Me levante con la sensación de haber tenido un sueño bastante desesperante pero no podía recordarlo, así que estuve unos cuantos minutos solamente acostada meditando a ver si me acordaba de algo, pero nada. Me estiré y me levante admirando la habitación y me di cuenta de que Zelie (mi mejor amiga de siempre con la que compartía habitación) ya no estaba en la cama, lo cual es bastante extraño porque siempre se despierta bastante tarde y más los domingos. Me lave los dientes y la cara, me cepille el cabello y me hice una trenza para salir a buscar a Zelanda que por alguna razón había madrugado esa mañana. Recorrí de uno a uno los pasillos de la casa y le pregunte a todas las chicas que si la habían visto pero todas estaban apenas despertándose al igual que yo así que la fui a buscar en la planta baja pero antes de que pudiera subió corriendo Oxanne tan rápido que apenas pudo detenerse
-Es hoy!- dijo exasperada tratando de recuperar el aliento y tomándome de los hombros
-Que cosa? No entiendo...-
Entonces fue cuando recorde la fecha, era 4 de Octubre. Justamente en ese momento salió Garner de su habitación llorando cubriéndose la cara y todas la rodeamos y abrazamos.
-Lo siento muchísimo chicas, en verdad lo lamento- no podía parar de llorar
-No te preocupes Garny, no es culpa tuya- dijo Pricile
-Feliz cumpleaños Garner...- dije yo acercándome y dándole un abrazo que hizo que todas hiciéramos lo mismo y comenzáramos a llorar con ella.
Garner es la más pequeña de todas las chicas de la CESI 19, lo que significa que todas ya habíamos cumplido los 21 menos ella y hoy era su cumpleaños. Ósea que como todas ya habíamos cumplido la edad requerida mañana mismo sería la subasta.
-Lo siento tanto!- no paraba de decir Garner, me imagino lo mal que ha de sentirse. Aún recuerdo cuando todas llegamos aquí asustadas hace 16 años, éramos tan solo unas pequeñas de 5 años que fueron apartadas de sus padres y hermanos. A decir verdad no puedo culpar a la pobre de Garny pero este era el día que más temía ya que sería nuestro último día de libertad antes de ser llevadas a Europa para ser vendidas en la subasta. Después de un momento todas comenzamos a irnos al comedor para ir a desayunar, pero yo quería encontrar a Zelanda antes. Fui a la biblioteca, a la cocina, el salón de música, la sala de entretenimiento, el salón, el comedor, revise de nuevo nuestra habitación y no estaba así que solo quedaba un lugar donde podía estar, el jardín. Efectivamente ahí estaba, como siempre mirando al horizonte reflexionando en una de las mesas del kiosco. Fui hasta ella y le di un abrazo por atrás y noté que una lágrima se resbalaba por su mejilla y también me abrazo.
-No te encontraba...-
-No puedo creer que sea nuestro último día. No me quiero ir, no puedo ni siquiera imaginarlo- dijo sin dejar de ver hacia la nada y me puse de cunclillas frente a ella.
-Shhh... No pasará nada, aún hay esperanzas recuerdas? Somos 500! Dudo que todas sean elegidas y a decir verdad las tutoras nos odian lo suficiente como para dejarnos al final- le sonreí a la chica hermosa de ojos claros y tez morena que tenía frente a mí mientras nos tomábamos de las manos
-Es verdad Key- soltó una risa y bajo la mirada- Somos un desastre! Las docentes no van a permitir que los millonarios nos conozcan- reimos juntas.
Y era verdad, desde que nos conocimos Zelanda y yo compartimos ideologías de lo mucho que detestamos el sistema. Siempre nos portamos de lo peor posible, con la esperanza de que nos corrieran de ahí pero jamás lo conseguimos por más terribles que fuéramos. En todas las clases teníamos que hacer algo para hacer que nos sacarán por portarnos mal y alterar el orden pero por nosotras era mejor, no soportábamos la idea de que teníamos que ser educadas para ser todas unas señoritas perfectas que ni siquiera perteneceríamos a nosotras mismas o tan siquiera tendríamos voz propia.
-Pero bueno! Tenemos que disfrutar el día si? Vamos a desayunar porque me muero de hambre-
-Bueno pues... Vamos- dijo con una sonrisa secándose las lágrimas y nos fuimos rumbo al comedor.

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C O M P R A D A
RomansaKeyra Laurenn Maine--- -"Vendida!" Solté un grito ahogado por un nudo en la garganta acompañado por lágrimas que intente pero no logré contener. Ashton no era cualquier chico, era el hijo del Magistrado de la "MWAB", el rey supremo del mercado de l...