Crónicas De Las Sombras: Despertar

Capitulo 5

Hunk encaminaba la marcha a caballo, seguido de cerca por Thomas y su corcel, hacía unas horas que habían salido del pueblo en el que habían encontrado el extraño cristal productor de espíritu. Según tenían planeado saldrían más tarde, pero les llegó un mensaje inesperado, lo que hizo que se apresuraran en salir. Thomas recordaba aún incrédulo el mensaje.

<En el día de ayer, pasado el medio día, el joven y la espíritu guardián que estaban siendo seguidos por el equipo dirigido por Hunk Godsang han cruzado sus caminos con otro equipo de exorcistas, al cual atacaron a modo de venganza por haberles hecho huir. Tras una corta batalla han asesinado a nuestros hermanos y han huido del lugar, siendo escoltados por unos Uria, entre ellos el príncipe actual de este reino. Se les considera peligrosos y se insta a capturarlos a cualquier coste, ya sea vivos o muertos. Sus descripciones son...> No leyó más de la carta, no le resultaba necesario.

Thomas recordaba la primera vez que se toparon con la espíritu guardián, no solo no les atacó, si no que huyó de ellos sin siquiera defenderse de los ataques lanzados. Si la chica no había opuesto resistencia la primera vez no entendía que la llevaría a dar caza a unos exorcistas a modo de venganza, simplemente no le resultaba coherente el hecho de que no hubiese tomado represalias cuando destruyeron su casa pero si las tomase ahora, además, el chico no tenia nada en contra de ellos, por lo que tampoco tenia sentido esa ofensiva. Tan hundido en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta como Hunk desaceleró hasta ponerse a su altura.

-¿Que opinas de la información que nos han dado novato? -Las palabras del experto exorcista, que por algún motivo parecían estar cargadas de segundas intenciones, le despertaron de sus ensoñaciones. Parecía que la palabra novato iba a sustituir a su nombre en el vocabulario de Hunk, de todos modos a esas alturas ya había dejado de molestarle. Thomas pensó un momento en la respuesta, aunque para el era clara, era sumamente extraño.

-Me parece raro, la chica no nos atacó a nosotros, solo corrió, no es del todo normal que tras actuar así al principio de repente quiera darnos caza. -Era cierto que por odio podía haber derivado en ese objetivo en lugar de huir, aún así seguía sin cuadrarle.

-¿Y si, como dicen, lo hace por venganza? -Una buena cuestión. Aún así la respuesta era obvia sobre todo para Hunk con sus conocimientos sobre los espíritus guardianes, de hecho la respuesta que estaba apunto de pronunciar estaba basada en el conocimiento que le había transmitido su experto compañero.

-Aún así, a estas alturas debería ser poco más que una chica normal, no debería tener suficiente espíritu como para acabar con uno de los nuestros, menos con un equipo. Y en caso de que tras perder su fuente de espíritu le quedase algo almacenado lo gastó para escapar de nosotros. -Añadió eso ultimo al recordar como se desvaneció en el aire cuando uno de sus soldados se dispuso a acabar con ella.

-Bien visto, pero, ¿y el chico? -El joven al que se refería no era más que un campesino, difícilmente habría tenido entrenamiento en combate, e incluso en el hipotetico caso de que dispusiese de ese entrenamiento no le había visto portar una espada o algún arma que pudiese ser considerada peligrosa para alguien bien preparado para el combate, incluso él mismo tenia nociones básicas para enfrentar un nivel de peligro básico.

-Un simple campesino acabando con dos exorcistas experimentados en combate, por favor, ni siquiera crees que eso sea posible. -Respondió algo molesto por lo incomprensible de la situación.

Hunk pareció mostrar una ligera sonrisa momentáneamente, parecía satisfecho por no ser el único en ver lo obvio de la situación. A pesar de las noticias e información que recibían Hunk se mostraba escéptico o ignorando las palabras de sus superiores, llegando a cambiar el objetivo real de la misión, el cual era acabar con los espíritus guardianes, a simplemente atraparlos con vida. Parecía, por lo que había escuchado que ese tipo de comportamientos eran típicos en él, lo que le había cultivado muchos enemigos dentro de la orden. Pese a todo, este hecho no parecía importarle lo más mínimo. Se quedó callado un rato, meditando la siguiente pregunta que le haría a su poco experimentado compañero.