—Señor Min YoonGi, tiene cinco acusaciones en su contra, cuatro hojas de vida completamente manchadas y seis graves. Que hace, ha? Trafica droga y se las vende a los profesores!? —Le exigió la directora, YoonGi suspiró, totalmente sumiso. —Y usted Joven SeokJin, es la primera mancha de su expediente. Siempre fue un alumno ejemplar —La mujer tras el escritorio se acarició el entrecejo— Es increíble que les tenga que suspender por dos semanas... Pero se lo merecen...
Jin y YoonGi entrelazaron sus dedos a medida que la directora llenaba unos papeles, todo salia según el plan.