Chupa Cabras

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Desperté a las 07:55, lo que me pareció muy extraño sabiendo que suelo despertarme a las 6 y algo, luego recordé lo que había vivido anoche anterior y parecía mas pesadilla que realidad. Al levantarme los muchachos no se encontraban, vi una nota al lado de mí, aquella decía; "Ven rápido a la cabaña del desayuno, nosotros nos adelantamos (^u^)", supuse que no pudieron esperar a que me despertara, aunque debo admitir que era muy tarde y era mejor que se fueran sin mí. Llegue rapidamente a la gran cabaña y me senté junto a los chicos que me esperaban ansiosos, mientras venía me estaba imaginando las preguntas que tenían preparadas para mi.

     - Hey 75. ¿Nos vas a contar que te sucedió?. - Pregunto Hilu un tanto molesto.
     - No hay mucho que contar, solo me atraparon fuera de la cabaña y tuve que dar una expli... - Un golpe en mi cabeza me asusto. - ¿Que cara..?. - Kari se sentó al lado mio, parecía molesta y preocupada al mismo tiempo.
     - ¿Qué te paso?, ¿que te hicieron?. - No quería que lo supiera, ni ella ni los chicos, lo menos que quería era alterarlos.
     - Solo me dieron un sermón, no te preocupes. - Se molesto mas.
     - ¿Un sermón de una hora?. No te creo. - Mire hacia el desayuno y comence a comer.
     - ¿Y cómo es que sabes cuanto tiempo duro?. - La mire extrañado.
     - Te espere detrás de tu cabaña y vi como te traían a rastras. - Lo supuse.
     - Estaba cansado, pues que mas puedo hacer para que me creas, solo me dieron un sermón. - Ella empezó a comer también mientras me miraba de reojo, me ponía incomodo.
     - Empezaron a hablar del asesino. - Kari exclamó de la nada llamando la atención de los chicos.
     - ¿Qué asesino?. - Pregunto Hilu preocupado.
     - Ayer 75 y yo... - Golpee mi taza de cafe contra la mesa.
     - Basta 66, déjanos terminar nuestro desayuno. - La mire seriamente.
     - Hmm, un muchacho con un saco en la cabeza mato a 45 en la cabaña 14. Aunque quieras mantener el orden casi todos ya lo saben, los rumores vuelan 75, hasta le pusieron un apodo. - Comprimí mis dientes. - Lo llaman... "Chupa Cabras".
     - Que nombre mas estúpido. - Los chicos se pusieron a hablar entre ellos alterados.
     - Hey, anoche me dejaron ir sin hacerme ninguna pregunta. ¿Sabes por qué?. - Solo pensaba en que no debía saber lo que sucedió.
     - Es que era inútil seguir preguntando ya que tú y yo estabamos juntos. Así que les dije que yo te lleve conmigo y que no tenias la culpa de nada, S fue amable y te dejo ir. - Su rostro cambio.
     - ¿S?. - Mierda, lo habia dicho sin darme cuenta.
     - Buenos días a todos chicos. - Hablando del rey de Roma, S apareció frente a todos causando un poco de nervios. - Sé que han estado habiendo muchos rumores tontos acerca del "Chupa Cabras", y les digo que no hay de que preocuparse mientras sigan las reglas, lo menos que queremos es que se alteren, continúen con sus avtividades diarias sin distracciones por favor, eso es todo. - Se fue tan rápido como llego, Kari seguía esperando una respuesta.
     - Al parecer los monitores tampoco tienen nombres en este lugar, pero ellos no tienen números, tienen letras, por ejemplo el que acaba de hablar y el que nos interrogo anoche es S. - Parecía no estar satisfecha con mis respuestas. Suspire y me acerque a su oído para que los chicos no me escucharan. - Te lo contare luego.

Terminamos de desayunar y nuevamente fuimos a un lugar libre de gente para hablar, la veía muy curiosa y yo debía ser lo mas sutil posible, tenia la extraña sensación de que se iba a asustar mucho.

     - Habla. - Replico Kari.
     - Por favor, quedate tranquila y no te exaltes. - Levante mi manga y le mostre las marcas de cigarrillo.
     - ¿Esto te hicieron?. - Tomo mi brazo y lo vio detenidamente, me sorprendió que no se asustara.
     - ¿Acaso no te sorprende?. - Me miro seria. Levanto su manga y pude ver las múltiples cortadas que ocultaba bajo su buzo.
     - Creo que esto se ve mas feo. - Dio una risita, a mí me puso triste y molesto.
     - ¿Tú te haces esto?. - Intente tocarla pero alejo su brazo y volvió a cubrir sus marcas. - Oye, debemos irnos de aquí, estos tipos están locos y quizá uno de ellos sea el asesino.
     - Lo dudo mucho, aquella persona era de nuestra edad y todos los monitores son mayores. - Se toco el brazo con pena en su mirada.
     - Esta noche no vamos a juntarnos. - Me miro extrañada. - Lo siento pero es por tu bien y el mío, hay un asesino suelto.
     - Si, pero ese asesino ataco dentro de una cabaña, ¿que tal si lo atrapamos?. - Me moleste mas.
     - ¿Que tal si nos mata?. Esto no es un juego. - Kari se puso frente a mí con enojo en su mirada.
     - Pensé que habíamos decidido morir juntos, ¿será que te arrepientes ahora?. Yo...yo no tengo miedo de morir si estas conmigo. - Me quede con la boca abierta y muy sonrojado al escucharla al igual que ella. - Parece que al final te diste para atrás. - Dio media vuelta y se fue hacia donde nos reuníamos para nuestras actividades.

Al verla en una de las filas se veía triste y decepcionada, la verdad no pensé que se pondría así, ademas de que me preocupe por ella, maldición, no entiendo a las mujeres. La actividad que nos esperaba ese dia era de no creerse pero yo ya me lo esperaba de un lunático como S. Hacia el lado este de la isla, sobre un precipicio había una cuerda atada desde un poste a otro por la cual teníamos que cruzar hacia el otro lado, abajo había una red de seguridad pero no se veía segura, solo 45 de nosotros estábamos en el grupo que realizaría este reto, entre ellos Hilu y Ténas solamente. Nos pusieron en un fila de números del mayor al menor, el primero que paso fue 118 quien fácilmente llego hasta el otro lado sin esfuerzo alguno, supuse que era atleta, luego le toco a 123 quien estaba un poco asustado y aunque le costo tiempo pudo llegar al otro lado, y entonces finalmente llego mi turno, odie tener un número mayor que el de todos. Me sostuve con las dos manos de la cuerda que estaba sobre mi cabeza y levante las piernas, rápidamente los ate a la cuerda y me impulse con las manos sin soltar mis piernas, tan solo en unos segundos de avanzar se sentía como quemaba en mis dedos, no estaba acostumbrado a este tipo de cosas, comencé a ponerme nervioso. Apenas a la mitad mis manos se estaban cansando, pensaba en soltar mis manos y atajarme con mis piernas para descansar pero no era tan extremo como para hacer esa locura, soporte el peso de mi cuerpo y finalmente llegue en lo que me solté y apreté mis manos que estaban totalmente rojas. Luego de unos minutos parecía que no había necesidad de usar la red, hasta que un muchacho no se sostuvo bien y cayo hacia ella, en ese momento su cuerpo reboto y cayo fuera de la red sobre unas rocas, el monitor salió corriendo por la bajada en busca del muchacho que parecía moribundo, por suerte no fue nada grave, su brazo sangraba pero no era para tanto, el monitor le atendió con la caja de auxilios que trajo consigo, y aunque pensé que solo fue un accidente, mi pensamiento cambio al ver como el monitor sonrió cuando apretó el vendaje y el muchacho replico de dolor.
Despues de una hora volvimos a reunirnos y nos dieron 15 minutos de descanso, en ese lapso busque a Kari por todos lados y no lo veía, no sabia que fue de ella, en ese momento mi corazón comenzó a latir mas rápido, me empece a preocupar. Corría de aquí para allá y no la veía en ningun lado, mis pensamientos señalaron a S y a la idea del suicidio de Kari, no podía estar mas nervioso, debía encontrarla sea como sea, de pronto me choque con un muchacho y le pedí disculpas, al pasar al lado mío me percate de quien se trataba.

     - Hey. - Detuve al muchacho.
     - ¿Si?. - Me miro irritado.
     - Tú eres el muchacha al que llevaron, ¿verdad?. - Miro hacia todos lados.
     - No se de que me hablas. - Se fue rápidamente, no me sorprendió que tuviera tanto miedo.
     - ¿Me buscabas?. - La voz de Kari resonó a mis espaldas y me di la vuelta.
     - ¿Donde estabas?. - Suspire relajado. - Pensé que te había pasado algo. - Me miro sorprendida.
     - ¿Te preocupaste por mi?. - Parecia que se habia olvidado de su berrinche de la mañana. - Jeje, te espero en el árbol a la hora de siempre. - Se fue corriendo mientras se formaba una sonrisa en mi rostro.
     - Wow.

El Árbol y el PrisioneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora