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La siguiente mañana fué mucho menos ajetreada, estaba libre de yesos y aproveché para darme una larga ducha con agua bien fría, tal como me gustaba. Young Saeng se había ido muy temprano, prácticamente era de madrugada, ya que tenía que ensayar junto a los chicos y en la noche tendrían una presentación, a la cual yo no podía asistir por diferentes razones. Técnicamente sería un día libre de Young Saeng, y no me gustaba la idea del todo; sin embargo, debía entender que no siempre podía verle, incluso era difícil si se trataba de una figura pública, un idol.

No había nadie en casa, mi hermano y mi padre trabajarían hasta tarde y mi mamá había empezado a entablar una amistad bastante extraña con una de las mujeres del vecindario, por lo que habían ido de compras desde muy temprano y seguramente no volvería hasta tarde. Yo, yo aún tenía un par de días libres.

Debería descansar.

El día anterior estuvo lleno de emociones, y había sido mi primera vez con Young Saeng. Había sido maravilloso, tan mágico como te dicen através de los años cuan hermoso es "hacer el amor" y no "tener sexo", con esa persona especial, con esa persona a la que amas, por la que estas dispuesta a hacer y deshacer cualquier cosa, por la que sonríes y ves la vida de una manera mucho más positiva.

Porque sí.

Esa persona llega a realmente cambiar tu mundo, a ponerlo en orden después de haber estado de cabeza, porque no es tu mundo lo que debería voltear, sino hacer un vuelco desenfrenado corazón.

Esa persona llega para fijar todas tus espectativas en él, para hacerte ciega ante las demás personas, porque no te importa absolutamente nada mas que él. Llega para hacerte sentir flotar por el aire con tan solo pensarle, para hacerte sonreír hasta por el mas mínimo detalle, llega para hacerte cambiar de opinión y callar tus pensamientos negativos sobre el amor. Young Saeng llegó para renovarme por completo, porque yo lo amaba.

No importa cuanto tiempo pase sin ver su rostro, en mi mente conservo sus facciones cuidadosamente memorizadas, no importa que no le vea sonreír, porque en mi cabeza parece estallar un globo repleto de felicidad, por él, todas y cada una de las cosas con muchos colores, brillo y alegría se enlazan completamente a su existencia en mi vida. Se debe a sentir el tacto de sus labios casi derretirme con su calidez, al rose de su cuerpo con el mío, que me hace estremecer sin reparo, que me hace querer poseerle, se debe a mirar a través de sus ojos los mejores paisajes, se debe a escuchar en su voz la mejor melodía así sea en una extraña risa, todo mi ser gira en torno a él, a él y a lo que me hace sentir. A él y a lo que siento por él, a él y a que lo amo.

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Me encontraba sentada en el sofá, hundiendo los codos en mis piernas y poniendo mi cara entre mis manos, todo mientras los pensamientos más dulces me invadían, sonreía, sonreía y era feliz, como nunca antes.

Seguramente mi sonrisa era enorme.

Tomé mi teléfono celular y comencé a teclear para mi Prince.

"¿Sabes algo mi amor?

4:10 pm"

Pronto recibí respuesta.

"Dime, mi princesa.

4:11 pm"

Volví a escribir, esta vez con la mayor ilusión del mundo. Me sentía como una pequeña niña, sobrepasando los límites de la ilusión.

"Te amo.

4:14 pm"

Mi teléfono volvió a sonar y lo tomé como si fuese a explotar o a huir.

"Yo te amo muchísimo más mi vida, te amo como no tienes idea de que te amo.

4:15 pm"

Y me sentí desfallecer, ¿cómo podía lograr eso con tan solo un mensaje de texto? ¿cómo podía enamorarme cada segundo aún más? ¿cómo había logrado hechizarme con unos hoyuelos y ojos profundos como herramientas?

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Pasé parte de la tarde sumida en mis pensamientos, todos ellos referentes a Saeng, a Saeng y a lo mucho que lo extrañaban. ¿Cómo iba a sobrevivir cuando se fuese de gira?

De algún modo nuestra relación era difícil.

Estaba aún sola en casa a las 6 de la tarde, mamá había avisado que llegaría tarde, mi papá y mi hermano seguramente tenían algún caso especial, cuando lo tenían llegaban a casa más tarde de lo usual.

Caminé hacia las escaleras y escuché un ruido extraño que provenía de algún sitio de la primer planta, así que me detuve en el segundo escalón y volví a bajar sin titubear.

Tal vez se trataba de un ratón, y eso quería pensar.

Caminé por el pasillo junto a la cocina, no había absolutamente nada, observé la sala de televisión, el living de nuevo, pero estaba vacío.

Mis oídos me alertaron, algo...o alguien subía las escaleras.

Tomé un cuchillo de la cocina y subí sigilosamente, intentando caminar solamente con las puntas de los pies, aferrada a la baranda de cristal.

Abrí la puerta de la habitación de Won Bin, estaba vacía, solamente el desorden habitual, algunos calcetines y la canasta de ropa sucia a un lado de la cama.

La recamara de mis padres, la cual estaba en completo orden, no hanía ni una sola cosa fuera de lugar, incluso el baño se encontraba perfectamente bien, todo simétrico y limpio.

Mi corazón no paraba de golpetear fuertemente contra mi pecho, estaba tan exaltada que podría caer en un ataque de nervios en cualquier momento, caminé hacía mi cuarto con el cuchillo en las manos, abrí la puerta intentando no hacer ruido y entré lo más despacio que la adrenalina del momento me permitía, estaba completamente vacía también, o eso pensé hasta que alguien me tomó por detrás tapando mi boca, sin oportunidad alguna para gritar o si quiera gesticular por ayuda, tampoco podía moverme, me tenía completan presionada...tomaba mis brazos dejándome inmóvil, sentía un caluroso aliento chocar con mi cuello. Incluso el cuchillo ahora estaba en el suelo.

Sabía que algo andaba mal.

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La acción de hace presente mis amores, espero que les haya gustado. 💚

¡Besos y abrazos!
~Pao Neko

You Are My Heaven (Heo Young Saeng y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora