Sintió los latidos acelerados de su menor y se durmió en su pecho. Despertó por una gran mano que le acariciaba el pelo con dulzura.
—Te quedaste dormido Jin.
Sonrió y se acurrucó mas.
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Sintió los latidos acelerados de su menor y se durmió en su pecho. Despertó por una gran mano que le acariciaba el pelo con dulzura.
—Te quedaste dormido Jin.
Sonrió y se acurrucó mas.