Qué esperar cuando no estás esperando ➳ JiCheol

Mr n' Mr Choi [Birthday pt1]

La vida era una perra y Choi SeungCheol sabía eso muy bien.

Como si el perder a tu madre y a tu hermano menor a los 9 años fuera poco, él había perdido a su padre también. Corrección, no lo había perdido, su padre se había ido solo, los había abandonado; sin siquiera decir palabra o dejar una nota el señor Choi se había ido una mañana y no había vuelto desde entonces.

Los había dejado con una pequeña casa, una cafetería a punto de quebrar y un centenar de deudas. No le importó que sus hijos al igual que él estuviesen sufriendo por la pérdida de dos miembros en la familia, no le importó que SeungCheol tuviese apenas 9 años y lo necesitase más que nunca. Sólo se preocupó por él mismo y se fue.

Choi SeungYun, su hermana mayor, se había hecho cargo de él desde entonces actuando como madre, amiga y hermana. Ella y su esposo lo acogieron en su casa sin importar nada, lo cuidaron y estuvieron para él en todo momento. Durante los festivales del día del padre o de la madre, durante sus presentaciones de Taekwondo y su graduación de bachillerato. Siempre habían sido SeungYun y Hoonmin.

Su hermana, se había hecho cargo de la cafetería y con mucho trabajo había logrado levantarla, ella le enseñó que con esfuerzo y dedicación todo se podía conseguir. Todo había tomado su curso, era demasiado bueno y tranquilo. Había estado tan feliz con su familia que ni siquiera pudo pensar en que otra tragedia podría asaltarlo de nuedo. Era inimaginable.

Pero pasó.

Y ya no era él el niño abandonado, no era él quien necesitaba ser acogido y cuidado.

Sus sobrinos necesitaban de él, más que nunca y SeungCheol estaba dispuesto a darlo todo por ellos, así como su hermana y su cuñado hicieron con él. Sabía que sería difícil, eran tres niños después de todo, pero él tendría la ayuda de Jihoon, que era más de lo que podía pedir. No había esperado que el menor dejara toda su vida en los Estados Unidos y volviera para ayudarlo, conociendo sus anteriores altercados y sabiendo que ellos nunca habían podido congeniar, SeungCheol realmente esperaba que Jihoon se negara a convivir con él en una misma casa como lo decía el testamento de sus hermanos. Pero sorpresivamente —para él— Jihoon había aceptado y asimilado la información sin problemas.

Un sentimiento cálido se expandía por su pecho de sólo pensar en que volvería a estar cerca del muchacho bajito, pero dicho sentimiento se enfriaba cada que recordaba que estaba ahí y por una sola razón y no era por él.

Rápidamente ambos se habían adaptado a una rutina, Jihoon hacía el desayuno y se encargaba de despertar SunHyun y SeungHoon y tenerlos listos para comenzar el día. A las 7:45am cuando SeungCheol despertaba, sus dos sobrinos ya estaban en la cocina desayunando en el mesón junto con su Tío Jihoon. A las 8:00am él se encargaba de ir a despertar a SooHyun mientras Jihoon llevaba a SunHyun a la escuela y a SeungHoon a la guardería. Y por último a las 8:30am él llevaba a SooHyun a la escuela y luego iba a la Universidad hasta las 11:26am cuando iba a por SeungHoon a la guardería y por SooHyun a la escuela para ir a casa y comer el almuerzo hecho por Jihoon —algunas veces comprado en algún restaurante— a las 2:00pm exactas Jihoon salía de casa en busca de SunHyun y apenas llegaba, SeungCheol volvía a irse para cumplir con su último bloque de estudios y una hora en la cafetería de la familia hasta las 6:40pm que debía estar de vuelta en casa para preparar la cena, que en su mayoría terminaba siendo comida del restaurante favorito de SunHyun.

Era un horario apretado y los dos lo sabían. Estaban conscientes de que sólo se haría más complicado una vez Jihoon comenzara clases, pero para su suerte eso no ocurriría sino hasta mediados de Enero del año siguiente, así que todavía tenían un mes y un poco más para planear que harían con los niños cuando ese momento llegara.