Prisionero

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Al día siguiente el sol se dispuso a mostrar su lado amable, el clima estaba cálido y era un buen día para usar remeras manga corta, los muchachos se levantaron con buen ánimo a excepción de mí que me pase la noche pensando; monitores dementes, un árbol endemoniado, un asesino, una carta, un mensaje de advertencia, podría pensarse que todo es obra del árbol como lo dijo Kari cuando me contó sobre él, pero no podía sacar conclusiones solo con suposiciones, necesitaba hechos, la carta era la única pista que teníamos. Me puse una remera blanca y un pantalón negro con franjas blancas para correr, una fila que era liderada por un monitor obeso con el rostro cansado paso por nuestra cabaña en el momento en que salimos, aprovechamos y fuimos detrás, en ese instante vi desde lejos el sector de las chicas y recordé lo que sucedió la noche anterior, mire hacia el frente y trague saliva, mi pecho se sentía pesado, que molestia. Al llegar a la gran cabaña tomamos asiento, los chicos estaban muy entusiasmado por las actividades de hoy, ya que el día no era tan helado como los anteriores, los monitores dieron el aviso de que habría juegos deportivos, me sentía bien de que todos recuperaran algo de su jubilo por un simple aviso. Mientras comenzaba a tomar mi desayuno Kari paso por mi mente y la busque con la mirada por todos lados, ella se encontraba en la punta de una de las mesas, me levante de mi asiento y fui a sentarme junto a ella, al verme agacho la cabeza.

     - Tienes que contarme lo que decía la carta, ¿lo recuerdas?. - Levantó la cabeza mirando hacia el frente.
     - No la leí, quería que la leyeramos juntos. - Me extraño.
     - Oye, siento lo de anoche, creo que me precipite. - Agacho la cabeza otra ves.
     - No te preocupes. Aunque aun no te disculpaste por lo de ayer a la mañana después del desayuno. - Recorde que se había molestado conmigo por que me había preocupado por ella, luego parecía ella misma denuevo, ¿como puede ser tan bipolar?.
     - No me voy a disculpar por eso, solo me preocupaba por ti. Vamos a leer ahora. - Un poco molesta la saco de su bolsillo y la puso sobre la mesa. - ¿Y la otra mitad?.
     - ¿Eh?. - Se sorprendió al darse cuenta. - Perdón, se me habrá caído. - Suspire.
     - Esta bien, no te preocupes, debe estar en tu cabaña. ¿Quieres leerlo tú?. - Asintió.
     - "Érase yo un bebe que chupaba y tragaba el amor de la madre, observaba el pensar del padre, escuchaba lo que rondaba en el aire, absorbía y contenía males y bienes, aprendiendo lo que debía de la vida, corazón tan lleno era el mío en ese entonces, saltando para llegar al cielo y mucho mas alto, demostrando debilidad a la oscuridad, sin aprender como primerizo, sino como tonto que aprende de la experiencia. Tantos pecados he cometido, la sequedad de mis labios explican cada uno, salvado solo por la libertad de decidir y arruinado por pensamientos diferentes al mío, terminando solo con mi maldad, acabado por una decisión colectiva de forma justa, quizá sea el karma, la vida me vio y me recordó, lanzo un rayo e irrumpió en mi tranquila vida, ahora me queme, las cicatrices no se curan, no había nada que hacer, ninguna cura era efectiva, nada borra el pasado, ni siquiera mirar y vivir del futuro buscando una ilusión tonta como una merecida paz después de tanta guerra, no, a mi me esperaba algo mas grande, sencillo en palabras y difícil para el corazón". - Kari me miro con melancolía. Me acerque y retome la lectura.
     - "Recuerdo que cuando llegue esperaba mas atención, pero parece que sus ojos no mostraban interés por mi, así que solo no hice caso, fui tan mudo que casi creía que lo estaba hasta que empezó mi gran locura, tuve un amigo imaginario, él me hablaba y me escuchaba siempre, eso era lo que me mantenía cuerdo en ese lugar, lo nombre; Espectro Inmortal" - Mire a Kari y tenia la boca abierta. - "Como el pecado que nunca muere dentro de mi ser, como la sangre que no se limpia, yo era como un cordero enfermo sin ninguna esperanza de vida, a esta cabra solo le esperaba seguir las reglas de la oscuridad y vivir en penumbra hasta llegar su momento". - Me detuve y mire a Kari.
     - Continúa. - Exclamo.
     - "Oh Espectro Inmortal que vives en mi interior, al haber causado tanta destrucción a tu raíz, no habéis perdido la vista de otras raíces las cuales quieras destruir". - Justo en ese instante las palabras se cortan al final de la hoja. - Debes encontrar la otra mitad. - Ella asiente.

El Árbol y el PrisioneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora