Jihoon despertó con lentitud, abriendo los ojos de a poco y enfocando la vista hasta contemplar la habitación en su totalidad. Aún estaba a oscuras y podía adivinar que tanto la respiración sobre su frente, como los brazos sobre él y el pecho que subía y bajaba frente a sus ojos eran de SeungCheol. Se habían quedado dormidos juntos. Un sonrisita cruzó por sus labios al tiempo que sentía un cosquilleo en el pecho y en las puntas de los dedos.
Quiso acurrucarse contra el pecho del mayor pero recordando que ninguno de los dos se había dado un baño la noche anterior y habían olvidado también encender el aire acondicionado, se abstuvo de hacerlo sintiéndose asqueado porque «Iugh, Iugh, iugh, estoy sudado». Con cuidado se quitó las manos de SeungCheol de encima —el pelinegro estaba tan dormido que sólo se dio la vuelta— y se sentó en la cama, pasándose las manos por la cara —arrepintiéndose al momento porque brillaba más que las luces de neón— y deseando bañarse.
—¿Tio?
Jihoon miró a un lado encontrándose a SooHyun de pie frente a él, abrazando a un dinosaurio de peluche.
—Hola Soo... ¿Qué pasa? —preguntó el castaño con voz ronca.
—Tengo hambre. —respondió ella.
Jihoon se aclaró la garganta y luego procedió a desperezarse, estirando los brazos y bostezando bajo la atenta mirada de su sobrina más joven y luego miró hacia ella de nuevofrotándose un ojo.
—Del 1 al 10 ¿Qué tanta hambre tienes?
—Nueve y medio.
—Okay, okay ¿Ya te cepillaste los dientes? —La niña negó con la cabeza—. Bien, anda, lávate y todo eso... Y en momento te encuentro en la cocina ¿Esta bien?
Soohyun asintió antes de irse de la habitación y Jihoon bostezó otra vez para luego salir finalmente de la cama, caminando perezosamente hasta el baño de la habitación, encerrándose allí y sacándose la somnolencia en tiempo récord, lavándose la cara y los dientes y dándose el baño —¡Bendito sea el jabón!— que tanto ansiaba. El castaño salió con una toalla alrededor de su cintura y procedió a vestirse no sin antes verificar que el cuerpo esparramado en la cama de SeungCheol siguiera dormido.
—Deberías ponerte la camiseta roja... Se te ve bien.
El menor se espantó ante la repentina voz de SeungCheol, abrazandose a si mismo en un intento de cubrir su torso y se volteó a verlo con el rostro serio. El pelinegro estaba acostado boca abajo en la cama, abrazando una almohada y mirándolo sólo con un ojo abierto y una sonrisita estúpida. Jihoon se sonrojó violentamente pues sólo tenía puestos unos Jeans claros a medio abotonar y nada más pero quien sabe qué tanto había visto SeungCheol. Quiso lanzarle algo, cualquier objeto pero no tenía nada a la mano y tampoco tenía como cubrirse.
—¿Hace cuanto estás despierto? —preguntó en medio de un murmullo nervioso.
—El tiempo suficiente para ver tus lindas piernas.
Jihoon abrió la boca dispuesto a decir algo pero se encontró a si mismo sin palabras, quedando idiotamente paralizado frente a su novio. Sólo atinó a reaccionar para buscar una camisa al azar del ropero y finalmente cubrirse, se abrochó el pantalón y buscó sus pantuflas por el piso, ignorando al mayor.
—¿Quien diría que te podías sonrojar tan fácilmente? —murmuró SeungCheol felizmente rodando sobre la cama y estirándose—. De haberlo sabido, hubiera actuado así desde mucho antes.
El menor rodó los ojos y bufó—. Claro, es por eso que hasta el día de ayer yo no sabía que te gustaba.
SeungCheol gimoteó ante el sarcasmo de Jihoon y se dio la vuelta, quedando boca arriba en la cama. Él tenía sus razones para no haberse declarado antes, el temor a ser rechazado y cruelmente ridiculizado era una de ellas.
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Qué esperar cuando no estás esperando ➳ JiCheol
FanfictionA Jihoon no le agrada SeungCheol y a SeungCheol no le agrada Jihoon (O eso parece). Sin duda, un milagro tendría que pasar para que Jihoon no quiera ahorcar a SeungCheol... O quizá no precisamente un milagro, ¡Sólo sus pequeños sobrinos! ...