8 marzo

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Los días pasaban y yo solo podía pensar en el, me estaba volviendo loca sin su compañía, había días que pasaba a mi lado y me saludaba, creo que él había entendió que no habría otra oportunidad y ni siquiera lo intentó.
Diario estaba con esa chica por la que todo se fue al diablo, siempre estaban besándose y juntos, la chica siempre vestía con ropa muy llamativa y ella no era bonita,no entendía que le veía a ella que yo no tuviera, todos me hablaban de ella y fue cuando comprendí, que estaba con ella porque era muy fácil

Pero un día, no recuerdo cuál, llego a mi mesa y se sentó como si nada, así era el, eso era lo que me molestaba pero me atraía de el.

Decidí ignorar su molesta presencia, me era difícil, estaba a mi lado derecho.

Cuando se iba yo me pare antes y pude ver cómo un Ex novio me buscaba así que sujete a happy para esconderme detrás de él, pero me volteo y me puso enfrente de Angel, que incomodo momento.
Angel decidió romper el silencio y dijo
- ¿a quien tenemos que golpear?

! Esto es un juego! ¿En verdad me dijo eso? Su comentario me hizo enojar, así que solo conteste
-en realidad, tendrías que golpearte a ti mismo, pero como no puedes, solo quédate quieto.
No lo mire a los ojos y al parecer lo hice sentir verdaderamente mal. El tomo sus cosas y se fue.
Me dio igual, Angel empezaba a darme lo mismo y se sentía bien.

Después de eso, Angel no volvió a dirigirme la palabra ni la mirada, hasta el martes 8 de marzo, día internacional de la mujer.

Los martes salgo a las 11 de la mañana, así que invite a las niñas a casa y regresaríamos a las 6 para su clase de Algebra a las siete.
Brenda tenía un compromiso
Isthar y Valeria fueron a comer conmigo a casa y nos la pasamos muy bien. Ese día Angel no me pasó por la mente en ningún momento.
Comimos y dormimos hasta que llegó la hora de irnos, Valeria iría a su casa e Isthar y yo a la preparatoria.
Isthar y yo solemos morirnos de la risa por cualquier cosa, ese día estábamos muy felices, el estomago nos explotaba de tanta risa.

Llegamos y caminamos a nuestra mesa de siempre cuando de repente, Isthar y yo nos quedamos atónitas.
Angel estaba ahí, con la sonrisa más grande y una cara de arrepentimiento enorme,la pregunta era ¿porque demonios está en mi mesa? Como sea, me dirigí a la mesa.
Angel se paro y me abrazo muy fuerte, me dijo que lucía hermosa y me felicito por el día de la mujer, sin alguna expresión le dije gracias y me senté.
Angel no dejaba de verme y sonreír, ¿qué demonios le pasaba?
Las niñas se fueron a sus clases y me dejaron sola con Angel, no se sentía igual, Angel me daba igual.
El comenzó a hablar y pedirme perdón, de nuevo, dijo que era un estupido, pero que esta vez quería intentarlo conmigo bien, que solo sería yo.

Lo más masoquita que podía hacer era perdonarlo y enamorarme de él.

Mi subconsciente me decía
"No lo perdones, no de nuevo, ya fue demasiado"
Angel intentó besarme, sus intentos fueron inútiles.
Me pido perdón por dos horas, hasta que acepte, acepte porque su ausencia dolía mucho más que su error.
Lo perdone y le advertí que sería la última vez.
Yo quería estar con él y quererlo siempre. Así que lo perdone con los ojos cerrados

Nos hizo falta tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora