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Siempre he creído, desde aquel terrible episodio en mi vida, que los sentimientos por el sexo opuesto, de manera ajena a amistad o enemistad, es estúpida. No es que sea una pesimista o una amargada, mas bien soy algo así como una sobreviviente a ese tipo de lazos, les contaré un poco de mi historia con Steven Miller; un tipo alto, cabello castaño, piel blanca pero ligeramente bronceada y ojos azules... esos malditos ojos azules, que significaron para mí, la perdición. Y no es por ser dramatica, ese tipo fué el peor trago amargo en mi adolescencia.
Como toda joven de 16 años, con hormonas al tope y unas increíbles ganas de sacar su rebeldía a relucir en su mayor expresión... conocí a Steven en uno de esos antros para mayores de edad en los que los menores pueden entrar sin el menor problema, una noche... después de mentir a mis padres sobre una pijamada en casa de Santa Karina, mas conocida como: simplemente Kari, escapamos y nos dirijimos a una alocada noche júvenil en el centro de la ciudad, era viernes y el lugar estaba a explotar. Adquirimos unas bebidas en la barra sin siquiera mostrar nuestra identificación. Ahora que lo pienso...¿qué clase de lugar es ese?
Mientras bebíamos en una de las mesas del lugar un hombre bastante maduro, me tomó de la cintura y empezó a besarme, las chicas intentaban desprenderlo, pero el tipo era un musculoso muy fuerte. El maldito metió una de sus manos en mi escote, cuando escucho una grave voz decir: -¿qué crees que haces idiota?
Cabe mencionar que lo agradezco hasta el día de hoy.
A pesar de mis quejas y los gritos de mis amigas nadie parecía reaccionar, todos seguían en lo suyo, ignorando por completo mi vulnerable situación.
El dueño del grave sonido tomó al hombre del cuello y hudió su enorme puño en el rostro del abusador. Lo golpeó hasta sangrar y huyera de ahí como el cobarde que era.

-¿Estas bien?

Y ahí fué cuando me encontre con aquellos ojos azules que me hicierón cometer tantas estúpideces, aquellos ojos azules que tanto me hicierón sufrir hasta casi desmoronarme. Esos ojos azules que me enamoraron por primera vez en una situación adversa.
Steven era el típico chico inglés rebelde, chaqueta y botas altas de cuero negro, piercings y tatuajes y un cigarrillo en mano la mayoría de las veces y una característica sonrisa ladeada. Y eso fué lo que me volvió completamente loca, después de ese día seguí frecuentando el lugar solamente para encontrarme con él, y a eso de las 2 de la mañana me dejaba en la puerta de mi casa después de un recorrido en su motocicleta.
Como sufrieron mis padres en aquel tiempo, y como sufrí yo.
Tiempo después, Steven y yo teníamos una relación de noviazgo, en ese momento me sentía realmente feliz, no dudaba en lo absoluto de él, de nosotros. Iba por mí cada tarde al colegio, algunas veces me llevó a mirar las estrellas por la noche a sus lugares favoritos, me sentía más que feliz... a su lado me sentía amada.
Aunque todo cambió poco a poco, sin tan siquiera darme cuenta...me encontraba en una relación enfermisa, una relación basada en el control que él ejercia en mí, en los celos exagerados que ambos podíamos sentir... y por tal situación, una de esas tantas noches a su lado, Steven me golpeó. Yo no reaccioné, no dije nada a nadie, él me pidió perdón de rodillas y yo ingenua; accedí complaciente, creí en su promesa, de que no me volvería a lastimar. Pero esa noche no fué la última.

Lo amaba, por tal razón no era conciente del daño que no solamente él me hacía, sino nuestra relación en general. Muchas veces llegué a casa con manchas oscuras en mi piel, y mentí a mis muy preocupados padres sobre su orígen. "Me golpée en educación fisíca", "choqué contra la puerta de mi habitación", esas erán solo algunas de las miles de excusas que puse a mi hermano insistiendo mientras tocaba a mi puerta.
Y el abuso de Steven no se quedó en golpes y gritos, él me arrebató lo que siempre quice guardar por mucho tiempo, para esa persona que fuese el amor de mi vida, lo sé, suena cursi. Y aunque en ese momento realmente creí que Steven era ese hombre...no estaba preparada. ¡Por amor a Dios! ¡tenía 16 años!
Era diez años mayor que yo, sí, tenía 26 años, pero eso no era algo que me preocupara, no a mi... pero si a mis padres y hermano, ahora lamento no haberlos escuchado.

Una noche, Steven fué a mi casa, sabía perfectamente que no había nadie mas que yo, mi hermano había salido con su novia Britt y mi padres a una cena de negocios.

-Será mejor que te vayas Steven, mis padres volverán en cualquier momento.- le dije inmediatamente cuando empezó a besarme y apretar mi trasero.
Deseaba internamente que mis padres decidieran cancelar la cena y la recepción del hotel fuera de Seúl y estuvieran por abrir la puerta de la entrada.-por favor vete.-me regañé a mi misma por pensar que volverían hoy y que Steven haría caso a mi valiente suplica.
Tomó mi cintura acercándome mucho más a su erección -como si eso fuese posible- besaba mi cuello, alternando entre suaves mordidas y lamidas.
<<¿También me obligaría a tener sexo con el en mi propia sala? En donde incluso comparto tiempo con mi familia, en donde tengo que sentarme para jugar con mi hermano, en donde veo películas y como pizza con mis amigas...>>. Era lo que pensaba mientras forcejeaba inútilmente, Steven me lanzo al sofá grande y siguió besando mi cuello mientras subía una de sus manos por mi muslo y llegaba a uno de mis pechos, acariciandolo delicadamente. Ágilmente se deciso de mi blusa, empezó a lamer el estrecho puente entre mis pechos, mis lágrimas al fin lograrón escapar de mis cerrados ojos.
De pronto la puerta de la entrada se abre dejando ver a un enojado Won Bin, Steven se levantó rapidamente y miró a mi hermano curioso, Won Bin lo tomó por la garganta y lo maldijo, yo doblé mis piernas y seguí llorando.

Mi último recuerdo de Steven y sus hermosos ojos azules fué cuando esposado, golpeado y llorando me repetía: "perdoname _____, te amo, te amo...realmente te amo" y cuando dentro de la patrulla seguía gritando cuanto me amaba y me amaría.

Yo también lo amaba.

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Bueno, con bastantes inconvenientes he logrado publicar este capítulo, es una breve historia de lo que pasó la rayiz 7n7
Disculpen por las faltas ortograficas, en serio que me cuesta hasta abrir la app con este móvil x.x espero recuperar el mio, o poder comprar uno pronto, cosa que no creo. Me tienen castigada porque el robo fué por descuido. En fin, tal vez pronto tenga la pc a dispocición.

Espero que les guste!
Las jamoneo!
Chais!

~PaoNeko

You Are My Heaven (Heo Young Saeng y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora