MI VIDA ES UN ASCO!

¿Qué hiciste?

Bajo las escaleras nerviosa y risueña al mismo tiempo, ver a mamá enojada me da tanta gracia y ver a Jenny me da emoción. Hasta se ve mucho más joven que antes. Jenny está por despertar y mamá está de brazos cruzados y tratandome de fulminar con la mirada, me hace una seña que me siente en el sofá al lado de Jenny y espera a que está despierte.

-Se puede saber, ¿qué hiciste?- me dice cuando abre los ojos.

-En mi defensa, ella me suplicó que la moridera y como negarme- me encogí de hombros.

-Hola, Blanca- sonríe y deja ver sus colmillos.

-Hola, Jenny. Cuánto tiempo- la abraza sutilmente y vuelve su mirada a mí.

-Me siento... diferente. Me siento genial- sonríe y yo no puedo reprimir la carcajada.

-¡Valentina! Deja de reír y dame una explicación.

-Madre, me encontré con Jenny mientras volaba y pues... me dijo toda su historia y literal me suplicó que la mordiera, quería estar contigo otra vez.- la señalo y mamá comienza a creerme.

-sacude la cabeza- Pero tenías que haberme dicho antes, no hacerlo porque ella te lo hubiera dicho- se cruza de brazos-. No es que no me alegra que seas como yo, estaremos juntas ahora... pero fue muy irresponsable, Vale.

-No seas dura con ella, Blanca- Jenny interviene-. Disfrutemos del ahora.

-Pero... Es que ella... No tiene...

-Escucha a Jenny.

-No me digas que hacer.

-Calma, mamá. Disfruten un rato, el día está fabuloso- le digo inocente.

-Ella tiene razón, Blanca.- Eso la hace entrar en duda, pero al final acepta.
-Está bien. Iremos a dar una vuelta- me sonríe.
-Diviertanse. Las estaré esperando aquí- les mando un beso y salen volando.
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Valentina se ha salvado de una buena paliza. Esa niña me va a sacar cañas verdes. Por un lado me alegra lo que hizo por mi y se lo voy a agradecer algún día, jamás hubiera hallado el valor para morder a Jenny... Y ahora está aquí conmigo. Tanto tiempo que he estado esperando que ella se convierta en vampira y mi hija lo hace solo porque ella le dijo lo mal que se sentía y lo mucho que me extrañaba.
La ayudo a controlar el equilibrio y ella se mira como una niña pequeña, indefensa y que está aprendiendo a caminar por primera vez. Se nota mucho más joven y se ve más feliz, no puedo creer que le negué todo esto que años atrás me lo pidió y ahora la tengo aquí, volando a mi lado, sonriendo inocente y despreocupada.
Aterrizamos en un bosque, no muy lejos de casa y donde le enseñaré a cazar. La sangre de animal me da asco en lo personal, pero no le enseñaré a cazar personas.
-Fue maravilloso- me dice golpeandose el trasero.
-Veo que lo disfrutaste- sonrío.
- Y mucho.
Caminamos unos cuantos metros y un ciervo aparece como por arte de magia.
-No hagas ruido, estos animales tienen bien oído. Colócate en cuclillas y saltas a mi señal, muerde abajo del cuello.
-Bien. A tu señal.
Le digo que aguarde, y luego le digo que salte. Lo muerde abajo del cuello y el animal grita de dolor, sonríe con la boca llena de sangre y luego hace una mueca de asco. Regresa a mi lado y se limpia con la manga de la camisa, para luego desaparecer.
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Me encuentro en una sala extraña, hay tres personas observandome detenidamente y para ser sincera me están incomodando. Hace unos minutos estaba con Blanca, enseñándome a volar, mostrandome como cazar y divirtiéndonos como par de locas y ahora me encuentro aquí.
La niña de cabellos rubios me sonríe y los otros dos muchachos me miran con el ceño fruncido.
-Jenny, ¿no es cierto?- la niña es la única que habla y sólo puedo asentir.- Mucho gusto. Mi nombre es Emma y ellos son mis hermanos, Evan y Ethan.
-Mucho gusto- dije tímida.
-Dentro de unos momentos te diré que haces aquí- me guiña un ojo. ¿Acaso podía leer mis pensamientos?
Observo detenidamente el lugar. Es muy sombrío, y admito que me da un poco de escalofríos, hay muchas pinturas de vampiros mordiendo, sonriendo y disfrutando de matar humanos. Un sudor me recorre la espina dorsal y trato saliva con mucha dificultad; vuelvo a verlos y han terminado de cuchichear y Emma me mira sin dejar de sonreír.
-Muy bien. Jenny, por lo que tenemos entendido, Valentina Velázquez te mordió el día de hoy, ¿estoy en lo correcto?- asiento- Correcto. Como debes de sabes a partir de ahora eres un vampiro, pero aún puedes convertirte en humana si lo deseas y todos tus recuerdos serán borrados.
-Claro que no. Quiero quedarme así por favor.- los 3 asintieron.
-Perfecto, entonces Blanca te dirá unas cuantas reglas de lo que debes y no haver. Cuando estés acá tu atuendo cambiará por completo, y cuando estés allá volverá hacer el mismo. Podemos buscarte un lugar donde vivir si decides venir a vivir en el Mundo Vampiro, pero me supongo que tienes familia allá- asiento nuevamente.
-Un esposo y una niña.
Ahora que lo pienso muy bien. ¿Qué le diré a Marcus? No puedo decirle que soy una vampira y que a partir de ahora no voy hacer más que beber sangre de humanos. Lo más probable es que me digan que tengo que dejarlos y eso no lo soportaría, mi hija es todo para mi y es la que me ha hecho luchar en los momentos difíciles y a mi esposo lo amo con toda mi alma. Sin percatarme estoy sollozando, pero al querer limpiarme las lagrimas no las encuentro, sollozo en silencio y los tres hermanos me miran con lastima.

-Lo lamentamos mucho, pero si no estás dispuesta a morderlos es lo mejor- me dice ¿Ethan?

-Es lo mejor para todos. No podemos arriesgarnos a exponernos, ¿lo entiendes?- asiento con dificultad.

-Creo que deberia irme, no... me siento muy bien- digo aun con unas inmensas ganas de llorar.

-Te comprendemos, aplaude tres veces y estarás de vuelta con Blanca- hago lo que me dicen y en un abrir y cerrar de ojos estoy con mi amiga.

Me abalanzo en sus brazos y sollozo fuerte, con todas mis ganas y ella no hace mas que abrazarme, no me pregunta nada y en estos momentos se lo agradezco mucho. Tendría que afrontarlo tarde o temprano y al parecer fue mas temprano que tarde.

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Mamá me agradecerá algún dia de haber convertido a Jenny. Desde hace mucho que no la miro asi de feliz, lo de Roger lo ha dejado hace poco y le ha dejado en claro que no le preocupa si la delata o no, que el consejo se encargará de él. Obviamente corrió asustado igual que un bebe y no se ha sabido nada de él hasta entonces.

Hace mucho que no veo a Andrés y a decir verdad lo extraño demasiado, tuvimos una pelea muy fuerte y lo dejamos, pero en este momento lo necesito. Necesito sus manos rodeando mi cuerpo, besando mi cuello, explorando cada parte de él y haciéndome sentir bien solo como el sabia hacerlo, pero no puedo perdonarlo después de que me engaño. Aunque no quiera y trate con todas mis fuerzas de reprimir el recuerdo, este me gana.

-De seguro le gustará- tomo una caja de bombones y los envuelvo muy bien.-. El es el de los dulces en la relación- digo para mi misma.

La guardo muy bien en mi chaqueta, salgo de casa y después de verificar el perímetro, emprendo vuelo. En mi cara hay una sonrisa tan inmensa que me hace recordar mis años de niña y caigo en la conclusión que llevo bastante tiempo de no sonreir asi y me alegra que esta vez sea por un chico y uno muy lindo a decir verdad. Vuelo a toda la velocidad que puedo y es que con el tiempo he perfeccionado esto de volar y puedo hacerlo hasta 100 km/h.

Aterrizo en nuestro bosque, donde nos encontramos a escondidas de mis padres, ya que ellos no aceptan mucho nuestra relación por lo que su hermano es Cesar y los problemas que han tenido con el. Camino absorta de mis pensamientos y tarareando una canción muy cursi para mi gusto, creo que se me puede oler el amor a kilómetros de distancia, pero algo hace que no solo mi corazón de un giro de 360 gr., sino tambien mi mundo. Josefina tocando su torso desnudo, Andres explorando cada parte de su sostén e introduciendo sus dedos dentro de la copa, luego está gimiendo y un beso después.

Me acerco sigilosa hasta donde se encuentran y sin que ellos se den cuenta, le planto la caja de chocolates en el rostro. Josefina trata de cubrirse con las manos, pero he visto suficiente; pateo tan fuerte su entrepierna y él se retuerce de dolor.

-PUDRETE- le escupo y salgo de ahí.

Los días que he llorado por ese momento han sido muchos y aun sigo maldiciendolos a ambos mentalmente. Con Josefina no me he topado muchas veces y las ocasiones en las que lo he hecho siempre se sonroja, lo que me da ventaja de mirarla con superioridad... los humanos son tan estúpidos de engañar.

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Hooooola, a todos. ¿Me extrañaron? Espero que si. Lo lamento muchísimo el no haber publicado antes. El teléfono me lo dieron hace tres semanas y he estado tan absorta en el que me he olvidado de actualizar.

Espero puedan perdonarme y el jueves los espero con otra actualizacion. Espero disfruten el capitulo, puedan perdonarme y no olviden votar y comentar.

Marcela.