El Árbol y el Prisionero

Sacrificio

- Otra ves ustedes. De verdad que no tienen remedio. - ¿Será que me extrañan?, por que si es así solo deben venir a hablar conmigo, no es necesario que se metan en problemas. - Kari y yo estábamos sentados frente a S, debiamos dar nuevamente nuestro testimonio.
- No tenemos la culpa de nada, escuchamos los gritos, fuimos en su ayuda, atrapamos al Chupa Cabras y punto final. - Respondí seriamente.
- Entiendo. Ahora cuentenme algo que 95 no halla dicho. - ¿Qué mierda quería de nosotros?.
- Solo diría que mi suposición de que el asesinato anterior había sido con ira queda desecha, este criminal lo hace por gusto, ¿verdad?. - S se rió.
- Exacto, preguntamos por él y al parecer no estaba ligado de ningún modo a las víctimas, fue solo sed de sangre indiscriminada.
- ¿Qué van a hacer con él?. - Pregunto Kari.
- Su número es el 30 para que lo sepan, cuando despierte vamos a interrogarlo, eso es todo lo que tienen que saber.
- ¿Entonces dices que el asesino y los cadáveres van a seguir aquí hasta que termine el campamento y vuelvan por nosotros?. Debería contactar con la policía. - Su rostro denoto firmeza.
- No podemos dejar que un simple muchacho arruine la rehabilitación de todos, lo justo es la ley del campamento, si quieres hablar del castigo del criminal te aseguro que lo tendrá, de eso no te preocupes. Lo dijo decidido.
- Estoy al tanto de que ustedes son la autoridad aquí, pero no pasara mucho hasta que los demás exploten, se rebelaran contra ti, y no podrás domarlos. - Se escucho una risita, su rostro parecía que se aguantaba las carcajadas.
- Huu, que miedo. Eso ya lo veremos mi querido amigo. - Le hizo una señal al monitor a su izquierda. Llevatelos. - Nos levantamos y nos abrió la puerta. - Ahh, por cierto. ¿Te divertiste tomando el castigo de 66?. ¡JAJAJAJAJA!. - La puerta se cerro y nos sacaron afuera.
- ¿Tomando mi castigo?. ¿Qué significa Elden?. - Comprimí mis dientes molesto.
- No dejaría que te lastimaran jamas. - Me miro sorprendida.
- Elden.

Al salir de la cabaña nos topamos con un gran grupo de chicos y chicas pidiendo explicaciones mientras los monitores trataban de calmarlos, en ese momento S paso al lado nuestro y llamo la atención de todos.

- ¡Escuchenme bien, el criminal ya fue atrapado, no hay nada de que preocuparse, ahora todos tranquilicense para que podamos darles las instrucciones de nuestra próxima actividad!. - Las quejas no paraban, yo me eche una risa al ver que S no podía detener esa situación mientras volvía a mi cabaña con Kari. - ¡Regla nro. 5!. - Un fuerte sonido perpetro el corazón de todos, me quede inmovilizado mientras el ruido se dispersaba en el aire junto con la bala que fue hacia el cielo. - ¡Esta terminantemente prohibido las quejas, pero por ser hoy una noche especial los perdonare!. - Grito con un rostro maléfico. - Asi me gusta. Bien, yo daré las instrucciones. - Guardo el arma detrás suyo. - Vuelvan a sus cabañas y preparen sus reflejos, traiganlos con ustedes para las 20:00, gracias. - Se adentro en la cabaña y nosotros volvimos a nuestras cabañas sin ninguna queja.

Cuando parecía que todo estaría en orden, otro conflicto mental se adentro en los pensamientos de todos, no había mas que hacer que cumplir con lo que nos pidieran, esa impotencia me enfurecía. Tome mi cámara y pense un momento, ¿para qué quieren que los llevemos?, los chicos estaban tan aterrados que no parecía que se lo preguntaran, bueno no los culpaba, en ese momento incluso yo seguía temblando. Esa ves me sentía inseguro así que saque mi plan B en caso de emergencias, tome la linterna que habia traído y abrí el sitio donde se metían las baterias, ahí tenia escondido una navaja que había comprado hace tiempo por los ladrones, lo guarde en mi bolsillo y me dirigí al centro de la isla. Todos estaban reunidos en 5 filas de 36 personas frente a 5 fogatas gigantes respectivamente, no podía ver a Kari en ninguna parte, maldición, no podía imaginarme lo nerviosa que estaba, luego de tomar la lista para corroborar de que todos se encontraban reunidos, S apareció nuevamente.

- Buenas noches a todos. Bajo esta hermosa luna todos ustedes serán liberados de sus miserables vidas, olviden el pasado, vivan el presente. Esta noche se olvidaran del antiguo "yo" y darán paso al nuevo. Estoy seguro de que cada uno trajo su reflejo como se los pedí, ahora deben ser fuertes y arrojar sus reflejos al fuego, solo de esta manera podrán estar mas cerca de una rahabilitación exitosa. - Hablo mientras se divertía mirando a cada uno.