero verte a la cara cuando ésta explote en mil pedazos, luego le llevaré los trocitos a Nick- rió. Era una… Se había metido con Nick, lo había lastimado poniendo en peligro a su familia, lo había puesto en una situación difícil, y a mi también. Solo quería destruirla, arrancarle la cabeza, hacerla polvo.

Me dejé ver.

- Bonita tu cara de miedo- rió- prepárate para morir- gritó algo muy extraño que no pude entender, algún hechizo en otra lengua. Solo reaccioné a poner las manos delante de mi cara. Y de la nada, la vi explotar. En mil pedazos. No sé como lo hice, solo deseé verla muerta… y así pasó. Sentí el poder, eso era a lo que tanto le temía… era potente, muy potente e intenso. Podía sentirlo hasta lo más profundo de mi ser. Era magia, una muy poderosa. Mis manos parecían algo quemadas, y me ardían de seguro fue el hechizo. Me hice aparecer en la casa de Nick caí encima de mi novio. Perdón, mi ex novio en ese momento.
- Estás bien- sonrió. Había entrado en conciencia. Su tía y Frank aún estaban en el suelo, me levanté y lo ayudé. Como si yo fuera el chico.
- La… la destruí- dije muy agitada. Ni yo me lo creía, era impresionante.
- Eres grandiosa- dijo abrazándome muy fuerte.- gracias, nos salvaste-
- No hay de que… ahora hay que llevar a tu tía y a Frank a sus cuartos y borrarles la memoria…- dije tronando los dedos y en el acto ambos desaparecieron, comenzaba a gustarme el truco. Aún agitada me senté en la cama de Nick. Y el se sentó a mi derecha. Miré mis manos, aún ardían, estaban grises, como si hubiese jugado con carbón.
- Que te pasó en las manos?- preguntó tocando una de ellas
- Ni idea, yo solo esquivé un ataque, y sentí como esa…esa chispa de magia fluía por mis venas llegando a mis manos para salir con un destello blanco, y explotó se hizo cenizas, aún me parece irreal.-
- Eres muy poderosa- sonrió- eso es todo-
- Me enojé al saber que querías verme- me detuve- pero en cuanto llegué y noté como los tenía, me enfurecí, solo acerté al combatirla-
- Gracias, lo repetiré toda la vida, nos salvaste- musitó. Se creó ese incómodo silencio que personalmente yo odiaba, con todo mi ser. El entrelazó sus dedos con los míos. Y con su otra mano levantó mi barbilla, me acercó de a poco a su boca. Yo estaba tan casada por aquella noche que ni me moví, dejé que me besara. Fue un beso muy dulce.- No llevamos ni dos horas desde que rompimos… y no aguanto estar si ti, volverías conmigo?- preguntó. Asentí, no tenía fuerzas para hablar o moverme. Era media noche y había hecho en un par de horas más cosas arriesgadas que en toda mi vida.
- Puedo quedarme aquí?- pregunté. No tenía fuerzas de ningún tipo como para volver a casa.
- Claro mi amor- dijo besándome otra vez. Me recosté a su lado, y me cubrió con una manta, me abrazó fuerte. Y me quedé dormida de inmediato.

La separación ♥ TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora