18

184 24 1
                                    

La gasolina casi se agotaba, pero la plataforma de servicio más cercana estaba aún a poco menos de un kilómetro, Won Bin maldecía entre dientes y yo reía por lo bajo, tenía un as bajo la manga. No sería la primera vez que mi hermano se queda sin gasolina en plena carretera, una vez, mientras volvíamos a casa después de un tour en auto por todo Londres con un grupo de amigos, la gasolina marcó el cero, aún recuerdo el rostro de los chicos cuando papá fué a recogernos a todos, le tenían pavor. Mi padre tiene rostro de hombre serio y estricto, lo segundo definitivamente lo es, pero serio...río con solo pensarlo. Es un hombre bromista y cariñoso sin duda alguna.

-Won Bin... -le dije suavemente para llamar su atención.

-Ahora no ____, nos hemos quedado sin gasolina a un kilómetro del depósito, déjame pensar en como solucionar toda esta mierda.

Y cuando el atractivo hermano a mi lado me llamaba por mi nombre era que realmente estaba cabreado, Won Bin es de esas personas que jamás aceptarían un error dos veces, bueno...mil veces en este caso, no llamaría a papá para pedirle ayuda ni en un millón de años.

-Al menos te alcanzó para orillar el auto.

Y como lo supuse mi comentario terminó por ponerlo aún más histérico de lo que de porsí ya estaba, es algo sumamente obvio en él, se notó en las gruesas venas de sus brazos y de su masculino cuello. Y en el hecho de salir del auto y posar ambas manos en la parte delantera del auto totalmente cabreado. Reí, él lo notó y me fulminó con la mirada.

-Si las miradas mataran... -dije yo denotando el sarcasmo en su máxima expresión, tomé las llaves del arranque y saliendo ligeramente del auto me acerqué a mi hermano.

-Quédate adentro, debo pensar.

-No. - moví las llaves cerca de su rostro.

-¿Qué haces? -lo ignoré y caminé hacía la parte trasera del auto. -¡_____! ¿a dónde vas?-decía mientras me seguía casi corriendo.

-Tranquilo, no voy a escaparme.- Le dije cuando me tomó por la cintura, lentamente me soltó y hundí la llave en la cerradura de la cajuela, ahí había guardado la gasolina de emergencia. Saqué el galón con algo de dificultad, era pesado. Won Bin abrió los ojos hasta que se asemejaron a un par de pelotas de golf, dentro de poco se saldrían de su rostro.

-¡Sorpresa! - grité entre risas.

***

-¿Por qué no me dijiste que habías guardado eso ahí? - me preguntó mientras nos incorporabamos de nuevo dentro del auto.

-Intenté hacerlo, pero me dijiste: "tengo que pensar". - le expliqué tratado de imitar su grave vos en la última frase.

-Que graciosa - dijo él utilizando el sarcasmo que minutos antes yo había mostrado.

-Lo sé.

Ambos reímos.

Nunca hemos podido estar enojados por más de una hora. La única vez que mutuamente intentamos no hablarnos por más de una semana, terminamos deprimidos y sin vida social por ese corto lapso.

-Esto nos alcanzará para llegar perfectamente a llenar el tanque, hasta de sobra. Nos has salvado.

-Seamos realistas, no es la primera vez que te quedas sin gasolina en la carretera.

-Y me hubiese gustado que todas esas veces hubieras estado conmigo. - las venas de su cuello habían sido reemplazadas por una pequeña sonrisa.

-No todas, no me hubiese gustado verte follar con alguna inglesa de buen trasero, mientras yo como una bolsa enorme de papitas fritas en el asiento de adelante esperando a que terminen y a obtener rápido ayuda de papá, y que luego también tenga que acompañarme a comer papitas en el lado del copiloto. Sería perturbador. - Y ante mi comentario esa pequeña sonrisa se convirtió en una carcajada, la cual llenó todo el lugar hasta contagiarme.

You Are My Heaven (Heo Young Saeng y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora