26

200 21 6
                                    

¡ATENCIÓN!⚠

**Este capítulo incluye contenido sexual y vocabulario soez. Si no te gusta, no debes o no puedes soportarlo te recomiendo respetuosamente no leer este capítulo y saltar al próximo. Gracias.**
💚

------------------------------------------------

     Se dice que los mejores momentos de tu vida los vives con la persona con la que menos imaginaste en algún momento llegar a congeniar, y es algo con lo que estoy completamente deacuerdo. Young Saeng llegó a irritarme increíblemente, llegó a sacarme de mis casillas de la manera mas exagerada posible. Y ahora, en ese preciso momento, lo único que deseaba era que no me soltara jamás.

Seguimos besándonos por bastante tiempo, nuestros cuerpos emanaban los más calurosos deseos y nuestros corazones vibraban con cada uno de nuestros movimientos, con cada rosar, con cada beso, con cada caricia. Me encontraba atrapada debajo de su cuerpo, podía oler el aroma de su colonia, y podía percibir lo caluroso que estaba su anatomía, se sostenía con una de sus manos al lado de mi cabeza, evitando aplastarme con su peso, sentía el pequeño espacio entre su cuerpo y el mío tan despiadado, tan cruel y a la misma vez tan cómodo, tan nuestro.

Su mano libre acariciaba mi rostro, probablemente mis mejillas se encontraban rosadas y mis ojos tan brillantes como la misma luz del sol. Mi corazón tomó el control, golpeteaba con fuerza llevando cálidez al resto de mi pecho.

Sus besos, sus besos me llevaban al mismísimo espacio, sus labios tan suaves, tan fríos y tan calientes, tan suyos, tan míos. Deseaba disfrutarlos, que fuesen solamente míos, que no pudiesen escapar de  mi, de mis tremendas ganas de devorarles sin compasión.

Quería sentirlo mío, todo él, su corazón, su cuerpo, su alma.

Rodee mis brazos abiertos por su espalda, era tan ancha, tan masculina, mis manos apenas lograban llegar a sus trabajados hombros, y enterrando mis dedos en ellos le besé, esta vez como si el mundo fuese a acabarse, como si el universo fuese a explotar si no tenía sus labios junto a los míos, si nuestras lenguas no luchaban por ganarse la una a la otra.

Su mano bajo de mi rostro a mi cadera; sin embargo, nuestras lenguas aún luchaban entre ellas, el calor en mi pecho ahora bajaba y subía de mi feminidad sin control alguno. Estaba agitada, ya me faltaba el aire, separamos nuestros labios lentamente y esperé que volvieran a juntarsen, pero no lo hicieron, sino que los de él se dirigieron a mi cuello, besando despacito desde mi mentón, dejando un camino de calor en su recorrido. Empezó a chupetear mi piel, mordiendo suavemente y humedeciendo con su lengua las zonas que presionó con sus dientes y labios, seguramente dejarían una marca; pero eso...no me importaba. Hizo esto hasta llegar al lóbulo de mi oreja derecha, lamiendo y respirando sobre ella, ahora mi vagina empezaba a humedecerse también, sentía mi clítoris palpitar al ritmo de su aliento en mi oído. Su mano recorrió mi abdomen por debajo de la blusa, llegando hasta el borde del sostén y volviendo a bajar. Su lengua y respiración seguían jugando en mi oreja, haciéndome soltar pequeños gemidos, se sentía tan bien.

Su lengua bajó hasta el camino entre mis pechos, chupaba cada centímetro. Pude notar que la tela estorbaba, así que él mismo se deshizo de ella, quitó también el incómodo sostén y lo lanzó a algún lado de la cama.

Acomodó las almohadas estratégicamente para poder ubicarme con más comodidad para ambos, me encontraba sentada, pero recostada sobre ellas. Entonces Young Saeng regresó y con muchas más ganas hundió su rostro entre mis pechos, los tomó con ambas manos y las amasó dejando marcas rojas en ellos. Su lengua empezó a chupar uno de mis duros pezones, y una de sus manos se encargó de juguetear con el otro. No podía ahogar los chillidos de placer, sentía mis bragas tan mojadas, sentía mi feminidad palpitar y desear contacto. Él jugaba con mis pechos como si fuesen un par de pasteles, les mordía como si fuese su cumpleaños, les tomaba como si estuviese muriendo de hambre, y eso solamente lograba excitarme más. Empezó a succionar mi rosado pezón, el cual parecía volverse mas sencible cada vez. Se sentía un poco de dolor, pero el placer era mucho más fuerte.

You Are My Heaven (Heo Young Saeng y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora