The Date and... ¡Oh God!

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De: Idiota <3

¡Lo había olvidado!... ¡Feliz 3er semanaversario!


Jihoon miró con una sonrisa el mensaje, burlándose de lo excesivamente cursi que SeungCheol podía llegar a ser. ¿Exactamente cómo podía responder ese mensaje? "Feliz 3er semanaversario a ti también" o "¿Qué carajos es un semanaversario?" el castaño escribió varias veces en el celular terminando por borrar una y otra vez cada palabra; no quería actuar cómo usualmente lo habría hecho porque en cierto modo sentía que el pelinegro no lo merecía. SeungCheol siempre era cursi, meloso y se la pasaba diciendo frases sacadas de un mal libro juvenil y luego estaba él, que nunca sabía que responder a las cursilerías del mayor y que siempre terminaba burlándose o actuando de manera fría. Por lo menos debía intentar poner el tornado de emociones de su estomago en palabras en lugar de sólo guardarlo para si mismo.

Otro mensaje lo sacó de su pequeño dilema sobre ¿Cómo ser un mejor novio? y volvió a sonreír al ver que era de SeungCheol.


De: Idiota <3

Te llevaré a cenar hoy... No es una pregunta.


—Jihoon, deja el celular y ven conmigo. —avisó una de las médicos a cargo de la sala de emergencia.

El castaño asintió, apenas logrando responder un simple "Esta bien" a SeungCheol antes de seguirla. La segunda semana de rotatorios estaba terminando y durante la misma había estado yendo y viniendo entre los pasillos de la sala de emergencias, había sido un poco difícil y cansado pero aún así estaba emocionado por todo ello, lo que más le gustaba de su carrera era el poder estar de aquí para allá siempre alerta por cualquier situación de emergencia. La Dra. Hwang lo llevó hasta la sala de quirofáno, donde actuaría como médico ayudante de ella en una intervención de último minuto.

El paciente había sufrido un accidente durante una carrera de motocicletas y tenía una pieza de metal incrustada en el abdomen, un accidente poco común para esas horas del día —eran casi las cuatro de la tarde— y para ese tipo de carreras. La intervención los mantuvo ocupados por casi cinco horas y después de unas cuantas complicaciones con la anestesia parecieron terminarla con éxito, el motociclista estaba estable y Jihoon fue enviado a casa.

Él ni siquiera se tomó la molestia de cambiar su traje quirúrgico, simplemente buscó sus cosas en los vestidores de médicos y salió al estacionamiento para buscar su camioneta, ir a casa y arreglarse para su cena con SeungCheol.

—¿Eso es sangre?

La pregunta lo hizo detenerse y mirar hacía donde había venido la voz. SeungCheol estaba apoyado en su propia camioneta, con las manos en los bolsillos de los jeans y mirándolo con una expresión tranquila. Jihoon se tomó casi tres minutos para reaccionar y darse cuenta de que no era un espejismo y su novio en verdad estaba ahí.

—¿Qué haces aquí?

—Te dije que te llevaría a cenar. —el pelinegro se encogió de hombros.

Jihoon sonrió y se acercó—. No creo que mi vestimenta sea la adecuada, hay sangre en mi ropa y huelo a antiséptico.

—¿Ves esta mancha de aquí? Es chocolate y JaeHwan sin querer arrojó sobre mi un cappuccino así que huelo a café, estamos a mano.

Qué esperar cuando no estás esperando ➳ JiCheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora