El chico se agacho y comenzó a desatar las cuerdas que tenia en el torso, mientras Jin le miraba fijamente. Era un perfecto chico con las facciones mas delicadas y bonitas que vio jamás, sus labios tenían la curiosa forma de un corazón que lo hacían adorablemente hermoso.
—¿Cómo te llamas? —Susurró en voz baja, tenia una voz muy bonita.
—Jin... SeokJin... —Se acomodó mejor mientras se acariciaba las muñecas.