Mi Último Baile [Completa]

Capítulo 5

Después de presentarnos Nick me llevó a su habitación, la 1413, que está al lado de la mía, para cenar.  Nos pasamos horas charlando y él me cuenta que también es bailarín y que está aquí por el concurso. Son las tres y media de la mañana cuando los dos estamos tirados en la cama de Nick riéndonos del peluquín del hombre que presenta el concurso.

- Bueno, y ¿A qué país representas?- Le pregunto después del tremendo ataque de risa.

- Vengo de la escuela de España, pero soy inglés. ¿Y tú?- El corazón me da un vuelco y el estómago se me revuelve al recordar quien es su compañera de baile.

- Yo soy estadounidense, pero represento a la escuela inglesa.- Me levanto de la cama y me vuelvo a poner las converse.- Debería irme, es muy tarde.

- Está bien, ¿Quieres que te acompañe?

- No, estaré bien, pero gracias por la oferta.- Le contesto guiñándole un ojo.- Nos vemos mañana.

- Buenas noches.- Me dice devolviéndome el guiño.

Yo recojo mis maletas y me voy a mi habitación. Ahora la llave abre, que bien. Nada más entrar noto  un fuerte aroma a one million y sé lo que eso significa.

- Robert.

- Buenas noches Rebecca.- Me dice desde la cama, mi cama, donde está cómodamente tumbado.

- Lárgate de mi cuarto Robert.- Le contesto secamente.

- ¿Dónde has cenado? ¿Y dónde has estado todo este tiempo?- Me pregunta con un tono de voz insoportable. El odio que antes Nick hizo desaparecer vuelve con más fuerza que nunca.

- ¿Pero de que vas? ¡Tú me dejaste tirada por irte a cenar con esa pedorra! No te atrevas a reñirme por buscarme la vida para no estar sola.- Le grito todo lo que llevo reprimiendo todo el día. Aunque sé que él no tiene la culpa de ser tan atractivo y de atraer todas las miradas, me da igual, lo odio, y no me puedo creer que me tenga que pasar las próximas semanas viajando con este tío.

Él me mira desde la cama con gesto divertido, entonces se echa a reír.

- ¿Estás celosa?- Suelta otra carcajada mientras yo lo fulmino con la mirada desde mi sitio. Me acerco hasta él y tiro de su musculoso brazo para intentar sacarlo de mi cama, qué decir que no sirve de nada.

- Fuera de aquí.- Sigo tirando de él, pero sigue clavado en su sitio sin inmutarse.- Jamás estaría celosa, ¿Por qué iba a estarlo? Te odio.- Con lo último su cara cambia y me agarra el brazo con el que yo lo estaba agarrando a él y me tira encima de la cama. Cuando estoy tumbada él se pone encima de mi pegando nuestros cuerpos y evitando así que yo pueda moverme lo más mínimo.

Noto todos sus músculos contra mi cuerpo y su cara está tan cerca de la mía que siento como su aliento me acaricia las mejillas. El corazón se me acelera tanto que temo que se me salga del pecho.

- Si me odias...- Me susurra rozando mi nariz con la suya.- ¿Por qué estás temblando?- ¿Estoy temblando? Maldita sea...- ¿Por qué te pones tan nerviosa cuándo hago esto?- Él se inclina y me da un suave beso en el cuello. Creo que acabo de entrar en coma. Él me vuelve a besar en el hombro... y en la clavícula... madre mía.

Vuelve a juntar nuestras narices y mi respiración se para. Me mira a los ojos y sonríe.

- ¿Quieres que te bese?- Yo veo sus ojos, azules e intensos, fijos en los míos.

- No.- Le contesto. A pesar de que su físico me atrae me sigue pareciendo un capullo y un idiota. Además sería un error tener algo con él, no solo porque sea un capullo, sino porque está prohibido por la escuela.