Árbol

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Nos llevaron hasta unas cabañas que estaban dispersadas por un bosque lleno de hojas por donde pisaras, no parecían nuevas pero tampoco estaban mal, adentro tenia contra el lado izquierdo y derecho dos camas de dos pisos respectivamente, todo hecho de madera y con lamparas y focos muy luminosos, también tenia un armario donde pusimos nuestro equipaje, y por último un baño en perfecto estado, según se nos ordeno, al día siguiente vendrían a buscarnos para comenzar con las actividades. El lugar era habitable para cuatro por cabaña, y los muchachos que estaban conmigo no parecían malos. Al acomodar todas nuestras cosas y elegir nuestras camas nos pusimos a hablar para conocernos mejor.

- Oigan. ¿Ustedes trajeron el "reflejo" que pedían?. - Se refirió a un objeto que debiamos traer, uno que nos definiera.
- Si, aunque no me pareció buena idea traerlo. - Respondí negativo.
- Hmmm. ¿Qué tal si nos presentamos cada uno?. - El muchacho que hablo primero era de mi estatura, cabello castaño, ojos grises, piel blanca y buena onda en cierto sentido. - Mi nombre es Hilu, mi número es el 8 y este es mi reflejo. - Saco de su bolsillo una larga liga color roja, con ella nos enseño como hacia formas de muchas cosas, era genial.
- Mi nombre es Ténas, mi numero es el 32, espero que nos llevemos todos bien. Ah, y este es mi reflejo. - Saco de su mochila color verde oscuro un cuaderno. - Soy un apasionado por las historias de terror, suelo escribir muchas aqui, es como mi hobbie. - Era un muchacho mas pequeño que todos, dos años menor para ser exactos, era rubio y sus ojos eran tan oscuros que me parecía incomodo mirarlo, se notaba tímido pero sabia hablar y usar bien las palabras.
-Yo soy Melin, mi numero es el 15, y este es mi reflejo. - Nos mostró un cubo rubic de 6x6, hacia tiempo no veía uno. - Es un vicio, mi récord es de 36 segundos. - Todos se asombraron y querian verlo, en efecto su velocidad con las manos era insuperable. El muchacho parecia un nerd hay que admitirlo, pero no era mal tipo.
- Bueno, mi nombre es Elden, mi número no importa, lo pueden ver en mi carnet. Este es mi reflejo. - Les mostré mi mas grande tesoro, mi cámara Nixon CG7. Asi es, era aficionado a la fotografia. -E gusta capturar el momento de todo, algun día pensaba trabajar en los medios publicitario.
- Wow, me gusta, quisiera una de esas para mi. - Hila la miro rincón por rincón.
- Oigan, ¿puedo hacerles una pregunta?. - Todos me miraron al mismo tiempo. - Este lugar es mas extraño, parece como si fuera una prisión, privandonos de nuestros nombres, y eso del castigo, tal vez exageren, pero también puede ser que no. ¿De verdad tenemos problemas psicológicos por lo que nuestros padres nos enviaron aquí?. - Todos miraron hacia abajo mientras pensaban.
- Creo q es un nuevo implemento solamente, ellos son los profesionales ¿no?, deberían saber lo que hacen. - Esas palabras ya las había escuchado de mis padres adoptivos, y al igual que esa vez, no me convencían.

Pasamos el resto de la noche hablando de donde venia cada uno y del futuro que tenían por delante, luego antes de dormir, Ténas nos leyó alguna de sus historias, me parecieron aburridas y no las escuche todas, solo me quede mirando la parte baja de la cama de arriba mientras que los chicos se perdían en sus sueños. No me sentía cansado, pero tampoco estaba preocupado por lo que fuera aquel campamento, solo quería pensar que podría ser interesante haber ido. Después de una hora en total oscuridad sentí como el peso de mis párpados me derrotaba cada segundo, y en el momento en que los cerré completamente un sonido se escuchó fuera de la cabaña, era una rama que se rompía, como si alguien hubiera estado caminando por el bosque a esas horas de la noche. No soy de los que miden sus acciones cuando estoy curioso, así que me levante y sin hacer ruido salí de la cabaña, la oscuridad afuera no era tan sombría, se podían ver rayos de luna por todo el lugar, daban ganas de quitarle una foto a ese camino lleno de pequeñas luces blancas. Camine un poco sin alejarme de mi cabaña que tenía el número 5 escrito en el frente, no escuchaba nada, pensé que había sido solo mi imaginación, entonces di media vuelta y un susto me invadió al ver a una persona frente a mí, retrocedí un paso y luego lo mire bien, era una chica.

- Me escuchaste, ¿verdad?. - La mire un poco molesto.
- Claro, no eres muy sigilosa. Es muy tarde para que éstes tomando un paseo. - Me miro arrugando la frente.
- No estaba tomando un paseo, estaba buscando algo entretenido. - Miro hacia otro lado.
- Ok, vamos a buscarlo juntos entonces. Me mira sorprendida.
- ¿Eh?, no no no, yo sola puedo.
- No te puedo dejar ir sola a éstas horas, ademas ya me despertaste, y va a tomarme tiempo dormir otra vez. - Se puso enfrente mío y siguió caminando, en lo que yo la seguí.
- Espero que cuando lo encuentre no tome el crédito ni nada. - La mire extrañado. - Hey, si vas a venir conmigo camina a mi lado, no quiero que me estés mirando el trasero todo el camino.
- ¡YO NO HARIA ESO!. - Dió una risita y me hizo sonreír. - Todavía no te pregunte. ¿Como te llamas?. - Se frenó y yo me detuve de golpe. - Mira eso . - Nos encontramos al final del camino, habia un precipicio que llevaba a un túnel. - Vamos. - Ella se deslizo hacia abajo y yo iba detrás de ella. Se adentro en el túnel y la seguí con muchas preguntas en mi cabeza.
- No me estas diciendo nada. ¿Qué es este lugar?.
- Shhh. Tú solo me estas siguiendo, eso no significa que seamos amigos ni nada parecido. - Agg, no era como si le hubiera pedido que lo fuéramos. - por fin. - Llegamos al final del túnel, delante había un árbol que estaba alejado de los demás justo en el medio. La chica se acerco. - Ven, toca.
- ¿De verdad?. Si...realemente este es un campamento de locos. - Lo toque y en mis oídos se escuxharon extraños sonidos, como si muchas voces me dijeran algo en un idioma desconocido para mi.
- Wow, es real. - La chica lo estaba tocando.
- ¿Qué carajos es esto?.
- Hmmm. Antes de venir investigue sobre esta isla, cosa que tú no hiciste inepto. Había una leyenda en internet, sobre un arbol que volvía loca a las personas, el árbol Ha'kul, leí también que debajo de este árbol hay un tesoro que escondió un lunático que escapo de un psiquiátrico. - Me reí.
- Que tontería, eso no es real.
- Si lo es, ya escuchaste las voces, ¿no?. - Suspiro. - Y ahora que conoces este lugar..., voy a tener que matarte. - La mire con una ceja hacia arriba. Ella se rió.
- Te lo creíste. Jajajajaja.
- ¡Claro que no!. Oye, aún no me has dicho tu nombre. - Se puso pensativa.
- Creo que tendré que confiar en ti. Mi nombre es Kari Lauser, ¿y tú?. - Me miró directamente a los ojos.
- Ehh, Elden Sabría. - Me sonrió.
- ¿Conoces a The Bird?. - La mire curioso.
- No, ¿quien es?.
- Es un muchacho que escribe muy firmes y crudos en su página web, adoro leerlos. Incluso mi sueño viene de uno de sus poemas, ¿te gustaría escucharlo?.
- Claro. - Cerró los ojos y suspiro.
- No sé lo que estaba pensando ese día en que lo escribió, pero me llego al corazón y desde entonces tengo ese pensamiento en mi cabeza. - Abrió los ojos mirandome. - "Manos atadas a un mismo destino el cual se espera como un trofeo en un estante, quedéis quietos y morid dominados por el mal que los rodea, o tomad esta oportunidad y controlad sus vidas, aun no habéis percatado de lo valioso, el decidir, ser la tijera que corta, la bomba que destruye, el tiempo que detiene. Oh Espectro Inmortal que vives en mi interior, me has mostrado un camino oscuro, uno en donde hay rayos pero no grandes bombillas, acorralaste la verdad y la dejaste libre, entro en mi mente y vivió ahí, ahora de mi boca ha de salir como clones en busca de hogares, hogares que los entiendan. Estimado lector, al haber consumido esta manzana, ¿tendréis miedo de algo?, ¿no os arrepentiréis de algo?, mas cuando se dé la primera mordida no actuéis como un cobarde, la libertad asciende y usted la maneja, no dejéis que la ilusión se los quite, amarradlo al cuello y decidid cuan benéfico es el sacrificio al libre albedrío. Oh Espectro Inmortal que vives en mi interior, ¿hasta cuando podéis soportad la crueldad cuando venga a vosotros?, abrid los ojos, mirad al espejo y decid; Esto es mio". - La mire pensativo por un rato. - Creo que en esas palabras se encontraba un solo significado.
- ¿Cuál?. - Me miro dulcemente.
- Suicidio.

El Árbol y el PrisioneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora