Capítulo 7

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Los días pasaban y obviamente, ninguna relación es perfecta y siempre hay alguna peleilla y un sábado, yo me quedé en casa y a las 20:00 me enteré que había quedado y no sabía cuando iba a volver, que se iba una fiesta. Técnicamente no éramos nada, pero lo eramos todo y tampoco podía negarle que fuera, por mucho que lo extrañará, a fin de cuentas llevaba sin salir de fiesta desde que me conoció. También era su vida y no podía impedirle nada, aunque recuerdo que esa noche lo eché mucho de menos, me faltaba él, su ausencia, su presencia, su todo.
Tras esas noche discutimos, porque le sentó mal que yo le dijera lo de que salió y lo extrañe mucho.
***
No se como, pero daba igual el grado que tuvieran nuestras discusiones, tarde o temprano sabíamos solucionarlo, y de verdad, me sorprendía mucho la forma de la cual dejaba su orgullos y su todo, sólo para hacerme feliz, enserio, era realmente increíble.
***
Tras esa discusión del sábado, me fui a dormir, pensando en todo lo ocurrido, en todo, y entre lágrimas y más lágrimas...me quedé dormida.
***
Amanecí a las 12 de la mañana, mi padre trabajaba y mi madre no estaba, y claro, nadie me despertó.
Tenia 5 llamadas suyas, y un montón de WhatsApps suyos, fui a verlos y antes de leer nada...vi una llamada suya y lo cogí:
-¡¡Reina!! Disculpame por mi actitud de ayer contigo, por como me comporté, por coló te hice sentir, no merecías todo lo que te dije...lo siento...
Quedé callada, con los ojos cristalizados, y con miles y miles de ganas de poder estar a su lado y llorar de la emoción. Estaba sin palabras y sólo me salió decirle:
-Te quiero, te quiero y te quiero.
***
Esa fue una pequeña discusión, pero más adelante yo le hice mucho daño, de una forma que nadie imaginaría, de una forma que solo yo hice.
***
Un día estaba bastante desconfianza y me puse muy a la defensiva, diciéndole que me ocultaba algo, que me dijera la verdad, que no me mintiera más, que yo lo confundía con su hermano. Eran dos gotas de agua. Tal vez estaba loca pero no se que demonio creció en mi interior y ahí...todo dejó de ser del mismo color que era...y todo empezaría a cambiar...

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ElisabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora