Desde que su madre había muerto nada era como antes, todo era gris. Tenia un miedo terrible, le daba miedo decepcionar a la única persona que le quedaba, su padre.
Años atrás sus padres se habían dado cuenta de lo brillante que era su hijo, un chico con una capacidad mental extraordinaria para alguien de su corta edad. Era el orgullo de su madre, ella siempre estuvo ahí, apoyándolo, cuidando y protegiéndolo. Pero cuando ella partió, su padre se sintió en deuda y entendió que su único propósito seria explotar el potencial de su hijo, para que su futuro fuera prospero y brillante, porque según él, era superdotado. Pero el pequeño no quería eso, él quería jugar béisbol como los demás niños de su edad, quería reír, quería ser un niño feliz.
Su padre lo entrenaba arduamente, a diario, prácticamente sin descanso. El niño memorizaba, solucionaba y respondía; pero todo lo hacia únicamente por su padre. Un día su padre le notifico sobre una inscripción a una escuela de jóvenes con alta capacidad mental, una escuela para chicos excepcionales. Estudiar seis días a la semana, y explotar cada una de las áreas del aprendizaje era el futuro que le esperaba al pequeño.
Antes de ingresar a la escuela debía de incorporarse a un programa con otros jóvenes ESPECIALES, y superar varias pruebas entre las cuales se encontraba la famosa ecuación del millón de dolares.
Él la resolvió como pudo, y envió un mensaje bastante importante para los demás entre sus operaciones, símbolos. Símbolos que significaban la esencia de su vida y su futuro.
Infinito = Eternidad
Omega = Final
Teta = Muerte
Pero fue demasiado tarde para cuando se dieron cuenta lo que sucedía al interior de la cabeza del joven superdotado, del pequeño genio.
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Hola, Ann reportándose.
Hoy decidí traer un relato pequeño, creado por mi.
Lamento no haber actualizado antes pero los exámenes me tenían un poco ocupada.
Saludos.
Ann^^
