Capítulo 3

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Cuando llego a mi habitación Amanda ya está allí para abordarme a preguntas sobre mi primer día e ensayo con el profesor Rosb.

- ¡Tía! ¿Dónde estabas? No te he visto en la cena ni en la comida.

- He comido con Robert y he cenado un sandwitch de la máquina cuándo venía hacia aquí.- Le enseño el plástico en el que venía.

- Esa es mi chica, así me gusta.- Dice Amanda orgullosa.

Yo sonrío y me siento en su cama junto a ella.

- Es un auténtico borde, en serio. Pero me sorprende que es capaz de levantarme a peso puro.

- Vaya, eso mola, eres demasiado alta. Pero bueno, por lo que recuerdo de él, es más alto que tú.

- Te confirmo que recuerdas bien, me saca como una cabeza.

Amanda sonríe y me mira fijamente. Yo la miro extrañada y ella frunce el ceño.

- Te gusta.

- ¿Qué? Lo he conocido hoy Amanda ¿Cómo me va a gustar? Además ya te he dicho que es un borde conmigo y que casi no me habla, sólo para darme indicaciones sobre el puñetero baile.

- Oh Dios mío, te gusta mucho y lo peor es que tú también le gustas e él.

- ¿Qué dices?- Yo me río ante las disparatadas ideas que tiene mi mejor amiga.- En serio, ese tío es un témpano de hielo.

- Tía, yo le conozco desde hace años, es amigo de mi hermano, venía seguido a mi casa cuando estudiaban juntos y es súper agradable, muy abierto y gracioso, pero según me dijo mi hermano, con las chicas que le gustan es muy borde. Me sigue extrañando que Tommy nunca te hablara de él.- Amanda está tan seria que tengo que creerme todo lo que me dice, aunque me extraña que su hermano Tommy no me hablara nunca de él cuándo estuvimos juntos.- Al parecer una tía le hizo mucho daño y dejó de confiar en las mujeres, por eso de nada que se siente atraído por una chica la aleja de él.

- Vaya, eso es raro, y muy fuerte, pero sin duda una coincidencia, puede que sea borde conmigo porque sencillamente no le caigo bien. Además, nos hemos conocido hace diez horas, es imposible que le guste, ni siquiera me conoce.

- No sé si te has dado cuenta de que tu selección fue hace un mes y que él ha estado viendo vídeos tuyos todo ese mes. Sabe como bailas y como acostumbras a moverte. Te conoce muy bien.

- Amanda, conoce mi forma de bailar, no mi personalidad.

- Le han hablado de tu personalidad y deja de llevarme la contraria, mañana lo comprobarás.

Yo pongo los ojos en blanco y me voy a mi cama, necesito dormir.

Al día siguiente mi despertador me odia tanto que suena sin parar esperando a que me despierte. Me levanto, me ducho y me visto, Amanda sigue dormida, me permito un segundo para envidiarla. Ella puede dormir un buen rato más, mientras que yo...

Oh mierda, y ahora llego tarde, seguro que Rosb me echa la bronca. Cuando entro en la sala de ensayo parece que no hay nadie, pero me fijo y veo que Robert está calentando en una esquina.

- Buenos días Robert.

- Buenos días Rebecca.

- ¿Calentamos?- Pregunto temblorosa, ¿Pero qué leches es lo que me pasa?

Él asiente y empezamos a calentar. Cuando terminamos mi cuerpo está activo y estoy deseando que me ponga sus hábiles manos encima.

Nos colocamos en la posición inicial en la que cuelgo literalmente de sus manos, continuamos haciendo el baile, salto, doy vueltas, me coge en brazos y fin, el precioso final en el que acabo en sus brazos, rodeando su cuerpo con mis piernas, las puntas de nuestras narices se tocan y yo noto el calor de su cuerpo contra el mío. Nuestras respiraciones están aceleradas, el sudor cae por nuestras sonrojadas caras, él me mira profundamente a los ojos, yo, con mi moño despeinado que deja caer mechones rubios de pelo por mi cara dándome cierto aspecto de loca, ambos inmersos en la mirada del otro. Ninguno parece tener intenciones de soltarse, parece que hay un mutuo pensamiento en el aire. Acerco más mi cara a la suya pegando así nuestras frentes e intento alcanzar su boca, pero él mueve la cabeza sutilmente hacia atrás.

Mi Último Baile [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora