You Are My Heaven (Heo Young Saeng y Tú)

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Habíamos llegado, todo parecía tan diferente a lo habitual, todo parecía perfecto e indiscutiblemente mágico. Al bajar del avión, un nuevo mundo nos esperaba, un nuevo mundo lleno de agradables sorpresas, (y otras no tanto). El inicio de nuestra vida independiente y consecutivo a eso, nuestra vida universitaria. Ya eramos mayores de edad, aunque de alguna manera eso representaba una verdadera y enorme responsabilidad, sí es que sobrevivir se trata de una.
Corea sería como un respiro antes de llevar a cabo una vida completamente distinta a la de las niñas mimadas que solíamos ser, el viaje era prueba del cambio.
Conseguiríamos un trabajo para poder vivir cómodamente durante nuestra estadía en casa de Young Mi, el día de mañana la conoceríamos en persona, aún recuerdo nuestro primer videochat, creímos que era alguna muñeca de porcelana, era muy hermosa, hablar con ella nos ayudó mucho durante el estudio del idioma.
Y... ¿acaso todas las chicas asiáticas, o al menos las coreanas eran así de hermosas? Yo tengo descendencia coreana por parte de mi padre, pero...no poseía ciertas características que Young Mi si tenía, y era notable incluso en una pantalla.
Tenía un hermoso cabello castaño claro con un fleco a la mitad de si frente, le daba un aspecto bastante tierno, era delgada y de piel blanca, nariz perfilada y unos hermosos ojos rasgados color avellana, su belleza era envidiable.
Por esta noche nos hospederíamos en un hotel en el centro de Seúl, y mañana por la tarde nos encontraríamos con Young Mi en una cafetería cerca de allí y nos iríamos a su departamento. Ella trabajaba como diseñadora en una empresa, al parecer ganaba bastante bien y no parecía tener ningún tipo de necesidad o como yo lo llamo: "conecciones con la miseria".

Las calles de Corea eran muy diferentes a las de Londrés, su gente (y no solamente en el aspecto físico), también lo era, en Corea todos parecen sonreír e ir muy bien con su día, estaba encantada, y estoy segura de que Joha, Kari y Betzy también lo estaban.
Tomamos un taxi y nos dirigimos al hotel en el que dormiríamos esta noche, si es que lográbamos pegar el ojo después de todo lo que dormimos durante el vuelo, sí, definitivamente dormir era un pasatiempo que las cuatro compartíamos.

***

Las habitaciones eran espaciosas y la decoración era bastante moderna, lamparas en forma de cubo en medio de las dos camas que había en cada una, alfombras en tonos blancos y cremas cubrían los pisos de mosaicos blancos, las paredes estaban cubiertas por un tapíz grisáceo con decoraciones florales, al lado de una ostentosa pantalla, se encontraba una mesa con hermosas rosas blancas dentro de un florero de cristal.
¡Era mas que perfecto!

-Podría asaltar al dueño del hotel y quedarme con cada una de las habitaciones solamente para mí- decía Betzy mientras acomodaba las sábanas blancas y grises de la cama preparándose mentalmente para una larga siesta.

-Al menos deberías compartir, eres egoísta- le respondí entre risas.

Al poco tiempo Betzy estaba profundamente dormida hundiendo su rostro en la suave almohada.
Joha y Kari estaban ya en su habitación, eran las 11 p.m y ya parecían dormir mientras yo yacía nerviosa sentada sobre la cama con sábanas en perfecto orden.
No había ruído alguno exceptuando el de algunos pasos en los pasillos, seguramente se trataba de alguien saliendo o volviendo a su habitación.
Estaba aburrida, realmente aburrida y no podía consiliar el sueño, no estando así de ansiosa por que se llegara el día de mañana.
Tomé una chaqueta negra que había sacado de la maleta y salí al salón a cortas sancadas, un ventanal me recibía en frente, con una hermosa vista al exterior de la ciudad. Caminé hacía la baranda de complejos patrones en los barrotes y me encontré con alguien más mirando el oscuro cielo. Era la silueta de un chico alto, y de hombros fornidos, no llevaba un suéter, ¿cómo podía soportar tal condición? Me acerqué sigilosa...

-Hace algo de frío- me dijo tomándome por sorpresa.
No respondí y seguí mirando el paisaje. -es descortés no responder cuando te hablan- continuó diciendo mientras se volteaba.

-Lo se- dije al fin, el chico era bien parecido, tenía un oyuelo en una de sus mejillas, ojos oscuros y cabello negro, caía un fleco del lado izquierdo de su perfecto rostro masculino.

-Si lo sabes deberías contestar, chica- dijo arrogante, típico aíre de superioridad, pensé, yo solamente lo fulminé con la mirada y le dí la espalda volviendo despacio a la habitación. No tenía la paciencia como para soportar dos palabras más de ese tipo.

***

-¡Ya es tarde! Young Mi ya debió haber llegado, apúrate Joha, no necesitas arreglar mas tu cabello.- decía anciosa Kari mientras se sostenía la cabeza con una mano.

-No te desesperes, la cafetería esta en frente y seguramente ella no ha llegado- respondió Joha poniendo crema en su cabello. -Además, ya estoy lista- se levantó del lugar, todas tomamos nuestras cosas y salimos del hotel.

La cafetería era un lugar sofisticado, habían señoras con lujosas vestimentas tomando el té, también algunas parejas jovenes comiendo una tarta o tomando una bebida. Seguramente relaciones que terminarían dos o tres semanas después. Un café, una bebida...todos, absolutamente todas las relaciones que parecían perfectas jamás lo eran, y así... en general para cada aspecto en la vida. Lo mas hermoso puede llegar a ser lo mas repugnante ante tí, o lo mas desagradable puede llegar a ser tu perdición.

-¡Hey, chicas!- Escuchamos decir a alguien detrás de nosotras y al voltear, ahí estaba ella, con una hermosa sonrisa en sus pequeños y rosados labios, tan hermosa como imaginabamos que sería en persona.

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¡Hola!
Bueno, este es el segundo capítulo, bastente corto pero por razones de tiempo no pude escribir algo mas largo.

Este va dedicado para Brany501, gracias por tus palabras hermosa!

Subiré un nuevo capítulo este viernes!

Saludos, besos y abrazos!

No olvides comentar, votar y recomendar mi historia, si te gustó, lo agradecería mucho! XD

Bueno ya, chao 7u7

❤❤❤(*＾▽＾)／